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Anboto, al socaire de la Dama

Ascensión a Anboto desde Oleta, reducto de tranquilidad cercano a Otxandio aunque perteneciente a Aramaio

Jueves, 26 de Julio de 2012

Oleta es sinónimo de tranquilidad. Sólo es alterada los fines de semanas por montañeros, seteros y en general aficionados a las actividades al aire libre. Aunque son tantos los caminos y bosque que ofrece el valle que es raro cruzarse con alguien. Este remoto barrio,perteneciente a Aramaio pero con acceso desde Otxandio, vive al socaire de la Dama de Anboto, cuya esbelta silueta domina y es visible desde las ventanas de todos sus cuidados caseríos.
Aunque la caminata puede empezar en la misma plaza del pueblo, nos ahorramos un tramo de asfalto si dejamos el coche en el aparcamiento de la Casa Forestal, al final de la carretera. La ruta elegida camino de Anboto tiene connotaciones históricas: coincide con el GR 123, la Bizkaiko Bira, así que el camino está jalonado de marcas rojas y blancas que hacen casi imposible extraviarse.

HITOS

  • Anboto: 1331 m. (UTM:30T 532843.00 E, 4770661.00 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Cómo llegar: Desde Bilbao, N-634/AP-68 a Durango.

  • Cartografía: Mapa B-20 de J. Malo. Mapa-guía de Urkiola (Nondik). Cuaderno pirenáico 'Durangaldea' (Sua).

  • Horario: 3h.00'. (1h.30' de ascensión).
  • Distancia: 10.0 km.
  • Desnivel positivo: 790 m.
  • Severidad del medio: 3
  • Dificultad orientación: 3
  • Dificultad del terreno: 4
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Circular
El camino al principio es un paseo junto al río, aunque tras cruzar el arroyo (0h.10') y seguir en el siguiente cruce a la derecha, pica hacia arriba y comienzan las dificultades. A tramos por camino, a tramos por senda, gana altura, primero entre hayas y más tarde entre coníferas, hasta llegar a un amplio cruce de caminos en terreno abierto y con el imponente Anboto ante nosotros (0h.45'). Siguiendo a la izquierda, al poco confluimos con la ruta que viene de Urkiola, desde donde subimos (dch.) al collado de Pagozelai (1h.00'), inicio del desvío (izd.) para afrontar el roquedo cimero.
A medio camino de la cantera parte un sendero (dcha.) que se adentra en el hayedo y remonta la fuerte pendiente entre rocas. A partir de aquí la dura ascensión no cesa y la mejor forma de evitar problemas en este abrupto terreno es seguir la senda bien marcada en el terreno, donde adivinamos esporádicas y viejas marcas de pintura. Superado el hayedo (1h.15'), el sendero tiende a la derecha, hasta alcanzar la cresta en las inmedicaciones del collado Agindi (1h.25'). El último tramo (dcha.) se realiza por el cresterío y exige alguna trepada y mucha atención en algunas rocas muy pulidas por el paso de los montañeros. La cumbre (1h.30') está señalada con un buzón en forma de tronco con un hacha clavada y, un poco más allá, los restos de un vértice geodésico.
Precisamente, en sus inmediaciones parte el sendero hacia el collado Zabalandi, hacia el que nos dirigimos tras disfrutar de las imponentes vistas. El descenso, siempre vertiginoso y algo aéreo en algún tramo, pierde altura con rapidez entre las rocas y sólo encuentra la hierba en la parte más baja, cerca ya del collado (1h.45'). En Zabalandi seguimos la señal que marca Orisol y Kruzeta, a la derecha. Se trata de un amplio y agradable camino en el hayedo, aunque tras una bifurcación (seguir izquierda) se convierte en una senda que supera el karst de Ipizte y llega al collado Leizeaga (2h.10'), que separa el Ipizte del Orisol y un perfecto balcón a Aramaio.
Por la pista (dcha.), iniciamos un largo descenso. Tras descartar dos desvíos, cogemos el tercero (dcha.), justo al entrar en un pinar (2h.20'). Esta pista no la abandonaremos hasta llegar al río, donde cogeremos otra (izd.) que acaba por confluir con la ruta de subida en el puente inicial, a un kilómetro de la casa forestal (3h.00').

 

RUTAS CERCANAS

 

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