La cima "centenaria" de Otarre es la más alta del sector occidental de los montes de Izarraitz, que tienen su techo en el Erlo (1.026 m.). Son montañas calizas, de relieve complicado y fuertes desniveles, que encierran en su seno pequeños valles cerrados o "poljés". El más conocido es el de Lastur.La excursión comienza en el aparcamiento de Zorrospe, punto habitual de subida al Erlo. Cerca hay una fuente. Enfrente se eleva Aittolako Gurutzea, coronado por una cruz. Por asfalto y prado pisamos la cima en apenas cinco minutos. Buzón roto y buenas vistas al Erlo, Andutz y, lejos (a la izq.), Otarre.De vuelta al parking (0h.08"), hay que caminar unos metros por la carretera en dirección a Madariaga (GI-3210). Al rato, tras una curva, un desvío sale por la derecha (0h.13"). Vemos las marcas del PR. La charca de Marikutx esconde bajo el fango un tesoro que sólo existe en las leyendas. Por pista (dch.) caminamos hacia Ondarrugana. Superamos tres cierres antes de subir sin sendero por la ladera herbosa, hacia la cumbre principal (0h.42"), sin buzón y con vacas, ovejas y un túmulo sin excavar señalado por un hito. La segunda cima (0h.45") se esconde entre zarzas, en medio del pinar.Perdemos altura por la campa hasta una pista que vemos abajo. Cruzamos al otro lado para remontar una cuesta exigente que nos lleva a la cima y buzón del Atxurigain (1h.05"), interesante, poco valorada y techo de la excursión. Otarre se divisa al Norte coronado de antenas.Bajamos por la ladera (E) hasta el caserío Lizartxo (cerrado) para, entre zarzas, enlazar con la pista (1h.22"). Un panel indica la dirección al Otarre. El pinar sombrea el suave descenso hasta el collado de Larraskondo (1h.30"), con robles y caseríos reformados -uno fue venta en tiempos pasados-. También destacar las lajas, algunas de hasta dos metros, que deslindan terrenos. Similares a las de Campóo o los valles pasiegos.Desde aquí, el Otarre se alcanza por pista tras una corta subida (1h.50"). Una cima rocosa abierta a los vientos, en el centro de los montes de Izarraitz. Está erizada de antenas, dos buzones y una gran cruz. Elordi y Urkulu, también coronado por una antena, alargan la línea de montañas hacia el noroeste. Tienen menos altura que Otarre y obligan a perder metros.

Ladera abajo entramos en el pinar. Un aprisco lleno de boñigas ocupa la base de Elordi (619 m/2h.10"). La cima se alcanza entre zarzas, por sendas de ganado. No aporta nada.Vuelta a la pista, sombreada y fangosa, que siempre entre pinos (izd.) desciende hasta Urkulu (568 m/2h.25"), cima menor, rocosa y cubierta de encinas con un repetidor en lo más alto, con vistas despejadas y una fuerte caída sobre la cantera de mármol de Altuna, en el fondo del barranco.Hora de regresar. La pista retorna hasta los caseríos de Larraskondo y sus prados (2h.50"). Siempre en ascenso nos lleva a un cruce (3h.05"). Por la derecha sigue hacia la carretera. El PR (izd.) permite recortar tiempo. Bordea el Atxurigain hasta el cruce del caserío Arrospide, fuera del camino, a la izquierda, y gana metros (dch.) entre castaños y avellanos hasta enlazar con la pista entre Ondarrugana y Atxurigain (3h.25"). Este último tramo es un antiguo "burdibide" bien conservado.De nuevo hay dos opciones. Seguir la pista (dch.) o, más interesante, continuar por el PR (izd.), que trepa bajo el arbolado casi hasta la cima de Ondarrugane. Desciende la campa por la vertiente contraria. Pasa junto a la chabola de Ondarroa (perros) y por la poza de Marikutx enlaza con la carretera (3h.50"). Un rato de asfalto y estamos en el aparcamiento (4h.00").