Del Pico del Carlista al Armañón, Integral de Ranero
La travesía de este cordal que separa los valles de Carrantza y Asón-Agüera discurre entre el lapiaz del Pico del Carlista y las herbosas lomas del Armañón
El macizo Ranero-Armañón es el principal cordal del Parque Natural del mismo nombre. A lo largo de su decena larga de kilómetros, el cordal separa los valles de Carranza y Asón-Agüera. Comienza en La Concha de Karrantza, el espectacular desfiladero que lo separa del macizo de Ubal, y culmina en el alto de La Escrita tras girar al sur en el Armañón. Su sector occidental es uno de los karst más importantes de Bizkaia.
Desde el punto de vista geológico, el macizo es fascinante. En su interior alberga uno de los sistemas de simas y cuevas más importante de Europa, con más de doscientas catalogadas. Destacan entre ellas Ventalaperra, por sus pinturas rupestres; Pozalagua, por sus estalactitas excéntricas; y la Torca del Carlista, por su tamaño. Esta oquedad, cuya boca está cerca de la cumbre del Pico del Carlista, es la segunda mayor del mundo, con 500 metros de largo, 125 de alto y 240 de ancho. Entran en ella dos estadios de San Mamés. Su acceso está reservado a espeleólogos.
Hoy vamos a recorrer el macizo en su tramo principal, entre el Pico del Carlista y el Armañón, para retornar por su vertiente sur descubriendo otro de sus tesoros, el encinar de Sopeña. Es una ruta larga, de día completo y por encima de los veinte kilómetros, aunque se puede dividir perfectamente y hacerla en dos etapas gracias a la pista que desde el Alto de las Minas desciende al Santecilla.
HITOS
Los Parapetos: 854 m. (UTM:30T 474628.00 E, 4791525.92 N)
Alto de los Carcelares: 719 m. (UTM:30T 472954.78 E, 4791708.62 N)
Armañón: 856 m. (UTM:30T 474830.38 E, 4791232.43 N) Puntuable para los Cien Montes.
Carlista, Pico del: 721 m. (UTM:30T 468333.00 E, 4790042.00 N)
Mazarredonda: 669 m. (UTM:30T 468891.00 E, 4790885.00 N)
Cómo llegar: Desde Bilbao, BI-636 (corredor Kadagua) hasta Zalla, BI-3602 hasta Otxaran, BI-2701 hasta BI-630. BI-630 por Karrantza hasta el desvío a Ranero y Pozalagua. Desde Vitoria, ir a Bilbao y mismo itinerario.
Cartografía: MTN 60-I (Ramales) y 60-II (La Iglesia), 1:25.000, del IGN.
Horario: 7h.00’ (0h.45’ al Carlista y 3h.45’ al Armañón).
Distancia: 22.0 km.
Desnivel positivo: 1120 m.
Severidad del medio: 2
Dificultad orientación: 2
Dificultad del terreno: 3
Esfuerzo necesario: 4
Tipo recorrido: Circular
Iniciamos la marcha en el aparcamiento de las cueva de Pozalagua, donde está también el Parketxe del Parque Natural. Al final del parking, una portilla nos introduce directamente en el lapiaz. El pisado sendero es evidente y además está jalonado de las balizas del GR 123 (Bizkaiko Bira). Es un repecho corto pero exigente hasta el collado de Valseca (0h.25’) presidido por un poste de señales. El Carlista está a la izquierda. Tiene tres puntas en torno a una profunda hoyada. Los buzones están en la cima sur (0h.45’), aunque la más alta, según el IGN, es la noroeste. Eso sí, por apenas un metro.
El nombre de Pico del Carlista es el utilizado en Cantabria y sus orígenes se remontan al papel que esta zona tuvo en la primera Guerra Carlista durante la Batalla de Ramales, entre abril y mayo de 1836. Así lo recoge el Catálogo de Cima de la EMF desde 2007, ya que Ranero se refiere a todo el macizo.
De vuelta a Valseca afrontamos la travesía del cordal siguiendo el GR-123. Da un rodeo por la vertiente cántabra para evitar el lapiaz y se aúpa al cordal pasado el Mazarredonda. Tras rodear la doble cumbre de El Cueto abandonamos definitivamente el karst para transitar por agradables lomas herbosas. La primera es el Surbías (2h.30’), se rodea el Alto de las Minas y pisamos el Carcelares (3h.00’) antes de bordear el Cabaña Vieja y enfilar el Armañón (3h.45’).
Es hora de volver a Pozalagua. Descendemos al collado de La Lama, donde hay una pista con una bifurcación. El vial de la izquierda lleva hasta un poste de señales del PR-BI 121 (4h.15’). Indica un sinuoso sendero que desciende al encinar. Su interés radica en que se trata de un bosque típicamente mediterráneo en plena cornisa cantábrica gracias a los farallones que le protegen de los fríos del norte y crean un microclima especial para crear esta singularidad botánica.
Nos adentramos en este bosque encantado. Conviene no perder de vista las señales del PR. La parte alta del encinar es la más intrincada. Un escenario que nos traslada a mundos oníricos. Más abajo, el bosque se abre y adehesa antes de salir a una pista, junto a un poste del PR. Siguiéndola por la izquierda, no tarda en desembocar en otra más amplia, junto a otro poste y un portón con la inscripción ‘encina Sopeña’ (4h.50’).
Solo queda ya seguir la pista (dch) en una larga caminata que nos llevará primero a Santecilla y luego a Ranero (6h.25’). Allí seguimos la carretera a las cuevas, aunque cogeremos el primer desvío (izd) para, entre prados, llegar a la altura del Parketxe, rodearlo y subir al aparcamiento (7h.00’).