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Entre búnkeres y megalitos

Munarrikolanda (255 m.) y Santa Marina Tontorra (177 m.)

Bizkaia. El recorrido por los dos modestos cordales que tiene Sopela descubre sus restos prehistóricos y del Cinturón de Hierro

Viernes, 22 de Septiembre de 2023

Sopela es conocida por sus playas, pero también tiene montaña. Modesta, eso sí. Se trata de dos pequeños alineamientos que flanquean el valle del río Saitu y que mueren en el mismo Cantábrico. El cordal de la margen izquierda tiene como punto culminante el Mugarrikolanda -como curiosidad el monte más bajo del Catálogo de cimas de la EMF- y acoge una importante estación megalítica, además de algunos restos del Cinturón de Hierro.
En la margen derecha del Sautu se eleva el cordal de Fraidemendi que se extiende de este a oeste a una menor altura, desde la línea de costa hasta el roquedo de las peñas de Santa Marina. El complicado acceso de estos roquedos sirvió para construir numerosos elementos defensivos del Cinturón de Hierro, puestos en valor en los últimos años y que visitaremos en el recorrido de hoy, una ruta circular por ambos alineamientos con salida y llegada en Urduliz.

HITOS

  • Santa Marina Tontorra: 177 m. (UTM:30T 537797.12 E, 4801446.53 N)

  • Munarrikolanda: 255 m. (UTM:30T 503193.23 E, 4800792.74 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Cómo llegar: A-8 y La Avanzada (BI-637) hasta Sopela. Allí seguir señales al hospital de Urduliz. La iglesia de Santa María está al lado. También Metro.

  • Cartografía: MTN 37-IV (Algorta), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 3h20’ (0h50’ a Santa Marina y 1h35’ al Munarrikolanda)
  • Distancia: 10.0 km.
  • Desnivel positivo: 285 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 4
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Circular
Partimos de la Iglesia de Santa María (s. XVI), próxima al hospital. Cruzamos entre los edificios en construcción hasta el inicio del recorrido del Cinturón de Hierro (poste señales). Tomamos aquí un camino asfaltado que sube (izd) por detrás del hospital con vistas a las peñas de Urduliz. Siguiendo las balizas del Cinturón, a la altura de unos invernaderos (0h15’) dejamos el asfalto para subir por un camino herboso que tras varios zigzags llega al cordal a la altura de una gran peña (0h25’).
Un sendero inicia aquí el recorrido de la cresta entre jóvenes eucaliptos y robles. No tardamos en descubrir los dos primeros búnkeres en torno a una gran roca. Más tarde alcanzamos un collado con panel y poste señales en un tramo donde las trincheras son muy evidentes. Por la derecha, el sendero nos lleva a los pies el Lukiatxa (0h35’), con otro bunker en su base. El acceso más sencillo es por la otra vertiente, una trepada no especialmente difícil (F+) aunque aérea. Los que no se atrevan con ella tienen en la peña inmediatamente posterior una excelente panorámica del valle hasta el Cantábrico con un panel explicativo.
La senda, que en algunos momentos discurre por las propias trincheras, continúa por la cresta, dejándose caer en algunos puntos hacia la derecha para evitar los pasos más complicados. Tras sortear u par de alambradas nos acaba por situar a los pies del Moruatxa. Es inaccesible desde aquí sin material de escalada, así que nos dejamos caer (dch) por un empinado y sinuoso sendero hasta el Parque de la Memoria (0h40’). Lo atravesamos hasta una señal que indica Peña SantaMarina, desde donde subimos al collado entre el Moruatxa (izd) y el Santa Marina (dch). De nuevo alcanzar sus puntos culminantes requiere el uso de las manos, con pasos algo más complicados y aéreos en el primero (F+) que en el segundo (0h50’).
Volvemos al Parque de la Memoria para continuar hasta el camino asfaltado que lleva a la ermita, pasa a la vertiente opuesta y acaba por descender, junto al cementerio, a la carretera que viene de Unbe (1h10’). Por la cuneta (izd) llegamos casi al cruce que lleva al alto. Allí, un pista convertida en sus primeros tramos en vertedero nos sube sin desvíos hasta el cordal del Munarrikolanda. La cercana cima (izd) se encuentra tras rodear un búnker (1h.35’).
Bajamos a una pista cercana y afrontamos la travesía por la divisoria hacia Sopela (O), en la que pasaremos por varios túmulos y la modesta cota del Saierri (2h05’) antes de descender al pueblo. Tras la primera casa nos dejamos guiar por el GR-280 (Vuelta a Uribe Kosta), que nos lleva hasta el núcleo urbano y el parque de Mugarri (2h40’). Aquí, un panel profundiza en nuestro siguiente objetivo, el curioso mugarri de Fraidemendi, de gran tradición en el pueblo pero de origen misterioso.
Para alcanzarlo subimos por el camino vecinal que empieza en el parque y cogemos el primer desvío (izd), que lleva a la campa del monolito (2h50’). Estamos ya en la divisoria, que seguimos hasta la cima del Fraidemendi, una explanada ocupada por un gran depósito de aguas sin mayor interés. Desde allí nos dejamos caer (dch) a la pista que lleva al depósito. Una senda continúa por el cordal. Desemboca en el final de un camino vecinal asfaltado. Por la izquierda descendemos sin más dilación hasta Urduliz (3h20’).

 

 

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