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Erreniega (1.036 m.) y Bordatxar (1.002 m.)

La ascensión desde Subiza al Erreniega permite recorrer el único tramo sin aerogeneradores de la popular sierra próxima a Pamplona

Viernes, 14 de Noviembre de 2014

La sierra del Perdón o Erreniega se extiende de Este a Oeste desde portillo de El Carrascal hasta el pequeño cañón que forma el río Arga en su discurrir entre Belaskoain y Puente La Reina. Cierra por el Sur la cuenca de Pamplona, separándola del valle de Valdeizarbe. Según la tradición, el origen de su nombre está en que los peregrinos del Camino de Santiago, que cruza el macizo en su tramo entre Pamplona y Estella, obtenían en la ermita de Nuestra Señora del Perdón (desaparecida mediado el siglo XIX, al igual que el hospital de peregrinos) la indulgencia de sus pecados, de modo que si morían antes de llegar a Compostela lo hacian en la gracia de Dios.

HITOS

  • Erreniega: 1036 m. (UTM:30T 606265.00 E, 4732079.00 N)

  • Bordatxar: 1002 m. (UTM:30T 607541.00 E, 4731459.00 N)

  • Cómo llegar: En Pamplona (AP-15), coger la salida 85 y por Salinas de Pamplona y Beriain (NA-6001), llegar a Subiza.

  • Cartografía: MTN 141-I (Zizur Mayor), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 2h.45 (0h.55 al Bordatxar y 1h.25 al Erreniega).
  • Distancia: 10.0 km.
  • Desnivel positivo: 745 m.
  • Severidad del medio: 1
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Ida y vuelta
La sierra es una sucesión de lomas ocupadas desde los años noventa por un gran parque eólico. Constituye un excelente mirador de Pamplona y en días claros se alcanza a ver los Pirineos, el Moncayo, los Picos de Urbión y la Sierra de Cantabria. La más alta de estas lomas es el Erreniega, situada en su sector oriental. La ascensión desde el pequeño pueblo de Subiza discurre por el único tramo de toda sierra sin aerogeneradores, aunque está poblado de antenas.Detrás del frontis del frontón cubierto de Subiza, en cuyo parque anexo hay una fuente en la que llenar la cantimplora, parte la calle Santiago, por la que abandonamos el pueblo dando cara a la sierra en su extremo oriental. Pronto dejamos atrás las últimas casas y llegamos a una trifurcación junto al depósito de aguas del pueblo. Seguimos por la pista del centro (NO), que se aproxima al macizo mientras va dibujando una amplia curva a la derecha. Al poco confluye con otra pista (0h.25). Continuamos (dch.) por ella unos metros hasta una curva. Aquí debemos estar atentos para no dejar pasar el hito (izd.) que señala el inicio de la senda que remonta el cordal. Primero discurre entre bojes por un terreno algo tupido, aunque más arriba el arbolado se abre y permite las vistas a la cuenca de Pamplona y a la misma capital navarra, que se extiende a nuestra derecha (N). Más arriba y sin perder el cordal, el sendero desemboca en un camino por el que remontamos hasta la pista de servicio de uno de los repetidores que pueblan este extremo de la sierra. La cota lleva el nombre de Bordatxar y el buzón está, cruzando la pista, una decena de metros más allá, cerca de la valla que protege otra de las antenas (0h55). Las construcción solo permite vistas hacia el sur.Volvemos a la pista y la recorremos dando un pequeño rodeo para desembocar en otra más amplia, tanto que tiene categoría de carretera (NA-6056). Recorre todo el cordal y da servicio tanto a las antenas como a los aerogeneradores. Seguimos por ella (dch.) en un cómodo tramo en el que dejamos atrás el desvío del GR-220 (Vuelta a la cuenca de Pamplona) sendero balizado por el que transitaremos una rato durante el descenso y pasamos junto a la ermita de Santa Cruz. Poco después, la pista gira a la izquierda y dibuja una amplia curva para evitar la loma cimera del Erreniega, ocupada por una extraña antena más parecida a un ovni. Se trata de un radiofaro de ayuda a la navegación aérea. Cuando la vegetación lo permite, poco antes de llegar a la altura de una amplia explanada, accedemos (dch.) a la campa donde se encuentra el buzón y, próximo, el vértice geodésico (1h.25).Tras disfrutar de las vistas (solo hacia el sur) retomamos la marcha por la carretera. Rodeamos la loma cimera y en una curva la izquierda la abandonamos para seguir (dch.) un atajo que desciende y en pocos metros desemboca en una pista. La seguimos (dch.) para recorrer de vuelta este tramo de la sierra aunque esta vez a media ladera y a la agradable sombra del bosque que cubre su vertiente norte. El camino no ofrece dificultades y en el único cruce que encontramos continuamos por la izquierda, poco antes de confluir con el GR-220, por el que descendemos hasta una amplia pista. La seguimos (dch.) hasta la curva en la que de subida hemos tomado el sendero de cordal. Desde alí, ya por terreno conocido, retornamos a Subiza (2h.45).

 

 

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