Como su propio nombre indica, la comarca de Lea/Artibai está vertebrada por los ríos Lea y Artibai. En su mismo corazón se eleva el macizo de Bedartzandi/Urregarai, delimitado por las cuencas de ambos caudales Como todos los montes costeros vascos, las dos cimas que le dan nombre son cumbre modestas en altura pero importantes en sus desniveles, acentuados por su carácter kárstico y singularizados por el collado de Santa Eufemia (560 m) que los separa, escenario en septiembre de su popular romería.

La propuesta de hoy nos lleva a recorrer todo el macizo uniendo los dos pueblos que se asientan a sus pies: Aulesti y Markina-Xemein.

Partimos de la plaza del Ayuntamiento de Aulesti por la carretera en dirección a Lekeitio. Nada más pasar el cementerio, cuando empieza el asfalto, torcemos a la derecha para acabar cogiendo el camino peatonal que discurre junto al río . Desembocamos en una pista asfaltada junto a un caserío que sube hacia el barrio de Goierri. Remontamos por ella un kilómetro, hasta un marcado desvío (dch.) que seguimos (0h.20’).

El camino remonta toda la ladera norte del Bedartzandi hasta cambiar de vertiente, donde dibuja dos amplios zigzag. Tras la última revuelta, el camino llanea durante algo más de un kilómetro hasta convertirse en un sendero (1h.40’), algo difuso a tramos, que remonta con ganas hacia el cresterío. Sobre nosotros, a la derecha, se eleva una peña que forma la antecima del Bedartzandi y que deberemos rodear por la izquierda para cambiar a la vertiente norte y ascender por un pasillo herboso hasta la rocosa cumbre (2h.00’).

Enfrente (SE) destaca el Urregarai separado por la campa de Santa Eufemia. Hacia ella bajamos por el lapiaz siguiendo las marchas del GR. Una vez en el refugio de Atxagarai, detrás del edificio parte la pista que remonta hacia la ermita de Santa Eufemia. Nos deja en la base herbosa de la peña cimera, desde la que subimos los 221 escalones que llevan al templo. Justo detrás está la cima (2h.45’).

Afrontamos ahora el tramo más áspero del recorrido: la travesía del lapiaz cimero hasta el collado del Zapola. La senda -a tramos apenas una trocha- serpentea entre las rocas y deja atrás el Labatxueta, apenas un resalte del cresterío sin distintivo, antes de descender (izq.) a las campas por las que llegaremos sin mayores problemas al collado Zapola, presidido por la espléndida borda Kortazar (3h.15’). Allí cruzamos una compuerta y bajamos hasta la pista que sube de Markina a la campa de Santa Eufemia. Confluimos aquí con el PR-27, que recupera algunos tramos del antiguo camino que utilizaban los romeros para subir a Santa Eufemia desde Markina. Lo seguiremos (dch.) en su sinuoso trazado descendente hacia el pueblo. Primero por una pista cementada y luego, por un camino hasta el barrio Atxondoa (4h.00’), donde confluye con el PR-26.

La travesía entre Aulesti y Markina como tal concluye aquí, Pero aprovecharemos el sendero PR-26, que conecta Aulesti con Markina-Xemein por caminos antiguos, para retornar al punto de origen. Aunque gran parte de la ruta está pavimentada es una caminata tranquila ya que apenas encontraremos tráfico. Recorre toda la vertiente norte del macizo desde Atxondoa, donde pasamos por la ermita de San Jazinto. El itinerario confluye con la Ruta del Vino y el Pescado (GR-38) a la altura de la ermita del Ángel Guardián, ‘Santutxu’, en el bario Lauzirika, antes de enfilar ya entre pinos y eucaliptos hacia Aulesti y descender junto al arroyo Oiz (más tarde río Lea) hasta el pueblo (6h.15’).