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Burgueño por las fuentes del Agüera

Cantabria/Bizkaia. Su ascensión desde Mollinedo transita entre el nacedero de este río cántabro y el bosque de Monte Tejea

Viernes, 05 de Noviembre de 2021

El Agüera es el río más importante del oriente de Cantabria. Pero nace en Bizkaia, en las laderas meridionales del Burgüeño. Allí, a casi mil metros de altura, una serie de surgencias acaban por unirse en el fondo del valle para formal el caudal principal cerca de Mollinedo, pequeño núcleo rural de Villaverde de Trucíos, el enclave cántabro incrustado en Las Encartaciones.
Esas torreteras originarias discurren por Monte Tejea, uno de los ecosistemas mejor conservados de la comarca. Son 250 hectáreas de bosque en el que domina el roble, junto a hayas en las alturas, tejos, acebos, avellanos o castaños. Aunque, por degracia, el eucalipto ha empezado ya a ganar terreno.
Por estos parajes discurre la ascensión al Burgüeño desde Mollinedo, que en este caso hemos convertido en una ruta circular para recorrer y disfrutar de Monte Tejea. La excursión, además, no ofrece problemas de orientación ya que, salvo el tramo final de ascensión al Burgüeño, discurre por los senderos PR-S 129 (Fuentes de Agüera) y PR-S 130 (Monte Tejea).

HITOS

  • Burgueño: 1044 m. (UTM:30T 477463.22 E, 4781986.60 N)

  • Cómo llegar: Desde Bilbao, BI 636 (Corredor del Cadagua), hasta Zalla. BI-3602 (por Ocharan) hasta Malábrigo. BI-630 (por Traslaviña) hasta Villaverde, donde está el desvío a Mollinedo (2,7 km).

  • Cartografía: MTN 60-IV (Balmaseda), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 4h.50’ (3h.15’ de ascensión al Burgüeño)
  • Distancia: 17.0 km.
  • Desnivel positivo: 1025 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 4
  • Tipo recorrido: Circular
En la pequeña plaza de Mollinedo sendos murales presentan los dos senderos balizados. Por la pista que nace frente a la iglesia, cruzamos el río y enfilamos junto al cauce hacia el barranco. El asfalto termina en la estación de aguas que sirve al pueblo. Aquí la pista se convierte en una amplio camino que gana altura. Primero suavemente y luego con ganas para desembocar en una pista ancha (0h.20’).
Continuamos (izd) hasta un amplio cruce en un paraje conocido como Puente Hurtado. Abajo a la derecha, al otro lado del río, acertamos a ver un panel del PR. Por ahí regresaremos. Ahora vamos a coger el primer camino de la derecha para adentrarnos en el barranco del Cuchillo y disfrutar el bosque de Monte Tejea en su plenitud. El camino, alfombrado a tramos de musgo, es un regalo para los sentidos. Asciende pegado al arroyo hasta girar a la derecha y llanear por una eucaliptal absolutamente fuera de lugar.
Luego desciende para desembocar en una pista ancha (poste PR, 1h.00’), donde seguimos bajando (izd) hasta el fondo del vallejo. Tras llanear un rato, cogemos el segundo desvío a la izquierda (poste PR), que asciende por la ladera pelada. El camino dibuja un par de zigzags antes de alcanzar el cordal (1h50’) que se desgaja hacia el norte del propio Burgüeño y que cierra por el oeste el barranco del Agüera.
Cumbreamos hacia el suroeste para dejar el Hormaza a la derecha. El camino se aúpa luego a una herbosa cresta y llega hasta una plantación de abedules, que bordea antes de cruzarla y progresar junto el cordal y auparse de nuevo a él ya en terreno abierto. Descendemos hasta un collado junto a unas colmenas (2h.40’). A la izquierda, un camino baja hacia el valle. Por él descendemos luego. Ahora seguimos hacia el Burgüeño, imponente ante nosotros.
Nos encaminamos en busca de los Ilsos de Ribacoba, bordeando para ello un promontorio hasta un corral, desde donde enfilamos hacia arriba, junto al túmulo de Ribacoba. No tardamos en alcanzar el último collado, herboso y presidido por los ilsos (mugarris). Desde allí afrontamos la ascensión final por las empinadas y descarnadas laderas cimeras hasta alcanzar la poblada cima del Burgüeño (vértice y tres buzones) (3h.15’).
Tras disfrutar de las vistas, volvemos sobre nuestros pasos hasta el collado de las colmenas (3h.35’). Allí bajamos (dch) por el camino balizado. Primero discurre sobre el cordal y luego, tras un giro brusco se adentra en el bosque reconvertido en sendero. Es el momento de olvidarse de todo y disfrutar de nuevo de Monte Tejea. Los arroyos que nos rodean se unen más abajo para crear el Agüera. De hecho, ya en el fondo del barranco, deberemos vadear hasta cinco veces los arroyos, antes de salir a un camino más amplio que nos llevará hasta el panel antes citado (dedicado a las carboneras) y la confluencia con la ruta de subida. Ya por camino conocido, solo quedará retornar a Mollinedo (4h.50’).

 

 

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