El macizo de Arno es una estrecha cadena erizada de picos calizos al NO de Gipuzkoa, que se extiende por el oeste a Bizkaia. Las plantaciones de coníferas realizadas en los años noventa no han afeado el espeso manto de encinas que lo cubre, especialmente bien conservado en el tramo entre Mutriku y Mendaro. Son árboles centenarios que se aferran a las grietas de la piedra caliza y le proporcionan su característico color verde oscuro, apreciable desde la AP-8. Forman una de las mayores masas de encinar cantábrico del norte de la península ibérica.

El pico más destacado, visitado y "centenario" es Arno, pero con sus 628 metros no es el más alto del cordal. El techo de la cadena es el olvidado Kanpantzar, dos metros más elevado, que se alza sobre Mendaro. Es una cima complicada, tanto por su ubicación como por el terreno, agrietado y fragoso de su último tramo.

La marcha comienza en el barrio Azpilgoeta de Mendaro. Una pista de cemento se dirige hacia el campo de fútbol, lo bordea y se interna en el pinar. Termina en el caserío más elevado de Saraitzu. Son 2,4 km que se pueden cubrir a pie (0h.45") o en coche. Es la ruta de subida a Olliturri, Kanpantzar y Arno. También lleva al collado de Ameikurutz, camino del valle cerrado de Olatz, una zona solitaria por donde vagó el bandolero Joaquín de Iturbe, como cuenta Santiago Aizarna en su libro "Crímenes truculentos en el País Vasco".

El caserío Saraitzubekoa parece abandonado. La pista continúa y termina en la casa Goikoa. Está habitada y suele tener ovejas y perros sueltos. Subimos de frente en dirección al bosque. Hayas y un panel (0h.09"). Barrera. La superamos y caminamos (derecha) por una senda empedrada a tramos. Nuevo panel (0h.18") del GR-121/PR GI-22. Por la derecha continúa a Ormolako Potzua. Subimos de frente entre encinas y pinos. A la derecha queda Lukorta. Con lluvia el tramo se embarra y se vuelve dificultoso.

Nuevo collado (0h.24"). De frente sigue hacia Ameikutz y Lopaitz. Por la derecha va a Ormola y Arno. Es nuestra ruta. El camino está tallado en la roca y se interna en el encinar, impenetrable y oscuro. Rastros de jabalíes. Al rato (atención) aparece un hito de piedras a la derecha del sendero (0h.34"). Indica el inicio de la subida a Olliturri. Resta un tramo complicado, por un vericueto que trepa entre las encinas y sale a terreno abierto. Un último trecho por roca y pisamos Olliturri (0h.43"). Un casquillo de bala de obús hace de buzón. No tiene placa.

De vuelta al camino por el sendero de subida, una flecha de pintura roja indica la ruta a Arno. También aparecen marcas de PR. A nuestra izquierda se esconde la hoya de Arterra (Arterrako Zuloa). Descendemos a un collado donde hubo una chabola, ahora en ruinas. El bosque nos envuelve. Varios senderos suben por la derecha. Llevan a Kanpantzar. Nos esperan un rato de batallar con la maleza: zarzas, rosales y endrinos, y un tramo final complicado por un lapiaz agrietado y peligroso, antes de alcanzar Kanpantzar, techo de los Montes de Arno (1h.25"). Se aprecia la base de lo que fue un buzón montañero. La cima del "centenario" Arno destaca sobre el encinar. Abajo, al fondo, están Elgoibar, Mendaro y la autopista.

Volvemos al collado. Tenemos dos opciones: continuar en dirección al pozo de Ormola y retornar por el GR o volver sobre nuestros pasos. Elegimos descender a Saraitzugoikoa y al coche (2h.05").