Aizkorri (1.528 m.) no es la cima más elevada, pero sí la más popular y la que ha dado su nombre a este macizo guipuzcoano que agrupa las cumbres más altas del País Vasco. En esta montaña habita el genio Mari en una caverna que se prolonga, según la leyenda, hasta la vecina Aralar. La fama le viene de la ermita del Santo Cristo, situada en un rellano sobre las majadas de Urbia y Oltza.

Nuestro camino comienza en el santuario de Arantzazu (730 m.). Dejamos atrás el restaurante Sindika, punto donde desaparece el asfalto, para alcanzar un parking. La ruta sigue (izq.) y entra en el hayedo para llegar a una gran portilla de metal que debemos atravesar. En ella figura en pintura "Urbia-Aizkorri". A los 15" pasamos junto a una fuente (izq.) presidida por la imagen de la virgen, para continuar hacia la vaguada de Otraitz. El camino se endurece a medida que abandona el bosque. La pendiente se mantiene hasta el collado Elorrola (1.161 m./1h.10"), paso de pastores entre las peñas de Enaitz (1.301 m.), a la izquierda, y Zabalaitz (1.262 m.), a la derecha.

De Elorrola parten dos senderos. Por la derecha, un camino marcado por piedras hincadas en el suelo se dirige hacia el túnel de San Adrián. El nuestro es otro, muy pisado y jalonado por árboles, que desciende hacia las espectaculares campas de Urbia, donde se hallan la ermita y el refugio (1h.20"/1.134 m.). Los árboles son muy útiles en caso de niebla, fenómeno atmosférico muy frecuente en la zona.

Abandonamos el refugio de Urbia (1.134 m.) y seguimos por un marcado y clarísimo sendero (NE). A los pocos metros hay un desvío (izquierda) que desciende para cruzar la regata de Urbia y girando al Este enfilar hacia la majada Arbelar (1.181 m./1 h.35"). Está formada por varias chabolas aún en uso que se confunden con el paisaje. Sobre las construcciones se encuentra la cumbre de Arbelaitz (1.513 m.). Dejamos atrás las bordas, para seguir por un sendero sinuoso pero claro que gana altura de manera decidida (derecha). Con tiempo lluvioso es un barrizal muy resbaladizo. Al final de la cuesta nos encontraremos una veleta visible desde lejos que indica los puntos cardinales (1h.55").

A partir de este punto el sendero requiere algo más de atención. Sube y baja, unas veces entre rocas y otras por hierba, mientras flanquea las cimas de Aitxuri (1.551 m.), techo de la sierra, y Aketegi (1.549 m.) hasta alcanzar el collado (1.474 m.) anterior al risco de Aitzabal (1.518 m.). El sendero rodea este pico (derecha), dejando de lado las marcas PR de la travesía del cresterío y nos lleva a Aizkorri (1.528 m./2h.40"). Volveremos por la misma ruta de subida (4h.10"). Un buzón con forma de hacha y una gran cruz coronan el alto, que ofrece unas vistas excepcionales de las montañas del País Vasco, Castro Valnera e incluso Pirineos.

A los pies de la cima está la ermita del Santo Cristo, a la que se penetra por un angosto pasillo, y que puede servir de refugio, práctico en caso de lluvia o viento, pero habitualmente muy sucio. La ermita debe su nombre al crucifijo que allí se veneraba y que se considera milagroso.