Los 945 metros del Arriaundi constituyen la máxima elevación de una pequeña sierra constituida por varias cimas de altitud modesta y que separa los valles de Juslapeña y Gulibar. Situada a vista de pájaro del acceso a La Barranka, su cima ofrece una magnífica y privilegiada panorámica de la cuenca de Pamplona que se alarga hasta las montañas pirenaicas en días despejados. Tan excelente ubicación hizo de Arriaundi un lugar estratégico en el control del acceso a la capital del Viejo Reino desde el noroeste.
Así se debe entender el descubrimiento en su cima hace unos años de unos importantes restos arquitectónicos. Inicialmente se pensó que eran las ruinas de la ermita de San Gregorio, como también se conoce a este monte, pero una investigación más profunda reveló que son los restos del monasterio de San Esteban de Juslapeña, que data de entre los siglos X y XI, un verdadero tesoro de la época medieval y considerado uno de los edificios religiosos cristianos más antiguos de Navarra.
No terminan aquí los vestigios medievales de esta sierra. Su extremo norte lo marca el collado Masko o Gorostieta, presidido por la ermita de San Bartolomé (S. XIII) y por el que pasa la Cañada Real de las Provincias, ancestral camino pecuario utilizado por el ganado transhumante y que unía los pastos pirenaicos de verano en el corazón de Gipuzkoa con los de invierno a orillas del Ebro, en la ribera navarra. El sendero también es conocido en Gipuzkoa como Cañada de los Toros, porque por ella se les trasladaba desde Navarra a los festivales taurinos de poblaciones como Azpeitia y Deba desde mediados del siglo XVI.
En la excursión de hoy recorreremos íntegramente el cordal partiendo de Larunbe, coqueto pueblo que se levanta al socaire del Arriaundi. Desde el frontón, subimos por la calle que vertebra el pueblo camino de la iglesia, a la que no llegamos. Después de la última casa y un abrevadero donde se puede llenar la cantimplora cogemos a la izquierda un carretil.
El camino gana altura, supera un portón (0h20’) y no tarda en adentrarse en el bosque. En un claro (0h40’) nos plantamos ante una bifurcación. Seguimos (dch) un sendero que se adentra en lo más tupido del marojal tras cruzar una valla y nos lleva a un amplio collado (0h45’) en medio del hayedo en el que confluyen caminos desde los cuatro puntos cardinales. Nosotros seguimos ahora el de la izquierda (NO) en busca del Mendurrotz. La senda serpentea por el hayedo hasta un pequeño collado, donde gira la izquierda y enfila ya hasta la cumbre, señalada con un hito (1h10’).
HITOS
San Bartolomé: 924 m. (UTM:30T 602778.85 E, 4752581.88 N)
Mendurrotz: 923 m. (UTM:30T 601893.00 E, 4753331.00 N)
San Gregorio / Harriaundi: 942 m. (UTM:30T 601985.00 E, 4751669.00 N)
Volvemos sobre nuestros pasos al amplio cruce de caminos, donde seguimos al este (izd) el vial que lleva al collado Masko, punto de paso de la Cañada Real de las Provincias y presidido por la cercana ermita de San Bartolomé (1h40’). El refugio que tiene adosado servía de cobijo a los pastores trashumantes de la cañada, que discurría por la desaparecida calzada romana entre Ultzama y Atondo.
De vuelta a la calzada, cogemos un senderito que nace un poco antes del desvío a la ermita. Bien marcado en la hojarasca y señalado con hitos, remonta por la vertiente norte del Mintxegi hasta salir a terreno abierto. Desde allí solo queda seguir alguna de las trochas para alcanzar el vértice geodésico (1h55’) y disfrutar de las vistas. A partir de aquí el camino es evidente. Se trata de seguir el cordal que tenemos delante. Bajamos primero al collado que da acceso a la antena. Tras la caseta cogemos un sendero que se aúpa a la cresta para llevarnos primero al Urrutxaga (2h10’) y seguir luego hasta el Arriaundi (2h30’). Las excavaciones han sacado a la luz parte de la planta del monasterio.
Retornamos ya a Larumbe. Seguimos la cresta hasta encontrarnos con una senda que desciende hacia el valle y más abajo se convierte en un camino por el hayedo. A medio descenso, cuando el camino gira y enfila hacia el fondo del valle (dch) lo dejamos para coger un senderito (izd) que sigue bajando cerca del precipicio. Con los tejados del pueblo a la vista, la senda sale a una pista que, tras pasar por la iglesia de San Vicente, nos lleva a Larunbe (3h10’).