Araotz es un remoto y coqueto pueblo perteneciente a Oñati, en el Alto Deba guipuzcoano. Se sitúa en un profundo barranco en el corazón de la sierra de Zaraia, rodeado de espectaculares cumbres y tesoros naturales como el Ojo de Aitzulo o las cuevas de Arrikrutz. Recorrer sus cumbres y cordales es una fiesta para los sentidos y un bonito paseo montañero.

Comenzamos la excursión en el núcleo principal de Araotz, presidido por la iglesia de San Miguel, donde se han habilitado un par de aparcamientos para los visitantes que se acercan a disfrutar de los senderos y montañas de este valle. Allí mismo, entre el templo, el frontón y la escuela, seguimos un camino que desciende por detrás de la iglesia hasta una pista cementada que baja en fuerte pendiente al barrio Ugaran. En todo este tramo estaremos guiados por las marcas blancas y amarillas del PR-GI 3003, ‘Senda del agua de Araotz’, que descubre la influencia del líquido elemento en el valle, desde elementos naturales como Aitzulo a humanos como canales, embalses, pozos y lavaderos.

Desde Ugaran continuamos por la carretera algo menos de medio kilómetro hasta Errotabarri, donde, tras cruzar sobre el río Saratxo, tomamos (izq) el antiguo camino que remonta hacia Zubia, otro de los núcleos rurales de Araotz. Pronto salimos a la carretera vecinal, por la que cruzamos entre las casas del barrio. En su parte alta, a la altura del caserío Erramuena (0h.20’), el recorrido abandona el caserío por un bonito camino empedrado que se adentra en un pinar.

La vereda conduce en ascenso hasta una txabola situada encima del pinar. Tras un leve ascenso y pasar unos fresnos, nos desviamos (dch) para alcanzar el monumental Ojo de Aitzulo (0h.36’), bien protegido por el roquedo. Tras disfrutar de este espectáculo natural retomamos el sendero, que sigue por el otro lado del ‘hall’ de la cueva.

Tras otro tramo pedregoso, el camino sale a una amplia loma herbosa. Ganamos altura por ella en un agradable paseo que lleva a un rellano junto a la modesta cota de Aitzgain y presidido por el túmulo del mismo nombre (0h.55’). Desde aquí no lo vemos, pero si nos asomamos un poco a la izquierda descubrimos el embalse de Araozta, que surtía a la central de Olate.

Continuamos por el bien pisado camino, que afronta ya el tramo de ascensión final al Orkatzategi de nuevo por terreno pedregoso. Primero nos lleva a un pequeño collado y luego a la peña cimera, rocosa, venteada y con excelentes vistas (1h.10’).

Iniciamos aquí la vuelta al valle. Descendemos por la vertiente contrario (SO) por un sendero algo difuso a tramos. Nos lleva hasta el portillo Urtagain, que separa el Orkatzategi del Ametzueta, la peña que se eleva enfrente. Los ‘tachacimas’ no desaprovecharán la oportunidad de subirla y disfrutar de las vista del embalse de Urkulu, en la misma vertical de la peña.

No hace falta volver al portillo. Descendemos en diagonal por los prados ganando terreno al cordal hasta la pista que lo recorre. Nos lleva hasta la ermita de Santikurutz, desde la que ascendemos a la cumbre que da nombre (2h.05’). Siguiendo la divisoria y con la mole del Andarto dominando el paisaje, enfilamos hacia el Andarto Txiki, oculto en el hayedo. Ya en el bosque, bordeamos una primera peña por la derecha y nos plantamos en la base de la cresta cimera, que remontamos hasta el buzón (2h.20’).

Desandamos la cresta y descendemos por el hayedo dejando ahora la peña de la antecima a la izquierda. En cuanto el terreno lo permita, nos dejaremos caer por los prados hasta la pista que recorre el cordal principal. Continuamos por ella trescientos metros hasta un desvío a la izquierda (hito). Es el sendero –luego camino y más tarde pista– por el que descenderemos hasta los caseríos más altos de Araotz. Ya por asfalto, no tardamos en retornar a su núcleo principal (3h.10’)