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Gaztelu, el castillo de Garaño

Navarra. Ascensión para todos los públicos al Gaztelu, coronado por una de las fortalezas más antiguas e importantes del Viejo Reino

Viernes, 29 de Abril de 2022

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En un extremo del navarro valle de Ollo se eleva un cerro hasta casi los seiscientos metros de altitud. Su preeminente y solitaria situación, a apenas quince kilómetros de Pamplona y con excelentes vistas sobre los pasos de Oskia y Larraun, especialmente estratégicos en la edad media, le llevó a albergar una de las fortalezas más importantes y antiguas de Navarra:el Castillo de Garaño. Aunque, seguramente por ello, también la primera del Viejo Reino en ser destruida.

HITOS

  • Gaztelu: 592 m. (UTM:30T 596452.00 E, 4745422.00 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Cómo llegar: A-1 hasta Alsasua; A-10 hasta Irurtzun; NA-7010 por Izurdiaga y el desfiladeor de Oskia hasta el desvío de Eguillor .

  • Cartografía: MTN 115-III (Berrioplano-Berroibeiti), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 2h00’ (1h30’ de ascensión al Gaztelu)
  • Distancia: 7.0 km.
  • Desnivel positivo: 265 m.
  • Severidad del medio: 1
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 1
  • Esfuerzo necesario: 2
  • Tipo recorrido: Circular
Garaño, cuyo nombre proviene de un poblado medieval que había en sus proximidades y desaparecido en torno a 1350, es la fortificación más antigua y más grande de la Cuenca de Pamplona. Los indicios de su existencia se remontan al siglo IX (entre sus ruinas se han contrado monedas del siglo XI) y es muy posible que la loma, que hoy conocemos como Gaztelu, albergara en tiempos pretéritos un castro (Edad de Hierro) e incluso la enigmática fortaleza Sajrat Qais (Baja Edad Media), mencionada en las crónicas árabes desde el siglo VIII, Durante un tiempo fue también la residencia de Lancelot, hijo bastardo de Carlos III.
Pero su importancia fuera probablemente también la causa de su desaparición. En 1378 ya quedó muy dañado en una de las guerras de Navarra contra Castilla. Y en 1512, durante la conquista de Navarra por Castilla, las tropas del Duque de Alba se hicieron con él y Fernando el Católico ordenó de forma expresa su total destrucción.
Durante casi cinco siglos permaneció en el olvido, y sus ruinas, ocultas por la maleza. Hasta que a finales del siglo pasado los vecinos del valle comenzaron a recuperar los restos, proceso que a partir de 2010 se intensificó sacando a la luz lo poco que quedaba de su esplendoroso pasado: una torre del homenaje, que ha sido parcialmente reconstruida, y parte del muro exterior, de un cerco circular interior y de alguna de las dependencias.
También se han construido unas escaleras que facilitan el acceso al cerro, cuya visita es poco más que un paseo desde Egillor, situado a menos de dos kilómetros al sureste. Este coqueto núcleo rural crecido en torno a la iglesia de San Miguel es de hecho el punto de inicio de la excursión de hoy para conocer el castillo, aunque en este caso la hemos alargado un poco, sin perder su caráctar familiar, dando la vuelta a todo el monte, siguiendo en casi todo el trayecto las balizas del PR-NA 170 (Vuelta al valle de Ollo).
Desde Egillor bajamos por la carretera. En el cementerio enfilamos hasta Beasoain (0h05’). Cruzamos el pueblo siguiendo las marcas del sendero balizado, que continua por una pista paralela al río Arakil. Primero discurre entre prados y luego se adentra en un bonito bosque de ribera donde predomina el quejigo. El camino se aproxima a la orilla del río antes de alcanzar un cruce de caminos con un poste de señales (0h40’), cerca de un bonito puente romano y una piscifactoria.
Dejamos aquí el PR y seguimos por la izquierda una senda que un poco más arriba gira bruscamente hacia la izquierda. Remontamos por el cordal septentrional de la montaña, aunque al llegar a la base del cerro cimero, lo rodeamos para situarnos en su vertiente occidental. Desde aquí (poste indicador, 1h10’) parte la subida al castillo. Un panel a medio camino nos cuenta su historia antes de afrontar las escaleras que nos depositan en la fortaleza (1h25’).
A poco que el día ayude, desde la torre divisaremos, hacia el norte, la fortaleza de Orarregi en el (otro) monte Gaztelu, sobre Ilzarbe, y el castillo de Axita en la peña de las dos Hermanas, bajo el Erga. Los tres fortines formaban un pequeño sistema defensivo que protegía los pasos de Larraun y Oskia.
Retornamos ya a Egillor completando la vuelta a la montaña. Volvemos al desvío de subida y seguimos el camino, por el que no tardamos llegar a un cruce donde confluimos de nuevo con el PR-NA 170. Hacia la izquierda, nos aupamos al collado Garañaldea, con una excelente panorámica del monte y su castillo, antes de descender por una cómoda pista a Egillor (2h00’).

 

 

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