La gran senda de montaña vizcaína, el GR-123 (Bizkaiko Bira), ofrecía un anacronismo en su inicio mismo. Empezaba en el enclave burgalés de San Pelayo. En el remozado recorrido propuesto por la Diputación Foral, cuyo rebalizamiento se está acometiendo por etapas desde hace varios años, esta incongruencia queda corregida. La nueva primera etapa, aún sin balizar, parte de Lanestosa, el municipio más remoto de Bizkaia. Pero Bizkaia al fin y al cabo. Recorre todo el valle del río Calera hasta los pies del Zalama, que lo asciende salvando un desnivel de casi mil metros. Cerca de su cumbre enlaza con el GR-123 original y sigue el cordal de Ordunte hasta el barrio carranzano de Lanzas Agudas. donde concluye esta primera etapa.
Hoy vamos a aprovechar este nuevo trazado para hollar la tercera cima más alta de Bizkaia, tras Gorbeia (1.482) y Aldamin (1.373), salvando su máximo desnivel posible. Una vez en ella, regresaremos al punto de inicio por el collado de Campo Calero, aprovechando, paradójicamente, parte del trazado del GR-123 antiguo.
Lanestosa es un coqueto núcleo mejor comunicado por Cantabria (a través de Ramales) que por Bizkaia. Fue un importante punto de paso del comercio entre la costa cántabra y la meseta y por allí pasó Carlos V en su camino entre Laredo y el Monasterio de Yuste.
Dejamos el coche en el parking junto al frontón. La primera parte de la excursión, hasta Calera del Prado, son siete kilómetros de paseo junto al río sin dificultad alguna. Seguimos, en el mismo Lanestosa, la conocida como Senda fluvial del Calera, bonito paseo que sigue su cauce hasta el restaurante Oregi. Tras 500 metros por la carretera, aprovechamos un puente (señal a Valnera, Calera y Aldeacueva) para tomar una carretera que discurre junto al río hasta Calera del Prado (1h.25’), donde el Zalama se muestra imponente cerrando el valle.
Pasado el pueblo, tras una ermita, seguimos la carretera que cruza el río y sube al barrio de Prado. Tras su iglesia está al cementerio. Allí donde comienza la senda que, en sucesivos zigzags, serpentea por la exigente pendiente hasta desembocar en el mirador del Puerto de Los Tornos. Antes de la construcción de la carretera era la ruta de los arrieros entre la costa y Burgos.
HITOS
Santipiña: 1064 m. (UTM:30T 467235.88 E, 4778563.57 N)
Zalama: 1343 m. (UTM:30T 466278.99 E, 4775721.36 N) Puntuable para los Cien Montes.
Montegrande/Salduero: 1124 m. (UTM:30T 469540.00 E, 4777944.00 N)
Ilsos de Zalama: 1335 m. (UTM:30T 465090.00 E, 4775717.00 N)
La Mana: 1203 m. (UTM:30T 467921.00 E, 4776408.00 N)
El Mirón: 1093 m. (UTM:30T 468846.00 E, 4776731.00 N)
Cómo llegar: A-8 hasta Laredo y N-629, por Ampuero y Ramales, hasta Lanestosa. También por el corredor del Cadagua y Carranza.
Cartografía: MTN 60-III (Concha) y 85-I (Bercedo), 1:25.000, del IGN.
Horario: 7h.30’ (3h.20’ al Zalama y 5h.00’ al Peñalta).
Distancia: 33.6 km.
Desnivel positivo: 1480 m.
Severidad del medio: 2
Dificultad orientación: 2
Dificultad del terreno: 2
Esfuerzo necesario: 4
Tipo recorrido: Ida y vuelta
Una vez en el mirador (2h.15’), a nuestra izquierda vemos la interminable pala del Ilso del Zalama, cota secundaria occidental de nuestro objetivo. No hay camino evidente, aunque se adivina la rodadura de todoterrenos. Será nuestra guía. Llegamo a una primera cota (1.100 m.) donde tomar un respiro para seguir hasta el Ilso. A la izquierda (E) está la redondeada cima del Zalama. Nuestra guía es la alambrada que sirve de divisoria territorial. Descendemso al collado y afrontamos la subida final. Cerca ya de la cima, tras superar un portón, pasamos junto a un mojón. Marca el punto donde se unen Cantabria, Burgos y Bizkaia y sus cuatro lados señalan los valles que rodean la motaña: Montijo, Mena, Carranza y Soba.
La cumbre (3h.20’) ofrece una de la mejores panorámicas de la montaña vizcaína. Para el descenso seguimos el alomado cordal de Ordunte. Rodeamos las protegidas turberas y pasamos luego por dos cotas menores, La Mana (1.203 m.) y El Mirón (1.093 m.). En el collado posterior (cuidado de no seguir una pista que cae hacia la vertiente burgalesa), seguimos una rodada que rodea el circo que forman las crestas del Zalama y el Peñalta.
A los pies de este último dejamos la pista para remontar por la cresta hasta la cima (5h.00’). Siguiendo el cordal, retomamos la pista que lleva hasta el collado de Las Arroturas, en la pista cementada que une el barrio carranzano de Aldeacueva con Calera del Prado. Antes, en los amplios zigzags que dibuja la pista en el descenso por la vertiente norte del Santipiñia, aprovecharemos los senderos que atajan las revueltas, hasta alcanzar Las Arroturas (5h.45’).
Una vez en este amplio cruce de pistas, solo queda descender hasta Caledera del Padro y volver, por la ruta ya conocida, a Lanestosa para completar una verdadera marcha de fondo de casi 34 kilómetros y 7h.30’ sin contar paradas.