Andrés Espinosa es uno de los personajes más singulares del montañismo vasco, si no el más. Y, por supuesto, uno de sus pioneros. Nacido en Amorebieta en 1903, pronto muestra su amor por las montañas en las cumbres de su entorno. Su progresión natural le lleva primero a las grandes cordilleras de la península, donde se convierte, por ejemplo, en la primera persona en escalar en solitario y sin cuerda el Pico Urriellu (1928). Esa sería, a partir de entonces, su seña de identidad: las ascensiones sin compañía.
Un año después, sin haber pisado antes un glaciar, corona el Mont Blanc con abarcas. Y seis días después holla el Cervino. El Matterhorn ya se había escalado en solitario, pero no existía constancia de que alguien lo hubiese hecho antes sin utilizar cuerda. Tras estas ascensiones, decide dar un giro a su vida. En 1930 vende el negocio de tejidos heredado de su padre y se dedica a viajar por el mundo: Egipto, Arabia, Africa, donde también sube en solitario al Kilimanjaro, Marruecos... Pero la falta de recursos económicos, primero, y la guerra civil, después, truncan sus planes. Tras la contienda bélica, se casa y aparca definitivamente sus grandes proyectos para volver a ser un montañero anónimo al que es habitual ver en los montes de su entorno. Fallece en 1985 tras rechazar toda su vida cualquier homenaje o reconocimiento público.
Pero Amorebieta no ha olvidado a su montañero más ilustre, y lo recuerda con un sendero homologado (PR-BI.74) que recorre los montes que frecuentaba Andrés hasta las faldas del Bizkargi.
Iniciaremos la excursión en el parque Jauregibarria. Este parque temático botánico alberga diez tipos de bosques autóctonos de Euskal Herria y un estanque de 2.300 m2 de superficie. También cuenta con un centro de interpretación en el caserío Jauregibarria.
Desde aquí seguiremos hacia la iglesia de San Miguel de Etxano. Desde Etxano nos dirigiremos hacia Epalza, para coger un desvío a la izquierda, que nos conduce a la ermita de San Juan de Ofrendo y su espléndido robledal. Bajaremos por un senderos al instituto Urritxe y tras cruzar las vias del tren llegamos a Larrea.
Nuestro próximo hito será la ermita de San Bartolomé. Subiremos hasta el caserio Munitza, para adentrarnos por un camino que nos lleva hasta la ermita de San Juan de Ergoien. Por un bonito burdibide que nace detrás de la ermita de San Juan, seguiremos hasta llegar a una pista, que nos conduce por la ladera del monte Bizkargi. Pasamos por encima de Aldana Goikoa y nos dirigiremos a la ermita de San Miguel.
Bajaremos por Aurtenego y nos dirigiremos al caserío Isasi; para llegar de Isasi a Larrea, continuamos por la carretera junto a los habituales paseantes. Desde Larrea accederemos al inicio del recorrido, adentrándonos por las calles del casco urbano.
