El Parque Natural de Izki está situado a 31 kilómetros de Vitoria, al sureste de Álava. Fue declarado Parque Natural en 1998. En su interior alberga una gran diversidad de paisajes y es el tercer espacio natural más grande de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Izki es, en esencia, bosque y roca. El marojo es su principal protagonista, seguido por el haya, la carrasca y el quejigo. Sus mesetas, cortados, desfiladeros y rasos forman un intrincado laberinto. Recorrerlo con los sentidos despiertos es más que un paseo. Perderse dentro de sus bosques da la sensación de ser un explorador. Es un rincón ideal para realizar turismo ornitológico, paseos y excursiones a pie.

Dejamos el vehículo en el amplio parking de Apellaniz, que suele estar colapsado por autocaravanas los fines de semana. Fuente frente a la iglesia. Salimos a la calle principal y vamos calle arriba (S) en dirección a la sierra (S). Cruces consecutivos. Vamos a la derecha en ambos (NO).

El vial de cemento mantiene la altura hasta llegar a una nueva bifurcación en una casa semirruinosa de reja verde (0h.10’). Tomamos el de la izquierda (O) y abandonamos el cemento. Nuevo desvío y letrero informativo (0h.20’). Comenzamos a ganar altura entre hayas (N). La senda nos acerca a los farallones. Collado (0h.35’). A la izquierda (S). Agradable paseo por terreno despejado. Cruce. A la derecha (O). Nos metemos en el hayedo. Llaneamos hasta una valla de madera a la izquierda de la vereda (0h.45’).

Abandonamos el bosque y salimos al prado en ligero ascenso entre enebros (E). Letreros indicadores. Sin pérdida posible, alcanzamos el vértice, la cruz y el viejo buzón (1961) de San Cristóbal (1h.00’). Vistas soberbias. Desandamos los pasos hasta los letreros indicadores (1h.15’). Estamos al borde del corte. No es una gran caída. Avanzamos por su filo por la denominada ‘Senda del cartero’.

El avance es cómodo, sin apenas desniveles (O). Llegamos a la cima de Arburu (1h.25’). Una piedra pintada a mano así lo atestigua. Caminamos entre el filo del cantil y una alambrada. Topamos con una pista que se desvía a la derecha y nos aparta del abismo. Evitamos caer en la tentación de seguirla y continuamos por el borde. Puerta en el tendido espinoso (1h.50’). Pasamos al otro lado y llegamos a los buzones del San Justi (2h.00’). Vértice algo más lejano.

Tras el descanso, retrocedemos (N) hasta una pista que desciende al llano (S). Letreros indicadores. Luego regresaremos a ellos para volver a Apellaniz. Caminamos entre prados (S) hasta encontrar una valla con puerta habilitada a la izquierda (2h.25’). La cruzamos. Seguimos una senda (E) que se interna entre los bojes y luego en el hayedo. Nos conduce hasta la Peña del Arco o La Balzarra (2h.40’). Toma su nombre de su curioso arco natural. Ninguna marca.

Retornamos a la valla, luego al camino hasta llegar a los letreros indicadores antes citados (3h.05’). Tomamos la trocha de la derecha (NE) que se hunde en el hayedo denominada ‘Senda Txarabitana nº 10 El Raso’. Nos conducirá de vuelta al vehículo. Ahora hacemos el camino a la inversa por el Raso y no por los altos. Verja (3h.15’). La cruzamos. Cruce (3h.45’). El de la derecha mantiene altura. Descendemos por la derecha.

Pisamos afloramientos calizos. Buscamos unos postes con un punto amarillo. Presa casi colmatada (4h.10’). Aquí parte una pista a la izquierda que conduce hasta Apellaniz pero da un rodeo. Nosotros acortamos. Nos acercamos al cierre. Unos peldaños descienden hasta un camino que avanza paralelo el cauce libre del arroyo. Los seguimos. Verja (4h.25’). Estamos ya en la parte alta del pueblo. En pocos pasos finalizamos el recorrido (4h.30’).