Un espeso bosque mixto de robles y hayas cubre las laderas del monte alavés de Albertia y oculta un paisaje tan extenso como espectacular que abarca Gorbeia, Anboto, los montes de Urkiola y Vitoria y el embalse de Santa Engracia.
La misma arboleda esconde las huellas de la batalla de Villarreal (ahora Legutio), la ofensiva general del Ejercito Vasco que al amanecer del 30 de noviembre de 1936 atacó esta población alavesa. El objetivo era romper el frente, conquistar Vitoria y llegar hasta Miranda de Ebro. El ejército franquista resistió y la ofensiva resultó un fracaso, con el saldo de 1.000 gudaris y milicianos republicanos muertos y más de 3.500 heridos. Además, Villarreal quedó reducido a escombros.
El bosque enmascara esta altura "centenaria" y sencilla y ese es uno de sus principales atractivos. Salvo un corto tramo de carretera, la excursión discurre bajo la sombra de robles y hayas. Es ideal para disfrutar de la montaña en los días más tórridos de verano.
La ruta más sencilla para alcanzar Albertia comienza en Legutio. Se sale por la calle del Comercio para caminar por la A-2132, que va al puerto Arlaban (GR). Atrás queda una fuente. A los 900 m. vemos la señal "Presa de Albina" (derecha), junto a un caserío antiguo en mal estado (0h.12"). La pista pierde altura y llega a las señales de GR. Seguimos de frente por "La senda del pastoreo". Lleva a Arlaban.
Cruzamos el puente de Goiko Errota sobre el arroyo Albina. La pista, que gana altura, se vuelve polvorienta y descarnada por el paso de camiones (lleva al basurero) y coches. Sube hasta un cruce (0h.27"). De frente sigue a la presa. El ramal de la derecha llanea y de continuar por él nos llevaría hasta casi la cima.
Existe la opción de seguirla, llegar hasta el depósito de agua que abastece a Legutio y luego ganar altura en amplias lazadas. Es más atractivo cruzar el umbral del bosque -aquí de robles melojos- y remontar la ladera sin camino, por los senderos y antiguos "burdibides" trazados por hombres y animales. Nos espera una subida pausada y cómoda por terreno despejado, donde en otoño proliferan las setas. Tampoco es raro tropezar con algún corzo o jabalí.
HITOS
Albertia: 867 m. (UTM:30T 531357.05 E, 4759040.17 N) Puntuable para los Cien Montes.
Cómo llegar: A-68/BI-2522 a Orozko.
Cartografía: Mapa-guía de Gorbeia (Ed. Nondik). Cuaderno Pirenaico de Gorbeia (Ed. Sua). Mapa B-17 de J. Malo.
Al rato cruzamos la pista (0h.35"). Los robles ralean, pronto aparece el hayedo. En montañero se sumerje en un mundo oscuro y húmedo, desnudo de otra vegetación que no sea el haya, un árbol longevo (vive 250 años) que elimina el sotobosque. Hay de todos los tamaños, pero abundan los troncos viejos, desmochados por el carboneo o hendidos por el rayo.
También aparecen las trincheras excavadas durante la guerra. Junto a ellas son visibles, y se cuentan por cientos, los conos causados por las bombas. Más grandes los de aviación, menores los de cañón y mortero. Aparece una antigua rodada maderera (1h.05") que surca el bosque el línea ascendente. La seguimos. Cuando acaba, una fila de hitos encara hacia la derecha y nos deja en la cima de Albertia (1h.30"). No hay vistas. Los árboles ocultan el paisaje. En el centro de un claro están el vértice geodésico y los buzones. También vemos el monumento de ANV instalado en diciembre de 2007, al conmemorarse los 70 años de la batalla. Más lejos hay un nacimiento colocado por Iturribero de Durana.
Vuelta por el camino de subida, pero no campo a través sino por la pista, que permite pasar por el depósito. Desde este punto hay una buena panorámica de Legutio, el embalse de Santa Engracia y Gorbeia. Legutio (2h.40"). Otra opción es seguir la rodada hasta un cruce y bajar (derecha) por el camino que termina en el embalse de Albina. El inconveniente son los coches y el polvo en el tramo de vuelta.