Hace unas semanas descubríamos la Calzada de Bernoa en su tramo guipuzcoano. Ese ancentral camino unía la costa con la tierras interiores como fundamental vía del comercio desarrollado desde el medievo hasta principios del siglo XIX. Uno de los puntos clave de paso era la comarca navarra de Burunda, donde fue una fuente de riqueza y desarrollo fundamental para sus pueblos y habitantes.
Las personas dedicadas a este oficio eran los arrieros o trajineros, que llegaron a representar un tercio de la población de la comarca. Era un oficio no exento de riesgos en forma de salteadores y ladrones o la tentación de contrabando y el extraperlo, sin olvidar de lo accidentado del terreno y las duras condiciones meteorológicas en las que tenían que realizar su trabajo. Aún así, a finales del siglo XVIII los arrieros constituían el sector más rico del valle. Pero su oficio cayó en crisis a lo largo del siglo XIX con la mejora de los caminos, la construcción de las primeras carreteras (el puerto de Lizarrusti se abrió en 1884) y la llegada del ferrocarril.
HITOS
Maiza: 1182 m. (UTM:30T 574707.32 E, 4747285.12 N) Puntuable para los Cien Montes.
Santa Marina: 1064 m. (UTM:30T 572131.00 E, 4746941.00 N)
Iruaitzeta: 1144 m. (UTM:30T 573872.00 E, 4747529.00 N)
Iruelorrieta: 1093 m. (UTM:30T 575788.00 E, 4746972.00 N)
Cómo llegar: Desde Bilbao, AP68 y N-240 a Vitoria, A-1 a Alsasua y A-10 hasta el desvío a Urdiain.
Cartografía: MTN 114-II (Altsasu-Alsasua), 1:25.000, del IGN.
En la excursión de hoy conoceremos el tramo de la Calzada que discurre por Urbasa, recuperado recientemente para el senderismo como la ruta GR-323. Saldremos de Urdiain, ascenderemos hasta la ermita de Santa Marina y tras una entretenida travesía por la sierra retornaremos al punto de salida por otro de los tramos de la vía medieval. En Urdiain, tomamos como referencia la iglesia de la Ascensión, un imponente templo del siglo XIV a cuya sombra podemos aparcar e informarnos de la ruta en un panel del GR. Desde allí, subimos por la calle Portuko hasta dejar atrás el núcleo rural por una pista cementada que enseguida pasa a ser de tierra mientras llanea entre huertas.
Este amplio camino principal será el que seguiremos durante un buen rato desechando los desvíos que surgen al paso. Y en caso de titubeo, las balizas rojiblancas del GR nos sacarán de dudas. Las hayas van cogiendo protagonismo hasta monopolizar el bosque en una entretenida subida. Más arriba, en un tramo en el que se llanea, encontramos un desvío donde un poste de señales avisa que el camino hacia Santa Marina es por la izquierda (0h.45’).
Le hacemos caso para continuar por una senda que más adelante se ensancha y gana altura mientras se aproxima a los cortados que protegen el altiplano. Pasamos bajo ellos antes de acceder a un primer balcón por un portillo con compuerta (1h.30’). Seguimos por la derecha para auparnos a una pequeña meseta en la que más adelante el camino realiza un amplio giro (izd) para subir al portillo de Urdiain (1h.40’). El Santa Marina se eleva, próximo, a la izquierda.
Primero pasamos por la cima (sin indicativos) y al poco alcanzamos la ermita y los refugios, donde está el buzón (1.55’). Iniciamos aquí una travesía junto a los cortados siguiendo un evidente sendero y disfrutando de las vistas.
Pronto llamará nuestra atención un roquedo en el que, si prestamos atención, divisaremos un par de ojos naturales (Gentilen zuloak). Son las peñas de Iruaitzeta, cima opcional con unos pasos de escalada (III). Dejamos atrás los riscos y tras bajar a un collado afrontamos la ascensión a la cima principal del día, el Maiza (2h.40’).
Iniciamos ya el descenso hacia el valle siguiendo la línea de cortados hacia el portillo de Etxarri, aunque antes pasaremos por la cima menor –apenas una loma– de Iruelorrieta, donde existe la vieja tradición del ‘mayo de Etxebarri’, un tronco de haya que se coloca el 1 de mayo, se tala a finales de mes y, según la leyenda, protege las cosechas del valle. En el portillo de Etxarri (3h.10’) seguimos el camino que desciende por la izquierda. Es la antigua calzada que unía Bakaiku con Zumbelz, que conserva algún tramo de empedrado.
Dejamos atrás el desvío a Etxarri Aranatz (dch) y completamos el largo descenso hasta Bakaiku (4h.05’). Aquí seguimos una pista, asfaltada a tramos, que discurre por la parcelaria y lleva a Iturmendi. Cruzamos el pueblo y afrontamos el tramo final, también entre prados, hasta Urdiain (4h.45’).