Pocos lugares concitan la serena belleza del Barranco La Dormida, conocido así por ser lugar de descanso de la paloma torcaz y escondite durante las guerras carlistas, y el Miradero de Inta, donde la montaña nos rinde toda su grandiosidad en un entorno de recónditos parajes y ocultas veredas que nos conducen por soberbios bosques bajo los espolones del monte Costalera para descender luego junto al río Ega y su notable bosque de ribera
En Kanpezu, cogemos la calle Juntas Generales sobrepasando el frontón cruzamos una carretera y seguimos rectos. El hormigón da paso a un camino terroso que avanza entre huertas, cruza un pequeño canal de agua y vira a la derecha hasta entroncar con una pista por la que se continúa a la izquierda. En la siguiente derivación se prosigue a la derecha y se remonta una cuesta. Al nivelarse se deja un camino a la derecha avanzando entre encinar por pista pedregosa. Poco más allá se confluye con el trazado del GR-1.
El camino asciende serpenteando hasta tomar una derivación más montaraz a la derecha. Surca un ralo pinar y se une a otra pista prosiguiendo a la izquierda. El pinar va dando paso al encinar. Enseguida se llega a otro cruce, torciendo ahora a la derecha, surcando carrascales de gran belleza. Obviamos el desvío al merendero de Ibernalo y, un poco más arriba, el camino viejo al portillo de Nazar (izd.). Nuestra ruta prosigue perfilando una vaguada bajo gigantescas encinas. 100 m más allá, al pie de una colosal encina, se desgaja (izd.) el camino a la ermita de Ibernalo. La pista surca enclaves de gran riqueza forestal y bordea la vaguada de Valpedrosa bajo el Alto de la Cogolla.
Alcanza un claro orlado de encinas con vista a la sierra y donde una rústica flecha marca el arranque al miradero de Inta, que ofrece una gran panorámica. De vuelta al claro, tomamos otro camino a la izquierda. que nos introduce bajo el hayedo con boj que se abre a tramos para ofrecernos magníficas panorámicas del valle del Ega y la sierra de Lokiz. Tras faldear bajo las hayas hayedos, descendemos a una vaguada bajo la Peña los Cencerros, remontamos un tramo, descartamos la senda que asciende al Costalera y torcemos (izd.) para bordear un saliente cubierto de encinas, remontando la llamada Cuesta de Martín Gómez. Luego, la senda serpentea por el bosque antes de descender ya decididamente hacia el valle, pasar junto a la fuente de La Escalera y salir a una pista que desciendo hast el Ega. Sin embargo, en un cruce seguiremos a la derecha para bajar por el bujedo en un itinerario mucho más bello. Ya a orillas del río Ega, solo queda seguir el camino (izd.) que discurre paralelo a él hasta retornar a Kanpezu.