La masiva actividad carbonera que se desarrolló en siglos pasados en Legarmendi, el macizo kárstico que se eleva entre Dima, Igorre, Lemoa, Amorebieta y Durango, hizo desaparecer gran parte de su masa boscosa. Como muestra de aquella intensa actividad han quedado las pequeñas planicies circulares que sirvieron de base a las humeantes carboneras. Este sendero, con salida y llegada en el barrio de Oma (Dima), nos adentra en la sierra para visitar algunas de estas carboneras y de paso asciende hasta el monte Leungana, techo del macizo e inmejorable atalaya no ya del Duranguesado, sino de toda la parte oriental de Bizkaia
Aparcamos junto a las viejas escuelas y atravesamos el auzoa hasta el caserío Goikoetxe, donde el asfalto deja paso a la pista que une Oba con Artaun, y seguiremos de frente en dirección a Ugariotz. Entre Ugariotz y Artaun, tramo asfaltado, encontramos un gran calero construido en mampuesto. La ermita de San Vicente nos da la bienvenida en Artaun. A la altura de las viejas escuelas y la fuente giramos a la derecha por un camino vecinal por el que dejamos atrás el barrio. Este tramo coincide con el PR-BI 81. La pista cementada asciende hacia el macizo. Llegamos a un cruce donde nos separamos del PR-BI 81 para continuar de frente hasta la borda de Markue. La pista describe entonces una curva a la derecha y alcanza el depósito-abrevadero de Zepaleku.
Tramo exigente
El recorrido se dirige a Mugarrikolanda por el paso entre Askorri y Pagofin adentrándose en el corazón del karst. Giramos a la izquierda para ascender hasta una nueva encrucijada. Continuamos por el camino pedregoso de la izquierda hacia el collado entre Askorri y Pagofin, donde enlazamos con el PR-BI 83. Alcanzamos el estrecho paso entre Pagasarri y Legarmendi y tras cruzar un viejo pinar llegamos a las campas y fuente de Mugarrikolanda, a la sombra del imponente Mugarra.
Sin alcanzar la fuente, nuestro recorrido asciende a la derecha hasta la cima de Leungana en el tramo más abrupto y exigente de la excursión, donde las marcas blancas y amarillas se hacen imprescindibles. Tras disfrutar de las vistas, retornamos ya a Oba. El sendero cruza la zona de Arlamin, donde entre las viejas hayas trasmochas podemos identificar numerosas bases de carboneras.
Alcanzamos el collado de Eguengana tras un sinuoso descenso. Seguimos la pista de la derecha, que recorre la base del macizo hasta confluir con el camino por el que hemos subido y que nos lleva de vuelta a Oma.
Puntos de interés: Lapiaz de Legarmendi, hayedo trasmocho y plataformas de las carboneras en la subida al Leungana, vistas desde la cima.
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