La olvidada sierra de Peñarrubia se eleva en los límites entre Cantabria y Asturias. Justo al otro lado quedan los Picos de Europa, separados por el formidable tajo del desfiladero de La Hermida. Sus alturas apenas superan los mil metros de altitud, con techo en el Gamonal y sus 1.228 metros. Esta relativa modestia en lo que a la altimetría se refiere es engañosa. Son cimas calizas con fuertes desniveles sobre los valles y de relieve complicado, sembradas de colinas donde se pierden los senderos. No hay fuentes, sólo pozos. Las invernales se asientan en los puntos protegidos donde medran los avellanos, comida de gañanes en los años duros del pastoreo.

La subida al pico Gamonal punto más elevado de la sierra de Trelajorá, como se conoce en la zona, es factible por Roza, aldea de La Hermida; por los pueblos asturianos de Suarias y Merodio, de donde una pista llega hasta la majada de La Canal, bajo el Pico del Tiro; y por la collada de Hoz, sobre Burió, en la comarca de Lamasón.

Elegimos esta última opción. En el puerto de Hoz hay aparcamiento junto a un corral. Los montes de Arria forman una muralla blanca que cierra el Norte. Gamonal (NO) resulta invisible desde aquí. Una pista asfaltada conduce a las invernales de Burió, aún en uso. Dejamos atrás una fuente con abrevadero (0h.10") mientras caminamos hasta la última, donde termina (0h.15"). Allí mismo (dch.), una senda de ganado sube por el prado colonizado por la argoma. Paralela al muro del prado, alcanza su punto más alto (0h.30") y entre la maleza gira hacia la derecha, para continuar en ascenso por una ancha canal.

Por allí suben las vacas a los pastos de verano. Optamos por la canal más inmediata, más estrecha y pendiente, que permite ganar altura con rapidez. Tapizada de brezo y salpicada de piedras, lleva a un collado herboso (1h.10").

Hacia el oeste se aprecia la puntiaguda cima del Pico Llaguillos. Gamonal queda detrás. Se ve la pista que sale de Roza y lleva al collado de Llaves. Y también la senda ganadera que cruza la ladera en sentido ascendente.

Bien marcada, gana metros entre brezos y árgomas hasta un segundo collado (1h.30"), acceso al intrincado interior de la sierra. A nuestra derecha se ve el aguzado Llaguillos y enfrente, el Gamonal. El camino baja a una serie de dolinas verdes de hierba y punteadas de espinos (2h.05"). Se observan unas ruinas. Son de la casa de mantenimiento de una línea de alta tensión ya desaparecida. Una senda sube en dirección a nuestro objetivo. Llega a una poza, en verano seca. El Gamonal está justosobre nosotros.

La senda (dch.) sube pendiente hasta un collado herboso (2h.05"). Es habitual encontrarpor aquí vacas de los ganaderos de los barrios de Panes. Por sendero o sin él, remontamos la vegetación de la ladera norte, más húmeda, para al alcanzar el punto más alto (2h.50"). La cima es una plancha caliza coronada por un hito.

El vértice está caído, golpeado por un rayo, y las vistas son excelentes. La fragosa sierra de Peñarrubia se extiende a nuestros pies salpicada de dolinas y hayas. Los Picos de Europa forman una muralla deslumbrante. El complicado Cuera, Peña Sagra y los picos de Ozalba llenan un horizonte que se completa con el mar.

Recortamos el descenso. Bajamos directamente hacia el pozo de Llaguillos, primero entre bloques desprendidos y luego por prado, sin complicaciones, para, una vez allí, enlazar con el camino de subida. No debemos perderlo. Supone meterse en problemas. Vuelta por senderos y trochas hasta retornar a las invernales de Burió y a la carretera (5h.05"). No hay agua en toda la sierra y por supuesto no debemos subir con mal tiempo o niebla.