El mirador del río Asón, en el Parque Natural Collados del Asón, en Cantabria, es el punto ideal para explorar los complicados montes de Porracolina. Permite el acceso a una amplia extensión de afloramientos calizos cortados por precipicios, depresiones y hoyas salpicados de bosquetes de hayas, abedules y fresnos. También ecnontramos amplias praderas, largas tapias y en las solanas las típicas cabañas pasiegas, construcciones de piedra con techo de lastra, adaptadas a la lluvia y la nieve.

El Porracolina es la cima emblemática de este ramal Cantábrico, pero no es el más alta. Este honor le corresponde al Colina o Porra de la Colina. Es una cumbre herbosa, lejana y poco visitada, protegida por profundos cortados. Se eleva solitaria al sur del Carrío y tiene su mejor acceso por el aparcamiento del Mirador del Asón.Letreros, paneles y pinturas de PR. Subimos de frente por una buena pista de grava particular. A la izquierda hay una fuente (0h.05). Llanea. En este punto se ve la cola de la cascada (cuando lleva agua). La subida continúa con cabañas, prados y vacas a la derecha. Se endurece y alcanza el collado de la Posadía (0h.30). Al otro lado se abren el poljé y cabañas de Brenavinto. Se inunda en temporada de lluvia. Letrero PR-S-77. Marca, derecha, la dirección al Colina. Es un camino ganadero empedrado a tramos. Pasa junto a una cabaña abandonada y bordea los abruptos Castros de Horneo. Vamos bajo el hayedo con el Asón, invisible desde nuestra posición encajonado varios cientos de metros más abajo. Zona de paso de corzos y sarrios, introducidos hace unos años. También de lobos hacia las montañas de Mirones. El PR nos guía. El terreno se abre y aparecen las argomas. También hay una fuente con abrevadero (1h.35).Cabañas de Saco en una zona de prados y tapias donde pasta el ganado. Nuevo letrero del PR. Vamos por la derecha por una senda bien pisada que desemboca en la depresión llamada el Hoyón del Saco (1h.50). Es un espectacular y luminoso lapiaz desgastado por la erosión glaciar sin vegetación.La pista (letreros) sigue por la izquierda. Evita las simas por el hayedo y sale a terreno despejado (2h.10). Un palo hincado señala la ruta (W). La ladera es pendiente, de argoma y brezo rastrero arrasado por los incendios. Es zona de neveros que permanecen hasta junio. Ganamos altura por sendero de manera suave. El panorama se abre y aparece la cima. Es un resalte venteado en el centro de una pradera (2h.40). Buzón nuevo del CM Monseñor Igetto de Los Corrales. Vistas excelentes. Las Motas coronado por la base cierra el horizonte por el sur. También se divisan Carrío, el más próximo cercano, Pico La Miel y Castro Valnera (W), Porracolina (NW) y la Porra de Mortillano (NE) y en días claros el Cantábrico (N). Vueltas por la vertiente opuesta. Por uno de los senderos de ganado que salvan el argomedo perdemos altura hasta una barrera rocosa que se divisa a nuestros pies (3h.05). Un pasillo rocoso, sin marcas y fácil de localizar baja hasta un manantial (3h.10). Poste del GR-74. Nos introduce en un hayedo precioso y despejado que recorremos en descenso. Termina el arbolado (3h.40). Se asoma al abismo. Al otro lado de las hoyas destacan Los Campanarios. El camino traza una amplia zeta por la ladera pedregosa y lleva a una cabaña aislada (3h.25). No hay agua. Continúa por la solana (letreros) y tras un flanqueo vuelve a la pista (3h.50). Hoya de Brenavinto y luego letrero (PR-S-77) de la vuelta al Colina. Bajamos por la pista con el sol de espaldas en dirección al aparcamiento del collado del Asón (4h.30). Antes hemos parado en la fuente.