Umandia eleva su silueta caliza en el extremo de la sierra de Altzania, donde se une con Aizkorri. Es una cumbre pétrea, amenazadora e imponente que ofrece su cara más agrestre, la Sur, por Aspárrena. Entre las rutas de acceso la más directa es la que parte de Araia y ataca su cima por el centro del karst desarbolado que nos deja en la cima.

Salimos de la parte alta de Araia (613 m), sin llegar a las ruinas de la vieja fábrica Ajuria, que aún permanecen en pie. Antes hay un parque y allí una fuente. Algo más abajo, en una curva, una pista de grava y escoria de fundición (N, derecha) cruza entre dos casas y lleva a un cruce (0h.10"). Señales de PR. Tomamos el ramal de la derecha, ancho y pendiente. Sube por el robledal en amplias curvas hasta el rellano de una cantera abandonada (0h.23"). Caseta hundida y fuente inaccesible por una arqueta cerrada con candado.

Continuamos por la pista y pronto estamos en un collado donde hay un banco (0h.33"). Cruce de pistas. Seguimos la central, que sube entre pinos y robles y se aproxima al roquedo. En medio del arbolado vemos el letrero de la Fuente Olvido, seca en verano (0h.40"). Unos metros más arriba hay un nuevo cruce. Seguimos el más pendiente, que remonta metros en dirección a nuestro objetivo, invisible desde abajo. Tras un duro esfuerzo se abre el terreno abierto (1h.05"/923 m). Frente a nosotros aparece la chabola de Martín, empequeñecida por el Umandia, que nos muestra su cara más áspera. A nuestra derecha está el Albéniz.

La chabola está abierta y su interior está limpio. Puede servir para un vivac. Estuvo rodeada de una valla, ahora derrumbada. Caballos y vacas campan a su anchas e invaden los alrededores.

Nuestra ruta de subida es la directa al Umandia, cuya cumbre destaca sobre nosotros. Para ello subimos entre hayas y helechos hasta la base de la pared, desarbolada, un horno. El sendero zigzaguea por la pedrera y permite ganar metros. Superamos el tramo más pendiente y estamos sobre la arista (1h.50"/1.184 m). Al otro lado aparece el hayedo que cubre la cara N. Ahora por la sombra, alcanzamos el Umandia (1h.55"/1.224 m). Vértice, buzón en forma de seta y excelente vista sobre La Llanada, Andía y Beriain. Descanso.

Nuestro siguiente objetivo es Allaitz. Para ello cruzamos el hayedo, oscuro y misterioso, en dirección al Aratz, que hemos contemplado desde la cima. Vemos varias palomeras en nuestro descenso al collado de Atabarrate (2h.30"/1.119 m). Letrero. Pista 4x4.

El hayedo ralea a medida que subimos sin camino claro hacia Allaitz Txiki. Distintos senderos serpentean entre la gayuba y el brezo hasta esta cima menor (tuvo buzón) (2h.45"/1.177 m). Nuevo collado y encaramos los últimos metros, ya por terreno abierto, hasta el rellano calizo de Allaitz/Allarte (3h.05"/1.231 m). Su verdadero nombre es Allaitz. En Araia llaman Allarte al collado que se abre entre Allaitz e Imeleku, pero sigue la confusión en la cartografía. Buzón del Enara en el extremo que mira a Araia.

Bajamos al valle, lapiaz abajo, hacia el hayedo por pedreras y brezales. Durante este trayecto (fácil) cruzamos varias bocaminas. Pronto enlazamos con un camino que desemboca en una pista (3h.25"). Descendemos por ella (derecha). Pasamos el cruce que sube al repetidor de Arraspi (3h.50") y sin abandonar la ruta (3 km) llegamos al cruce de subida (4h.30") y luego al pueblo (4h.40").