El macizo de Arno se eleva en los confines noroccidentales de Gipuzkoa, entre las cuencas de los ríos Artibai y Deba y delimitado al norte por el mar Cantábrico. Está constituido por varios cordales de altitud modesta aunque fuertes desniveles respecto a los valles que los colindan. El principal de ellos incluye la cota que da nombre a toda la sierra y es también el más interesante desde el punto de vista montañero, ya que su composición kárstica lo ha preservado de la humanización de la que adolecen los demás.
Se trata también de una montaña con un estrecho vínculo con el mar. Su cercanía al Cantábrico le convierte en una inmejorable atalaya que los marineros de los puertos próximos han aprovechado desde siempre. Tanto que también se le conoce como monte Bandera ya que se utilizaba para enviar mensajes visuales a los barcos. También es zona de paso de ancestrales caminos, incluido el de Santiago en su variante costera, que discurre por estos cordales.
Aunque el monte Arno atesora la fama, en realidad no es el más alto del macizo. Una cota más al sur, el Kanpatzar, lo supera por una decena de metros, aunque su inaccesibilidad le ha relegado a un segundo término. En la excursión de hoy desde el polje de Olatz le haremos justicia.
HITOS
Arno: 618 m. (UTM:30T 549064.86 E, 4791686.11 N)
Kanpatzar: 629 m. (UTM:30T 549030.00 E, 4791028.00 N)
Cómo llegar: AP-8 hasta salida 84 (Markina). BI-633 hasta Ondarroa. GI-638 hacia Mutriku hasta el desvío a Olatz (GI-3562) poco antes de entrar en el pueblo.
Cartografía: MTN 63-I (Ondarroa), 1:25.000, del IGN.
Horario: 3h40’. (1h55’ al Kanpatzar y 2h30’ al Arno).
Distancia: 10.0 km.
Desnivel positivo: 640 m.
Severidad del medio: 3
Dificultad orientación: 2
Dificultad del terreno: 3
Esfuerzo necesario: 3
Tipo recorrido: Circular
Aparcamos en la explanada de la ermita de San Isidro, pasamos ante la taberna Zelaiteta y enfilamos por el Camino de Santiago, aunque en el primer desvío lo dejamos para subir (izd) por una pista asfaltada que se adentra en otro valle. Pasamos ante el caserío Etxerre y las instalaciones de la extinta granja de visones Sakoneta y tomamos el siguiente desvío (izd). Lleva al caserío Iturritza pero no llegamos a él. Poco antes cruzamos un portón y cogemos (dch) un camino herboso que sube en zigzag.
Nos adentramos en una vaguada por la que remontamos hasta su cabecera (0h35’). Bajamos unos metros por la pista y en una bifurcación seguimos una camino herboso que llanea a media ladera y luego sube hasta desembocar en una pista. Hacia la derecha, y desechando desvíos, llega a otra pista que (izd) lleva al collado de Amegikurutz (1h00’), nudo de comunicaciones donde confluimos con varios senderos balizados y el Camino de Santiago. Continuamos por la pista de tierra que llanea (izd) hasta una bifurcación (poste de señales) donde subimos por la derecha al collado Lukorta (1h15’).
Una decena de metros más allá parte un camino que sube (izd) y discurre en paralelo al cordal con la caliza cada vez más presente. Pasa junto al desvío al Olitturri y, cuando empezamos a perder altura, nos muestra la mole caliza del Kanpatzar. Llegamos a una pequeña explanada herbosa (1h30’) donde seguimos de frente el sendero (hito) que se adentra en el encinar. Sube por el lapiaz a un pequeño colladito marcado con un hito donde nos desvíamos para subir al Kanpatzar. Sin sendero evidente y por terreno incómodo, buscamos a la derecha la abrupta cresta por la que nos encaramamos al buzón (1h55’).
De vuelta al camino, retomamos la travesía (dch). Más adelante, unos metros antes del cartel que señala el desvío a Ormola, seguimos otra senda marcada con una piedra donde pone ‘Bandera’. La subida también discurre por el lapiaz, pero la senda está perfectamente marcada por el uso y señalada con hitos y pintura azul hasta el vértice cimero (2h30’). Continuamos la travesía del cresterío, que nos lleva sin pérdida hasta la cruz y el buzón (2h45’). Es evidente que no está en el punto más alto de la montaña, pero sus vistas a la costa justifican su protagonismo.
Iniciamos el descenso por la cresta, que pronto se convierte en un sendero que pierde altura rápidamente. Siempre hacia la derecha, desembocamos en una pista con señales de GR y PR (3h10’) que seguimos ahora por la izquierda y que dibuja una gran curva para enfilar ya hacia Olatz, en un tramo donde dejamos atrás en lapiaz para transitar por una pista forestal de un bosque en el que los pinos van ganando terreno a las encinas según perdemos altura. Desembocamos así en el amplio y poblado collado de Apain (3h15’). Desde allí, solo queda seguir el Camino de Santiago de vuelta a Olatz (3h40’).