Intxurre, sobre Tolosa, geográficamente pertenece al macizo de Hernio, aunque está desgajada del tronco principal. Es una más entre las modestas montañas que debido a la proliferación de caminos se han devaluado, pero que aún figuran en el Catálogo de los Cien Montes.Aparcamiento junto a la Venta Santutxo, en la carretera de Bentaundi a Azpeitia. Es un gran caserío cuidado y encalado. En su fachada, un nicho guarda una imagen de Santa Ana. En el lateral son visibles las señales de una de rutas jacobeas más famosas de Gipuzkoa. Es el camino (ahora asfaltado) que conducía a la ermita de Santa Marina de Argisain.Caminamos por la carretera aproximadamente durante medio kilómetro, en dirección Beizama y Argisain. Los pinos cubren la ladera izquierda. Al otro lado se hunde entre el arbolado la dolina de Sorginzulo. En tiempos se utilizó como basurero. Al rato, con el cruce que lleva a la ermita de Santa Marina a la vista, encontramos (izquierda) un camino carretil ancho y empedrado a tramos, que sube por el bosque.Es nuestra ruta. Sigue el curso de un arroyo. Traza amplias curvas y remonta de manera suave, entre alerces y pinos, hasta el collado de Jangoain (0h.32'). Antes de llegar arriba podemos ver -hay que desviarse unos metros (dcha.)- la enorme boca de la cueva de Leizaundia. Es un sumidero natural que también fue usado como vertedero. Del alto, la pista baja hacia el barrio de Aldaba tras pasar por el caserío-granja Lopetedi. Es otra ruta de subida.Antes de llegar arriba aparece un desvío (izquierda). Es un pista de tierra, maltratada por las talas, que sube con mucha pendiente hasta alcanzar una hilera de palomeras camufladas entre los pinos. Algunas miden 15 metros de altura. Marcas de PR. También es habitual encontrar ganado suelto.La senda nos acerca al hilo de la loma tras superar un par de repechos entre pinos dispersos. Ya arriba, antes de alcanzar la cumbre, se encuentran las excavaciones de un castro celta que los arqueólogos remontan a la Edad de Hierro (siglo IV a. d.C.). Cubría 17 ha. Estaba amurallado y protegido por un foso. En un indicador de la importancia estratégica que tuvo el paraje de Iruntxur.

Dejamos atrás los pinos y salimos a terreno abierto. La cima de Iruntxur, Intxurre o Intxur (conocida de las tres maneras) está frente a nosotros. La divide una alambrada en mal estado que recorre la loma. Al otro lado se abre una campa en cuesta donde pace el ganado de la granja Lopetedi. Destaca un buzón colocado por el Intxurre MT de Alegia en 1976. Hay excelentes vistas hacia el sur, mientras que los pinos cierran parte el paisaje por el norte.Continuamos por el camino que llanea por un tramo despejado de la loma. Se asoma la cruz de Hernio. Luego alcanzamos el vértice geodésico (1h.05') situado en la cima Aldaba. Marcas de PR y amplia panorámica de Aralar y Txindoki, en frente.Hora de bajar. Perdemos altura en dirección a unas palomeras y la pista que las recorre. Cruce. Continuamos el descenso (derecha) por una cuesta repoblada de pinos, donde rebrotan castaños y robles. Tras varias zetas alcanzamos el refugio de Mandramuño (1h.35'). Es un edificio de cemento cerrado y francamente feo, protegido por una haya descomunal.Continuamos, siempre bajo el arbolado, hasta las palomeras. Poco después enlazamos con la pista de subida y pisamos a la carretera. Camino de Santutxo (2h.05') vemos un cruz de hierro en el arcén. La inscripción aún es legible. Recuerda a Ignacio Errezola, que murió allí en 1946. Es otra más de las muchas que hemos encontrado en nuestros paseos por Gipuzkoa: Zarateaitz, Trapalata...