El arraigo del catolicismo en nuestra sociedad a lo largo de los siglos ha quedado plasmado en la infinidad de templos repartidos por toda la geografía vasca. Orozko no es una excepción. Nada menos que seis iglesias parroquiales y once ermitas (además de otras seis ya destruidas) alberga el segundo municipio más grande de Bizkaia.
El PR-BI 35 tiene como meta la ermita de Santa Marina, catalogada 'de cumbre', templos situados en la punta de un monte, en este caso el Arrola (668 m). Este tipo de eremitorios habitualmente proceden de tiempos anteriores al cristianismo y se ubicaban en lugares donde se practicaba algún culto pagano a la fecundidad, ya que las cimas de las montañas han estado relacionadas en toda la historia de las religiones con el órgano sexual masculino y la fecundidad.
Como toda ermita que se precie, tiene su propia fábula. Asegura que su cura, no sabiendo cómo resolver la leche que subía en el fuego, fue a buscar otros recipientes a Izartza; de ahí viene el dicho «Andra Santa Mariña, gitxiagaz asko egiña/Santa Marina, con poco se hace mucho».
El juego de los gentiles
La propia cumbre del Arrola cuenta con su leyenda. Esta asegura que los gentiles jugaban a pelota con grandes piedras redondas colocándose unos en el monte Untzueta, al otro lado del valle, y otros en el Arrola. Algunas de estas bolas, perdidas en el juego, se localizan en el barranco Urdiola, que desciende desde la cumbre de Untzueta hacia Orozko.
Además de Santa Marina, la excursión nos permitirá conocer varios templos más. Partimos del aparcamiento de Orozko, donde se encuentran los paneles de los senderos del municipio. Enfilamos hacia la plaza del Ayuntamiento, cruzamos el río y seguimos hasta la iglesia de San Juan Bautista. Por su derecha, callejeamos hasta el paso bajo la autopista (izd.).
Siguiendo la carretera, las marcas blancas y amarillas nos guían por unas escaleras hasta el barrio Donibane y su imponente templo, en proceso de restauración. A partir de aquí el camino no tiene pérdida por una pista cementada en continuo ascenso que pasa junto a los barrios Meatza y Sagaminaga, hasta el bonito rincón de Jesuripozoeta, donde nos desviamos para enfilar la loma cimera hasta la ermita de Santa Marina y el refugio adjunto.
De vuelta a Orozko, descendemos la abrupta ladera sureste, atravesamos un bonito hayedo trasmocho y continuamos el descenso entre plantaciones de coníferas hasta la ermita de Katadio, ubicada junto a un pequeño merendero. Desde aquí, por asfalto, regresamos a Zubiaur.
Puntos de interés: Iglesia de Donibane, Santa Marina de Arrola y las vistas desde su cordal, hayedo de Telleria, ermita de Santiago (Katadio).