La sierra de Sarbil cierra por el Norte la cuenca de Pamplona y la une con las grandes altiplanicies de Urbasa y Andia. Desde su punto culminante, las Peñas de Etxauri, se desgaja hacia el Sur un cordal que separa los valles de los ríos Salado y Arga cubierto por un espeso carrascal y que tiene como punto culminante la cumbre del Esparatz.

Cualquiera de los pueblos que han crecido a sus pies -Belascoaín, Bidaurreta, Arguiñáriz, Salinas de Oro y Arcoz- sirve como punto de partida camino de su cumbre. Arguiñániz, por proximidad, es el más habitual, aunque una opción muy interesante consiste en alargar un poco más la marcha y, partiendo desde Bidaurreta, llegar hasta el alto de Etxauri (NA-700) para conocer el tupido bosque que ocupa la sierra. Tramo por cierto, que coincide con el GR- 220 (Vuelta a la Cuenca de Pamplona).

En Bidaurreta, población en la que se alternan bellas casas blasonadas con nuevas edificaciones de dudoso gusto, hay que dirigirse hacia el Sureste. Dejando atrás el núcleo urbano tras pasar junto un edificio semicircular, hay que tomar el conocido como Camino de Salinas. Se trata de una amplia pista forestal que comienza a ganar altura tras una bifurcación inicial (dcha.). De momento, el camino discurre por los límites del carrascal, aunque cuando más arriba confluye con el GR-200, que asciende de Belascoaín, se adentra ya en el bosque y aprovecha un par de atajos para evitar algunas de las revueltas de la pista.

Más adelante, ofrece vista de la vertiente sur del Esparatz y sus paredones, poco antes de llegar al collado de Ollakarizketa o El Chaparral (1h.00"), un amplio nudos de pistas, desde el que tenemos una excelente , y cercana, visión de Peña Grande y Peña Txikita, en la vertiente occidental del macizo. Desechamos las pistas y seguimos (izd.) un camino que remonta siguiendo la línea de cumbres, en la que encontraremos algún desvencijado puesto palomero.

El tupido bosque evita cualquier equivocación posible. Remonta hacia el Sur hasta los límites de un pinar, donde el camino vira a la derecha (SO) para enfilar el tramo final de la ascensión. Tras lo angosto del camino, se recibe con agrado el despejado rellano cimero (1h.30"), delimitado al Norte por una afloramiento rocoso sobre el que se asientan el vértice y el buzón. La panorámica es amplísima y va desde el Pirineo hasta La Demanda, los Picos de Urbión y el Moncayo, sin olvidar, por supuesto, el más cercano embalse de Alloz, las ya citadas peñas Grande y Txikita o la cuenca de Pamplona en toda su extensión.

Afrontamos el descenso por la vertiente opuesta a la de subida (SO), por terreno despejado y dando vista a Arzoz y el embalse de Alloz. El sendero desemboca en un amplio camino que seguimos (dcha.) para volver al collado El Chaparral. La pista rodea el Esparatz, llega a los pies de Peña Grande, bordea la depresión de Aranzelai y pasa también bajo Peña Txikita y su Colmillo de Esparatz antes de llegar a El Chaparral (2h.35"), trayecto en el que deberemos superar un par de compuertas.

En el collado seguimos el GR-220 (NE), que se adentra en el tupido carrascal que cubre este cordal calizo, en el que también abunda el boj y arbustos espinosos como enebros, espinos, aulagas, coscojas y espinos albares. Un áspero territorio donde abunda el jabalí, el zorro y en general los animales belloteros a los que les gusta protegerse en los bosques de matorral más espesos. Sin perder de vista las marcas rojas y blancas, alcanzamos el alto de Etxauri (4h.00"), donde un mirador permite disfrutar de una visitón total de la Cuenca de Pamplona. A la derecha del balcón, un sendero se adentra de nuevo en el bosque y desciende al valle. Desemboca en una pista que, por la izquierda, nos devuelve a Bidaurreta (5h.00").