Los cuetos de Guzparras, Berana y La Coronilla se elevan en el centro del cordal que comienza en los Picones de Sopeña y termina encima de Villafufre. Un largo recorrido de lomas peladas y redondeadas, con alturas que rondan los 800 m y vertiginosas caídas sobre los valles de Carriedo, Toranzo y el profundo Pas.Este corazón de la Cantabria más vaquera y rural cuenta con dos miradores privilegiados, Berana y La Coronilla. Son dos cumbres despejadas con cómodo acceso por el Alto de La Barrancosa, en Guzparras (Pas), divisoria entre Carriedo y Toranzo. Para alcanzarlos dejamos el coche en el alto de La Barrancosa, abierto y venteado. Un ancho cortafuegos de piedra suelta que hace de pista (W) permite salvar el espeso manto de brezos y argomas que recubre la ladera. Apenas sin esfuerzo coronamos la cima del Cueto Guzparras (0h.12'), sin hito ni buzón.Berana queda enfrente. Perdemos altura por una ladera donde los incendios han dejado huella, para comenzar a remontar con suavidad. Los prados abancalados (huella de un fallida repoblación de pinos) permiten subir a Cueto Berana o El Castillo (0h.45') y su vértice. Excelentes vistas. Por la derecha: los Picones de Sopeña, Las Enguinzas, Porracolina. Abajo, Selaya y Villacarriedo. Al sur, los montes de Pas y La Vega (invisible) y a nuestros pies (O), el valle de Toranzo. Allí destaca el conjunto monumental de Alceda-Ontaneda.

La Coronilla cierra el horizonte hacia El Tablau o Pico La Jarra. Descendemos sin sendero en busca de la pista que recorre la vertiente de Carriedo y sube a La Coronilla. Es una bajada vertiginosa que hay que retrepar a la vuelta. En camino se ciñe a la cresta, cruza el límite superior del hayedo que recubre la vertiente de Villacarriedo (una alambrada protege el bosque en regeneración) y llega al collado de la Cajiga de Rui-Gómez (1h.05'). En este paraje los carredanos ahorcaron a un cobrador del Rey. Cosas de la Edad Media.Más arriba aparecen los pinos. Restan 110 m. de subida en un corto trayecto que se hace duro. La cima (1h.20') no tiene vértice. Una repoblación de coníferas, que esconde las vistas enmaraña el terreno. Hora de volver. La pista nos devuelve sin problemas hasta el collado (2h.10'). Subimos por el camino de grava a Guzparras (2h.25') y por el cortafuegos que recorre la loma retornamos a La Barrancosa (2h.45'). Durante el cresteo se abre a nuestros pies el valle de Carriedo, sembrado de cabañas.