Ginea, población alavesa situada a unos 35 kilómetros de Vitoria, nos recibe con sus calles solitarias en las que todavía se saborea un marcado carácter rural. Junto a la iglesia de San Martín se inicia monte arriba el ascenso hasta un cercano abrevadero tras el cual se accede a una pista, que pronto se ensancha y conduce al barranco por el que habrá que ascender para dirigirnos a la primera cumbre del recorrido, el monte Kruzeta. Sin salvar fuertes desniveles, la pista se interna por este barranco y pronto atraviesa un encinar, arbolado muy característico de la vertiente sur de las sierra de Arkamu y Badaia.
Pronto se descubre una desviación (0h.25’), que se orienta a la derecha, y al lado de ella una charca. No hay que tomarla y sí continuar por la pista que traemos, hasta ganar altura mientras el horizonte se perfila con sus recortes de montañas a nuestras espaldas. La monótona ascensión se hace larga y da la sensación de que no se llega nunca al collado que separa las cimas de Kruzeta y Repico. Tras superar un pequeño hayedo, junto al cual se forman otras dos pequeñas charcas, se pasa al lado de un abrevadero poco antes de llegar al collado de Pozo Portillo (1h.).
Unos metros antes del abrevadero es el momento de desviarse a la derecha, hacia la visible cumbre de Kruzeta, mientras se contempla la boca de la cercana Cueva Molina. Se gana altura por el camino posible ya que el terreno es kárstico y accidentado. En esta parte final hay que prestar atención si hay niebla. A la cima (1h.20’) se llega en el momento en el que se descubre un monolito de piedras de unos dos metros de altura. La panorámica, abierta sobre una amplia extensión de la geografía alavesa, permite contemplar otras montañas más alejadas como las de la Sierra de La Demanda. A Kruzeta también se puede ascender desde el pueblo de Arriano, situado en el valle de Basabe, al norte, o bien en travesía desde la cota de Montemayor, a donde se sube desde los pueblos de Artaza o Jócano. La sierra forma impresionantes acantilados que caen a pico sobre ese valle, mientras que por el valle de Lakozmonte, de donde venimos, las laderas son suaves y están cubiertas por el encinar.
De regreso al abrevadero, por encima de él se accede a la amplia balsa de Pozo Portillo (1h.35’). Junto a ella, una pista nos conduce en dirección noroeste al monte Repico, visible desde la zona, aunque llega un momento en el que cada cual tendrá que buscar la mejor opción para ascender, siempre en días de buena visibilidad, ya que los senderos no son muy perceptibles y no existe uno definido. La parte superior de Repico se alza sobre un caos kárstico, pero casi siempre se aprecia el vértice geodésico de su cumbre, que ayuda mucho en la orientación. Desde la cima, que es la máxima altura de la sierra, (2h.10’) se contempla la vertiente oeste de alavesa, la que mira ya a tierras de Burgos. Por el norte, la sierra de Arkamu se extiende en un largo cordal.
HITOS
Repico: 1188 m. (UTM:30T 497991.57 E, 4748411.78 N) Puntuable para los Cien Montes.
Kruzeta: 1169 m. (UTM:30T 499893.00 E, 4747442.00 N)
Cómo llegar: N-102, luego N-I, salida Nanclares de la Oca. A.2622 y A-3314 hacia Subijana Morillas. Allí, A-3318 hasta Ginea.
De regreso, y si se dispone de tiempo, se pueden ascender otras cercanas cotas, secundarias pero no por ello menos atractivas. Conviene no perder la orientación y llegar nuevamente a la depresión de Puerto Portillo (2h.35’) desde donde se retoma la pista para bajar hasta Ginea (3h.35’), no sin antes visitar la entrada de la cueva Molina . También, desde el portillo, en dirección norte, junto a los cortados que se desprenden hacia el valle de Basabe, se puede visitar un espectacular agujero natural abierto hacia el abismo. Se trata del denominado ‘Bujero Orao’ u ‘Ojo de Ruciribai’, muy cercano al collado de Mellaria, en el camino que baja hacia Arriano.