Alles, capital del municipio asturiano de Peñamellera Baja, ocupa una meseta entre los Picos de Europa, al otro lado del río Deva, y los cortados de la vertiente SE de la Sierra del Cuera, coronados en este sector por el importante Pico Liño o Liñu, nuestro objetivo. Es un pueblo ganadero con 1.800 vacas censadas, que sorprende por la calidad de las casas de los indianos y la iglesia barroca de San Pedro (siglo XVIII). En el mismo pueblo, junto a la carretera, está la ermita de San Roque. Por detrás sale la pista de cemento que llega a la majada de Llandábames, ubicada en la base del Liño. Es una subida trabajosa de 3,7 kilómetros, con repechos duros en el tramo inicial que pasa junto a una majada de cabras, en una curva protegida por grandes castaños. Continúa hacia arriba y llega a un falso llano cortado a pico sobre una barrancada. Está arrasada por los incendios provocados de la pasada primavera. Por el fondo baja un torrente.

Al rato se divisan las cabañas de Llandábames. Bebedero y una fuente (Lisal) debajo de la pista, para entrar en la majada. Fresnos y acebos entre tapias de piedra y vacas. Allí termina el cemento (0h.55). Sobre nosotros están el Liño y la engañosa canal de Abanielles, que se complica en lo alto. Y detrás, los Picos de Europa al completo. La marcha continúa ahora por un camino empedrado que pasa sobre las cabañas y prados de la majada de doña Toba (NE). Vemos algún hito. En cualquier caso, la dirección es clara. Superada una portilla y tras un corto repecho, tocamos un tilo solitario llamado cagigu la campuca en medio de la ladera (1h.25). Es un superviviente en una sierra desforestada por los mineros y el fuego.Unos cairns visibles guían en la subida. Es una senda estrecha, bien pisada, que lleva a la braña de Morea (1h.45), un sesteadero de vacas con el mar de Llanes a la vista. Impresionante. Subimos (izq.) por sendas de ganado entre argomas y brezos que ocultan una vieja explotación minera hasta hollar el Pico La Braña (1.024 m.), una cima menor sin hito. Bajada al collado y nueva remontada por una garma fácil hasta La Muesca (1.104 m.) (2h.35), pedregosa, coronada por un mogote de piedras. Nuevo descenso a otro collado. Por allí pasa una senda de ganado que flanquea el Pico Ubricario, que seguimos al principio para luego desviarnos (dch.) y coronar la cima (1.138 m) (2h.55). Arriba, además de un hito, hay varios puestos de caza. La cima del Pico Liño se divisa enfrente y cierra la vista sobre los Picos de Europa. En cambio el mar aparece inmenso. La cresta se fractura y complica, por lo que descendemos al Hoyo Negro. Restos de cabañas, fuente, poza fangosa y vacas. La salida está por la derecha, por una senda que trepa por la ladera. Brezos y arbustos al principio. Luego, sólo hierba en el fuerte repecho final que nos deja en el rellano cimero (3h.25). Un vértice y una cruz de hierro presiden una cumbre amplia, venteada, que es excepcional balcón del Cuera, de Picos de Europa y del mar Cantábrico. Cabeza Ubena y Turbina (O) y Paisano (E) en el Cuera; los tres macizos de los Picos impresionantes con nieve; las montañas de Cantabria y el mar.Hora del regreso. Lo más sencillo es volver sobre nuestros pasos para evitar complicaciones, porque los cortados sobre Alles son profundos. Del Hoyo Negro iremos flanqueando Ubricario, Muesca y Braña para retornar al collado de Morea y de allí, por el tilo, bajar a la majada de Llandábames (4h.35). La pista de cemento nos devolverá a Alles (5h.10).