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En el corazón de Gipuzkoa

Txarabeltz / Atxabal (692 m.)

El Atxabal/Txarabeltz se eleva vertiginoso sobre elvalle del Ibai-Eder prácticamente en el centro geográfico del territorio vecino

Martes, 19 de Febrero de 2008

El macizo de Murumendi se eleva en el centro geográfico de Gipuzkoa como eje vertebrador del Goierri. Extiende sus tentáculos en forma de cordales hasta Beasain, Azpeitia, Tolosa y Urretxu. Son alturas modestas, que no llegan a los mil metros, pero que conforman valles angostos con laderas de fuertes pendientes.
Un claro ejemplo de todo ello es el Atxabal/Txarabeltz. Se sitúa al Este del Murumendi, sobre el barranco del río Ibaieder, a cuya vera disfrutan de la tranquilidad que les otorga su remota situación el pequeño núcleo de Matxinbenta, apenas media docena de casas agolpadas en torno a la iglesia y el frontón. Es el punto de inicio y final de una ascensión que nos llevará a rodear la montaña, subiendo por su vertiente meridional y descendiendo por la cara que da al embalse Ibai-Eder.
El único lugar donde dejar el coche en Matxinbenta es el pequeño aparcamiento que hay detrás del frontón. Debemos caminar medio kilómetro por la carretera en dirección al alto de Mandubia, hasta que cruzamos el arroyo Atxabal, que no pasa desapercibido por el cartel que lo identifica. A la izquierda nace una pista cementada y protegida por un portón que asciende hacia el caserío Endrio (0h.15'). Superamos otra barrera, pasamos junto a un caserío en ruinas y continuamos por la pista, ya de tierra.
Es un tramo en el que el camino gana altura dibujando varias curvas de herradura. En la segunda desde el caserío en ruinas seguimos a la derecha un sendero. Primero gana altura, pero más adelante, al atravesar el espolón rocoso que caracteriza esta vertiente sur del Txarabeltz, desciende hacia el río Atxabal, aunque no llega hasta el cauce. Pronto retoma la ascensión y, tras un par de reveltas, enfila directamente hacia el collado Endriokorta, presidido por el caserío del mismo nombre (1h.00'). El edificio, aparentemente en estado semirruinoso, es utilizado como cuadra para el rebaño de cabras que pastorea por las escarpadas laderas de la montaña.
Justo tras la casa nace el camino que lleva a la cumbre. Es un sendero que sube por el mismo cordal hasta la base de un promontorio que se puede salvar de frente o por cualquiera de sus lados. El caso es auparse a él para seguir ascendiendo hasta la base del espinazo de roca cimero (1h.20'). Un paso entre dos lajas nos da acceso a un pasillo que discurre entre la caliza, aunque en algún punto se angosta y nos debemos ayudar con las manos. Tras la última chimenea, ante nosotros aparecen el buzón-seta y el vertice (1h.25'), clavados en la incómoda y abrupta cumbre. Los árboles solo dejan adivinar las cumbres que se alzan alrededor, así que retornamos al collado Endriokorta (1h.40').

HITOS

  • Txarabeltz / Atxabal: 692 m. (UTM:30T 562605.62 E, 4772861.75 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Cómo llegar: En Azpeitia, seguir la GI-2635 (dirección Beasain) por Urrestilla y Nuarbe hasta Matxinbenta

  • Cartografía: MTN 88-II (Zumarraga), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 4h.00' (1h.25' al Atxabal/Txarabeltz y 2h.00' al Pagorriaga.
  • Distancia: 11.0 km.
  • Desnivel positivo: 760 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 3
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Ida y vuelta
Por la izquierda desciende la larga pista que nos devuelve al valle, pero daremos una alegría a los 'tatxacimas' con la visita al cercano Pagorriaga. Para ello seguimos la pista que remonta de frente recorriendo la vertiente meridional del Pagorriaga hasta el acceso al agroturismo del mismo nombre (1h.55'). Allí mismo, hasta donde llega una pista de cemento que lleva a la base del Murumendi, tomamos (izd.) un amplio camino herboso que en cinco minutos nos lleva a la cima –sin buzón– del Pagorriaga (2h.00'). Como curiosidad, Esta cima es catorce metros más alta que el Atxabal, pero no tiene su condición de 'centenaria', sin duda por la humanización de su entorno y por su escasa prominencia.
Retornamos a Endriokorta y, ahora sí, descendemos hacia el valle (dch.). En el primer tramo disfrutaremos de una excelente panorámica del Atxabal y luego, tras un recodo, el valle del Ibai-Eder y su embalse serán los que dominen el paisaje. Ya abajo, a la altura de una fuente, junto al embalse (2h.40'), desembocamos en la pista que lleva al caserío Igartzola. Allí salimos a la carretera y por el asfalto retornamos a Matxinbenta (4h.00'), no sin antes disfrutar de un agradable paseo junto al río los últimos metros camino del pueblo

 

 

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