El tupido encinar que puebla ambas márgenes de la ría de Mundaka, Gernika o Urdaibai, que por los tres nombres es conocida, sobre todo la derecha, es un vestigio de las grandes masas boscosas que poblaron la costa cantábrica hace milenios, tras la última glaciación, épocas remotas en las que el clima era más cálido y seco. Hoy mantiene su presencia en el entorno de Urdaibai aprovechando su suelo calizo e irregular, con muy poca capacidad de almacenar y retener el agua.Todo ello hace que aventurarse en este bosque más allá de las ancestrales sendas abiertas en él sea un ejercicio abocado al extravío y los arañazos. Esos pocos caminos enlazan los pueblo que lo rodean y llegan a sus cumbres principales: Atxarre, Marua y Ereñozar. Hoy visitaremos las dos primeras en una ruta circular desde el remoto y bonito barrio de Akorda (Ibarrangelu).
HITOS
Marua Mendia: 362 m. (UTM:30T 527163.89 E, 4804059.22 N) Puntuable para los Cien Montes.
Atxarre: 312 m. (UTM:30T 526644.00 E, 4804891.00 N) Puntuable para los Cien Montes.
Cómo llegar: Desde Gernika, seguir por Kortezubi (BI-2238) a Ibarrangelu (BI-2237). Allí coger el desvío a Akorda por Allika (BI-4236)
Cartografía: MTN 38-IV (Elantxobe), 1:25.000, del IGN.
Desde su misma plaza, seguimos las marcas del PR-BI.161 por la carretera que lleva a Ibarrangelu. Enseguida, en un crucero, dejamos el asfalto para continuar entre campas hasta salir a la pista que lleva a Garteiz. En la misma curva cogemos un camino (dch.) que se adentra en el bosque y nos lleva al corazón del encinar. Tras un tramo en ascenso salimos a un pequeño rellano con tres castaños (por algo se llama Hirugaztañeta) y un banco de piedra (0h.20’). A la izquierda (señal) se aprecia el inicio de la senda al Marua. Afrontamos el tramo más áspero de la excursión. La senda se vuelve tupida en algunos puntos, como al principio, y los arañazos se hacen inevitables. Más arriba, en un sector llano, no deberemos pasar de largo un desvío a la izquierda que nos adentra en la parte más pedregosa de la ruta. Siempre sin abandonar el sendero, alcanzamos las rocas cimeras, coronadas por un buzón del Goizale y sin vista alguna (0h.45’). De vuelta a Hirugaztañeta), retomamos el camino principal hacia el Atxarre, mucho más agradecido. Atravesamos el rellano de Dantzaleku, obviamos (izd.) el desvío a Kanala (poste de señales) y afrontamos la subida final por una bonita senda alfombrada de roca caliza hasta la cima (1h.30’). Ocupada por una ermita del siglo XV que rinde advocación a San Pedro, aquí sí que disfrutaremos de uina preciosas vista a la desembocadura del río Oka y a toda la margen izquierda de la ría, con Sukarrieta justo enfrente y el Sollube dibujando el horizonte.Para el retorno a Akorda completaremos una ruta circular siguiendo un sendero que nace tras la ermita (marcas blancas y amarillas) y desciende por el encinar en la vertiente norte de la montaña. Más abajo desemboca en una camino por el que llegamos a Gametxo (1h.55’), otro barrio de Ibarrangelu. Desde allí, por la pista de cemento que los une (dch.), solo queda retornar a Akorda (2h.15’).