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Entre Arana y Campezo

Txintxularri (1.124 m.), Perriain (1.122 m.) y Somorredondo (1.077 m.)

La vertiente alavesa de la sierra de Lokiz suaviza sus agrestes cortados en los trigales de Campezo

Viernes, 18 de Octubre de 2019

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Las ricas tierras de Campezo han estado habitadas desde la prehistoria. Crónicas romanas apuntan que en el año 18 a. c. estaban ocupadas por los várdulos. En el año 823, el general árabe Abd-Al-Karín arrasó el valle. La zona se repobló y reconstruyó durante el reinado de Alfonso VI de Castilla. Su situación estratégica ha sido siempre motivo de disputa entre los reinos de Navarra y Castilla. Orbiso, punto de salida y llegada de la ruta de hoy, tuvo un lugar destacado en las rutas comerciales entre el mar y el interior.
La localidad está situada en una amplia llanura al amparo del desfiladero por el que fluye el río Istora y al socaire de la vertiente alavesa de la sierra de Lokiz. Disfrutó de su mayor prosperidad entre los siglos XVI y XIX, momento en el que adquiere el título de Villa. Su caserío es pulcro y ordenado. Fue municipio independiente hasta 1965. En la actualidad forma un concejo dentro del de Santa Cruz de Campezo.
Aparcamos el vehículo junto a la báscula. Cartel informativo sobre la s rutas que ofrece la comarca. Marchamos por su calle Mayor hacia la sierra (NO). Pasamos junto al lavadero y fuente. Continuamos por la pista (E). Tomamos un ramal que nace a nuestra izquierda (N) marcado como PR.A-71 (Senda Marquillano) (0h.07’). Cruce y leñera (0h.10’).
Seguimos por la izquierda (N) en fuerte ascenso. Pasada una curva en herradura (0h.30’), vemos a la izquierda unos hitos y un indicador de la ruta que llevamos. Progresamos (N) a la vez que ganamos metros por un mágico túnel horadado entre boj y encinas hasta salir a un cortafuego frente a una encina centenaria (1h.05’). Giramos a la izquierda (N). La cuesta se suaviza, escapamos de la prisión vegetal y alcanzamos el Somorredondo (1h.45’), señalada por un vértice geodésico u con amplias vistas sobre el valle de Arana.

HITOS

  • Perriain: 1122 m. (UTM:30T 555016.23 E, 4731862.62 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Somorredondo: 1077 m. (UTM:30T 553958.83 E, 4730986.69 N)

  • Txintxularri: 1124 m. (UTM:30T 554226.00 E, 4731718.00 N)

  • Cómo llegar: AP-68 hasta Vitoria/Gazteiz; A-1 dirección Pamplona; Salida 357 A-2134 Lizarra/Estella por Azáceta; A-132 Santa Cruz de Campezo y luego la A-4161.

  • Cartografía: MTN 139-IV (Kanpezu), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 4 horas 55 segundos (1h.45’a Somorredondo; 2h.10’ al Txintxularri y 2h.35 a Perriain).
  • Distancia: 15.0 km.
  • Desnivel positivo: 680 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Ida y vuelta
Desde este punto se puede apreciar con claridad el cordal que vamos a seguir. Enlazamos sendas difusas (NE) sin perder altura hasta llegar al Txintxularri (2h.10’). Cima alargada indicada con un simple montón de piedras. Cruzamos la alambrada, atravesamos el hayedo y salimos a la cima del Perriain o Cruz de Alda, como es más conocida (2h.35’). Buzón de C.M. Manuel Iradier y cruz de madera. Durante años fue la cima más alta del cordal, pero las nuevas y más precisas mediciones con gps han otorgado ese honor al Txintxularri por apenas un par de metros.
Regresamos por el valle que tenemos delante (S). Una senda lo cruza (E). Vamos por ella hasta llegar a una charca en una confluencia de caminos (3h.00’). Este punto es el más delicado de la jornada. Avanzamos (S) por una trocha desdibujada y jalonada por enebros. Una suerte de hitos nos evita internarnos en el tentador hayedo. La abandonamos por la izquierda hasta dar con una cancela de metal (3h.15’). Cruzamos y marchamos por la linde del hayedo con la alambrada a nuestra derecha. Marcas de PR desdibujadas.
Perdemos altura y más abajo conectamos con el camino que asciende por la impresionante angostura de la regata Recabión (3h.30’). Proseguimos hasta encontrar una valla metálica a nuestra derecha (3h.55’). Marcas de PR. Pasamos al otro lado y avanzamos siempre al oeste sin perder las marcas verdes y blancas de pintura. La pista progresa entre piezas de cereal hasta la ermita y área recreativa de Santa Lucía. Terminamos en Orbiso por asfalto (4h.55’).

 

 

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