Las Malloas marcan el imponente perfil de la sierra de Aralar en sus límites navarros. Una sucesión de cumbres que caen más mil metros en vertical hacia el valle de Araitz en contraste con el perfil más amable de su vertiente occidental y gipuzcoana, donde los pastos de altura suavizan la aproximación. Aún así, sea cual sea el elegido, el desnivel a salvar desde los pueblos que rodean Aralar es inevitable en busca de sus principales alturas. Una de ellas es Aldaon, el escolta hacia el norte de la principal cumbre de la sierra: Intzako dorrea o Irumugarrieta (1.430 m.).Desde Amezketa, la ascensión a Aldaon se convierte en una interesante y entretenida caminata que remonta el barranco de Arritzaga hasta la majada del mismo nombre, en el corazón mismo de Aralar. Un paseo que permite observar de cerca las principales cimas de la sierra y ascender a la más alta del Aralar guipuzcoano.En Amezketa hay que seguir los carteles que indican Aralar hasta el aparcamiento habilitado poco antes del puente de Berazeaga, por el que se cruza el arroyo Arritzaga para remontar el barranco por su margen derecha. Tras pasar a los pies de la aguja Anduitz y la borda del mismo nombre (0h.15'), el sinuoso sendero se adentra en la garganta y gana altura junto a los saltos de agua por un recorrido antaño realizado por los trabajadores de las minas Burruntzun. Más arriba incluso se puede ver todavía el cable utilizado para descender las vagonetas hasta el valle desde el cargadero de mineral, ahora rehabilitado como atracción turística (1h.00'), y la boca de una mina.El barranco se abre a partir de aquí mientras el sendero, que cruza un par de veces el río, discurre muy cerca de su cauce hasta alcanzar la majada de Arritzaga (1h.20'), donde hay un refugio abierto y fuente. Obviando las indicaciones y la senda principal, hay que continuar por la margen derecha en pos de nuestro objetivo, siguiendo las trochas de los animales. El valle se estrecha un poco más arriba por la presión de las laderas de Egurtegi antes de abrirse de nuevo. Es el momento de dejar la compañía de río y dirigirse ya por la izquierda (O) hacia las alturas de las Malloas (1h.40').

A la derecha se alza la doble cumbre de Urgoiti, cuya cónica silueta hay que bordear por la izquierda. Tras él se va asomando por fin Aldaon. Salvo en las inmediaciones de un corral, apenas hay sendero definido, así que se trata de buscar el camino más cómodo en el praderío, cada vez más salpicado de piedras según se va ganando altura. Rodeado ya Urgoiti, sólo queda remontar la empinada ladera de Aldaon hasta su despejada cumbre (2h.30').Entre las excelentes vistas, destaca hacia el sur, Intzako dorrea, que se muestra cercano y tentador. Sin embargo, esta vez nuestros pasos van en dirección contraria. Recorreremos un pequeño tramo de la divisoria hacia el norte, en busca de la cota menor de Beoain (2h.55'). Se puede seguir incluso hacia Uakorri y Artubi, pero por hoy es suficiente. Desde Beoain descenderemos hacia el oeste (izd.) dejando Egurtegi a la izquierda hasta las chabolas de la elevada majada de Latosa (3h.20'). Desde allí, un vestiginoso descenso por empinadas laderas sin camino definido lleva de vuelta a Arritzaga, donde en vez de desandar el camino de subida cruzaremos el río para seguir la senda que lleva a la majada de Ariñate (4h.00'). Desde allí solo queda un largo descenso por pista, acortado por algún atajo, hasta el aparcamiento (5h.00').