La cumbre del monte Ballo es una de las más visitadas de Álava. Su ruta clásica parte del pueblo de San Román de San Millán para superar una fuerte pendiente que conduce al portillo de Atau y de ahí a la cima. Otro ascenso más cómodo es el que arranca del puerto de Opakua. Y el más sencillo y asequible, el del portillo de Andoin, que se alcanza desde el pueblo del mismo nombre o bien desde la carretera que desde el puerto de Opakua conduce a las campas de Legaire.

Tras avanzar unos 6 kilómetros por la carretera, a la izquierda de la misma tomaremos una pista en mal estado pero asequible a vehículos, que permite tras 2,2 km. llegar a Legaire. Un parking próximo al puerto es el punto de inicio de la marcha. Muy cerca queda el puerto de Andoin. Unos pivotes de madera impiden que los coches invadan las campas de Legaire, un raso muy extenso que visitaremos por distintas vertientes.

Caminamos por los pastizales de Legaire en dirección SO, para tomar la loma boscosa que se aprecia a la izquierda del aparcamiento. Sin sendero llegaremos pronto al curso del arroyo Legaire, cuyo manantial veremos en el descenso. Se gana altura progresivamente hasta subir al cordal en el que se sitúa el cromlech de Mendiluze (0h.35"). Varios de los menhires que lo integran, ya restaurados, dan una idea del aspecto que tuvo en la Edad del Hierro. Avanzamos ahora paralelos a una alambrada, hasta desembocar en un hayedo y, más adelante, llegar a la chabola Lekuona (0h.55"), punto en el que se inicia, sin senda y siempre entre umbrío bosque, el repecho final hasta la cumbre de Ballo (1h.25").

El suave ascenso apenas ha resentido las piernas por el escaso desnivel superado. Una vez en la cima, conviene tomarse el tiempo necesario para apreciar toda la Llanada alavesa y sobre ella las sierras de Elgea, Urkilla, Aizkorri y montes de Altzania. También se divisan Aralar, con los llamativos Txindoki y Altxueta, y el colosal Beriain, ya en Navarra. Dejamos atrás el artístico buzón de Ballo, instalado por el club Manu Yanke de Agurain, y continuamos el recorrido por el cresterío ahora rocoso, prestando atención a no resbalar por este terreno kárstico si está mojado.

Vamos hacia la Cruz de Mirutegi (1h.40"), erigida sobre un imponente peñasco que cae a pico sobre el valle. Desde ella, apenas un ligero descenso nos situará en las cercanías del portillo de Atau. De allí otro breve repecho por terreno despejado de arbolado conducirá a la cumbre de Surbe o Atauko Haitza (2h.00"), el mogote herboso contemplado desde la cima de Ballo.

Es un placer volver por las crestas que conducen desde Surbe al puerto de Andoin y al aparcamiento. Nosotros vamos a descender directamente a las campas de Legaire y, junto a un bosquecillo, encontrar uno de los manantiales que forman el riachuelo Legaire, que formando bonitos meandros.

En las campas de Legaire existen varios monumentos megalíticos. Uno de ellos se encuentra muy cerca del aparcamiento, otros se sitúan en las proximidades de la chabola Lekuona y junto a Surbe. Será cuestión de caminar con atención para localizarlos. También queda próxima la cueva de Iguaran, una de las más interesantes de Álava. Una bonita alternativa de travesía pasa por dirigirse a la cima de Legunbe, puntuable y próxima al puerto de Andoin; para ello habrá que calcular un total de dos horas más entre ida y vuelta.