El Cabeza Herrera es el "dosmil" menos visitado del entronque riojano-burgalés de los montes de Urbión. Aislado entre los barrancos de los ríos Portilla y Neila (luego Najerilla), eleva su redondeada cumbre herbosa lejos de los núcleos de población. El desnivel a superar entre el valle y las praderas de altura, superior a los mil metros, también contribuye a que sea poco visitado.

Nuestra ruta parte de Villavelayo, "Villa Valeio", una cuidada aldea riojana limítrofe con Burgos, en la carretera que cruza el desfiladero de la Foz de la Cerrada y continúa hacia Neila. Es una población antigua que aparece en documentos del siglo X, en tiempos del conde Fernán González, aunque su origen se remonta a la repoblación cristiana, allá por el siglo VII.

Comienzo de la marcha (km.2) donde hay sitio para aparcar. El antiguo camino pastoril que remonta la vaguada de Cobarajas, salvaje y poco frecuentada, es ahora una pista para todoterrenos en buen estado de conservación. Llanea por el fondo del barranco, en paralelo al cauce del arroyo seco en verano. Tras varias curvas alcanza una umbría de hayas y avellanos refugio de ciervos y caballos, para luego trazar amplias zetas por la ladera cubierta de hayas en un tramo penoso y exigente que se alarga.

Ganamos altura con pendiente sostenida, ahora entre robles viejos, por el paraje conocido como Dehesa de Cobarajas. Hay zonas acotadas donde prosperan rebollos y abedules. A la izquierda queda la cima del Peña Rubia (1.645 m), optativa. Allí hubo una mina de hierro. En el collado (1h.20"), la pista cambia de vertiente a la ladera del barranco de Portilla. Vamos por un llano herboso llamado Las Gabias, con el Cabeza Herrera al fondo. Los pinos sombrean ahora la ruta, que pasa entre dos cimas menores (desde nuestra posición).

El primero es el Arenal (dch.), de sencillo acceso y coronado por un enorme hito de piedras (2h.00"). Aún se aprecian las zanjas de las antiguas catas mineras para localizar goethita y pirolusita. De vuelta a la pista, ascendemos el segundo, La Calleja (izq.), en este caso entre brezos y pinos hasta la cima (2h.15"). Vértice en el prado; la base de un buzón desaparecido y buena vista del Alrucea y demás alturas del valle del río Portilla.

Retornamos a la pista, que baja entre pinos hasta el collado del Sabadón o de Hoya Herrera (2h.20"). Cruce de pistas. La primera por la izquierda va a Fuente Pino y al valle. De frente vamos al Cabeza Herrera. Cairn en el lindero del pinar (2h.40"). Sólo queda remontar la ladera. Al principio, por sendas que se pierden entre pinos, que ralean a medida que aumenta la altura; luego, por hierba y brezo rastrero. La ladera afloja y alcanzamos la cima (3h.25").

Es amplia, pelada, venteada y con el vértice geodésico en el centro del pastizal. Hasta allí suben a pastar los caballos y las vacas. Tuvo buzón montañero. Un pluviómetro destrozado sirvió en su día para valorar la viabilidad del embalse Mansilla.

La panorama es espectacular. Está rodeada de "dosmiles": Urbión (N); Neila (NE); la Demanda burgalesa y riojana con el San Lorenzo (S) y los Cameros y la Sierra Cebollera (NO/O).

La vuelta es por la ruta de subida y se hace larga. A la altura del Cerro Cobarajas es posible atajar por los prados. Los senderos de vacas y caballos permiten recortar curvas entre robles. Luego pista abajo hasta la carretera (7h.00"). Añadir 15" si hemos venido de Villavelayo.