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Cumbres olvidadas de Mena

San Bartolomé (579 m.)

Paseo por bosque hasta San Bartolomé, encima de Artieta

Viernes, 09 de Febrero de 2018

El Valle de Mena está encajado entre los Montes de Ordunte, al norte, y la cresta caliza de los Montes de la Peña, que lo cierra por el sur. Por su fondo corren otras dos líneas montañosas de menor entidad. Una de ellas comienza en el pico San Miguel, límite con Álava, sigue por Socueto y San Bartolomé y termina en Peña Tarriba, encima de la estación de Ungo-Nava. Estas dos últimas son hoy nuestro objetivo. Tarriba es accesible por Menamayor, pueblo ganadero con buenas casonas y apeadero de tren. Desde la base, la cima aparece cubierta por un espesa masa de encinas, rebollos y madroños, también llamados bortos, intransitable salvo para cabras y jabalíes. Es poco visitado debido a esta espesura y la cercanía de cimas más renombradas.Al otro lado del puente de Menamayor aparcamos en una plazoleta con fuente y abrevadero. La aproximación es sencilla. Caminamos por una calle cementada (izd.) que sale de pueblo hasta un cruce cercano (0h.05’). Por la izquierda baja a Maltrana, mientras que de frente sube una pista pendiente, con grava a tramos, que gana altura entre prados vallados y vacas.

HITOS

  • San Bartolomé: 579 m. (UTM:30T 446056.23 E, 4616251.32 N)

  • Cómo llegar: N-629 Mercadillo (Villasana). BU-544 desvío Mena Mayor.

  • Cartografía: MTN 85-IV (Villasana de Mena), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 2h.00’ (0h.55’ hasta la cima).
  • Distancia: 9.6 km.
  • Desnivel positivo: 120 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 2
  • Tipo recorrido: Circular
Al rato se suaviza y, tras meterse entre pinos y encinas, alcanza un primer rellano llamado Los Rebollos, con una barrera (0h.55’). Llanea, deja al lado un gran colmenar (atención) y pierde altura por la vertiente de Opio entre monte de pinos y carrascos hasta un nuevo cierre (1h.05’). Tras cruzarlo, vuelve a ganar altura. La pendiente se nota hasta una curva (1h.25’) brusca (izd.). La espesura de madroños forma una muralla. Sigue un llaneo por un descansadero de vacas lleno de boñigas y llega a una barrera y una señal de tráfico (1h.30’) que prohibe expresamente el paso a los vehículos todoterreno.Allí comienza un cortafuego pendiente, embarrado con lluvia, que surca el bortedo y alcanza el alto de la meseta despejada. Es un venteadero de vacas y cabras con un montón de piedras en el punto más elevado (1h.55’). Las vistas sobre los montes de Ordunte son magníficas. Lo intrincado de la maleza impide improvisar, así que lo mejor es retornar por la ruta de subida (3h.05’).San Bartolomé está encima de Artieta, a 5 kilómetros en línea recta de Menamayor. Antes, hasta el éxodo rural, estaban comunicados por unos caminos que han desaparecido por falta de uso. Es un pueblo recostado en el carasol de una loma, entre prados y vaquerías, con buenas casas y pocos vecinos. A San Bartolomé, invisible desde nuestra posición, se llega por el viejo camino de Berrándulez, que pasa por la fuente municipal (izd.) y desciende hasta este pueblo abandonado. Es una pista ancha, reforzada con grava, que desciende entre encinas hasta la hondonada donde se asienta la población (0h.20’). Algunas casas han sido reformadas por los nuevos propietarios.De frente sube una pista antigua que entra en el encinar (cancela). Sigue un repecho por una zona adehesada donde pastan vacas que acaba en una meseta despejada y herbosa (0h.40’). Cruce de pistas. Caminamos (NO) hacia el encinar. Tras pasar otra cancela, la pista llanea. Pronto vemos un cortafuego (dch.), luego senda que entra en el carrascal y termina en la cima del San Bartolomé (0h.55’).El alto está ocupado por los muros de una ermita con un hito encima. Carece de vistas. Debajo se adivina el valle de Ayega, también burgalés. Vuelta hasta el cruce de caminos (1h.20’). Aquí variamos la ruta. Bajamos a Artieta por una pista para todoterrenos (izd.) entre los pastizales. Llanea, sube hasta unos depósitos de agua y pierde altura en dirección al pueblo. Tres cancelas de alambre después (no olvidarse de volverlas a cerrar) y, tras dejar de lado un pequeño pero profundo embalse, entramos las casas altas del pueblo (2h.00’).

 

 

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