El remoto valle de Arana, en los límites orientales de Álava con Navarra, se encajona entre las últimas cumbres de los Montes de Iturrieta antes de fundirse con Entzia/Urbasa y el extremo septentrional de la sierra de Lokiz. Los numerosos yacimientos arqueológicos que se extienden por todo el valle muestran que ya estuvo habitado hace miles de años. En épocas más recientes, su condición fronteriza lo convirtió en un enclave estratégico. Primero perteneció al Reino de Navarra, pero a partir de la conquista de Álava y Gipuzkoa en 1200 por parte de Castilla, el Valle de Arana quedó convertido en comarca fronteriza en manos castellanas.

Uno de los núcleos de Arana es Kontrasta, situada en la entrada oriental del valle, sobre un promontorio llamado Mendi. Su ubicación le dotó de gran importancia en la edad media ya que protegia ese flanco de la frontera con Navarra y los caminos que desde Kampezu iban hacia Navarra por Larraona y a la llanada alavesa por el puerto de Iturrieta. Como típica villa medieval, estuvo amurallada, con un torre al norte, hoy desaparecida, y una iglesia-fortaleza al sur. Alfonso X fue quien puso el nombre a la villa, que deriva del latín (contrasta=resistencia).

Kontrasta es el punto de partida para esta excursión, que recorre las cumbres más orientales de los Montes de Iturrieta, hasta el portillo de Santa Teodosia: Ilarratza/San Kristobal y las cotas menores de Kapitate, sombrerete y Txandi. Desde la plaza del pueblo, cruzamos la carretera y el bonito paso bajo la iglesia. Desde el frontón, subimos por la calle que lleva al cementerio. En el cruce adyacente seguimos de frente dando cara a los farallones del Ilarratza.

Pronto comenzamos a ganar altura por un camino muy húmedo que bordea los crestones hasta situarnos en la vertiente oriental de la montaña. Más arriba, el camino comienza a llanear. Es el momento de abandonarlo y remontar (izd) el hayedo por una desdibujada senda. Al principio, unos puntos rojos en los árboles pueden servir de guía, aunque más arriba desaparecen y hay que buscar los puntos más amables del terreno. No tardaremos en divisar entre el ramaje las antenas, a las que accedemos tras superar una alambrada por un paso.

Pero las torres de comunicaciones no son el punto culminante del Ilarratza/San Kristobal. La cumbre se sitúa setecientos metros más allá en medio del hayedo, siguiendo la cresta cimera, y está señalada por dos buzones (1h.05’). Hasta tres cumbres alavesas comparten el nombre de este santo. En el caso del Ilarratza, de la ermita que le dio el nombre no queda ni rastro y la tradición asegura que la figura del santo es la que existe en la ermita de Ullibarri Arana.

Iniciamos aquí la entretenida travesía por el cordal de los Montes de Iturrieta hasta la ermita de Santa Teodosia. Un evidente sendero nos guía en todo momento, aunque un poco más adelante sale a la pista de las antenas hasta el portillo Nuevo o Eskorripe. Allí, retomamos el sendero, que nos lleva hasta la primera de las cotas de este tramo, Kapitate, coronada por un vértice geodésico y un buzón.

Las dos siguientes cumbres son apenas unas lomas en el cordal -Sombrerete y Txandi- y no tienen distintivo alguno, pese a que la segunda de ellas es incluso más alta que el Ilarratza. Desde el Txandi descendemos a la ermita de Santa Teodosia (2h.40’), la más importante del valle. Por la carretera de acceso, bajamos 250 metros hasta un desvío señalizado con un poste de señales. Tomamos aquí un camino que en realidad es el viejo vial de acceso al templo antes de la construcción de la carretera. Transitamos por el PR-A-66 hasta las inmediaciones de Alda, donde seguimos el PR-A-65 para, tras pasar por Ullibarri-Arana, seguir por la parcelaria hasta Kontrasta (4h.30’).