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Armañón (856 m.), Fuente del Oro (706 m.) y Salto del Agua/Zorrondegi (673 m.)

Al socaire del Armañon crece el encinar de Sopeña, una singularidad botánica que hace posible la geografía carranzana

Viernes, 11 de Diciembre de 2015

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Al socaire del Armañon, en el corazón del Parque Natural al que da nombre, se extiende el encinar de Sopeña, un bello bosque de cuento de gnomos más propio de otras latitudes. Su interés radica en que se trata de un encinar típicamente mediterráneo ubicado en plena cornisa cantábrica, posible gracias a los farallones que le protegen de los fríos vientos del norte y su orientación sur, que crean un microclima especial para crear esta singularidad botánica. La visita a la cima y al bosque es una bonita excursión mañanera que recorre algunos de los parajes más bellos del Parque Natural y ofrece la mejores vistas de la comarca. El recorrido comienza y termina en el pequeño barrio de El Suceso, que recibe el nombre de la Virgen del Buen Suceso, patrona de Karrantza. Su ermita se encuentra sobre el cercano Peña Grande, un montículo que se eleva a apenas 300 metros del núcleo rural configurado como un inmejorable balcón sobre el valle.

HITOS

  • Salto del Agua/Zorrondegi: 673 m. (UTM:30T 475259.89 E, 4789612.13 N)

  • Armañón: 856 m. (UTM:30T 474830.38 E, 4791232.43 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Fuente del Oro: 706 m. (UTM:30T 475007.00 E, 4790156.00 N)

  • Cómo llegar: Desde Bilbao, BI-636 a Zalla y BI-630 a Karrantza. Al poco de iniciar el descenso al valle desde el alto de La Escrita está el desvío a El Suceso. Desde Vitoria, llegar a Bilbao y seguir el itinerario descrito.

  • Cartografía: MTN 60-II (La Iglesia) y IV (Balmaseda, 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 3h.45 (1h.20 al Arañon y 1h45 al encinar).
  • Distancia: 12.9 km.
  • Desnivel positivo: 725 m.
  • Severidad del medio: 1
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Circular
El Suceso destaca por su plaza de toros pegada a la iglesia. Se trata de una de las mayores peculiaridades arquitéctonicas y sociales de Las Encartaciones: pequeños cosos taurinos que flanquean ermitas e iglesias. Estas plazas fueron testigo del tránsito entre las luchas medievales y la prosperidad posterior. Por primera vez se pensó en el ocio y se construyeron los ruedos para amenizar las romerías después de misa. Además de este, las hay también en Artzentales, Sopuerta y Turtzioz.Iniciamos las caminata en el panel del Parque Natural que hay junto al ruedo. La referencia durante casi todo el recorrido serán las señales blancas y amarillas del sendero PR-BI.121 (El Encinar de Sopeña). Pasamos junto a un caserío adosado al coso y seguimos la pista asfaltada que se dirige al norte, dando cara al cordal del Armañón.Enseguida llegamos a una bifurcación, donde seguimos por la derecha, todavía por asfalto. A unos 400 metros, un camino forestal remonta (izd.) el cordal bordeando un eucaliptal. Desembocamos en un prado que cruzamos para tomar otro camino que discurre, por la vertiente sur, bajo el cordal, rodeando el Picosal. Más adelante, en un tramo llano, se convierte en un sendero. Tras bordear el Sorrondegi, se abre ante nosotros el Armañon. Descendemos al collado Campa de los Palos (0h.45) y renunciamos a la pista para seguir por la divisoria y subir al Fuente de Oro, una loma copada por las explotaciones ganaderas y sin distintivo alguno. Bajamos al Portillo de los Motijones y continuamos por el cordal para remontar la loma sobre la que se asiente el dolmen de La Lama. Desde allí, un último repecho nos aúpa a la herbosa cumbre del Armañón (1h.20), mirador por excelencia de este extremo occidental de Bizkaia y de la Cantabria más oriental.A nuestra izquierda, en la vaguada, invisible desde la cima, está el encinar. Para llegar a él seguimos el cordal hasta confluir con la pista principal. Unos metros más abajo, un camino (izd.) recorre la ladera hacia la vertical de la cumbre. Asu altura, un poste de señales indica un sinuoso sendero que desciende de forma abrupta hacia el encinar (1h.45). Enseguida nos adentramos en el bosque encantado, donde conviene no perder de vista las señales blancas y amarillas. La parte alta del encinar es la más intrincada. El camino discurre entre rocas cubiertas de musgo, encinas retorcidas, algunas de las cuales no han soportado los embates de los elementos y yacen en el suelo, y castaños centenarios. Un escenario que nos traslada a mundos oníricos.Según perdemos altura, el bosque se abre y adehesa, fruto del aprovechamiento de la madera y de la explotación del suelo como pastos para la ganadería, otra singularidad muy difícil de ver en nuestra geografía. Más adelante salimos a una pista, junto a un poste del PR (2h.20). Siguiendola por la izquierda, no tarda en desembocar en otra más amplia. A la sombra de coníferas y plantaciones de roble americano, el vial lleva a Paules. No llegaremos tan lejos. En un pequeño robledal (poste), nos desviamos para seguir un camino que bordea la vaguada del arroyo Zarangustillo y desemboca en una pista (3h.15). Por ella llegamos sin pérdida a El Suceso (3h.45).

 

RUTAS CERCANAS

 

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