Gorbeia y su entorno protegido por el Parque Natural atesoran un sinfín de parajes de gran belleza. Algunos son conocidos y frecuentados, pero otros muchos apenas reciben la visita del ser humano y a su atractivo natural se suma la oportunidad de conocerlos en soledad. Es el caso de la senda de Basatxi y el nacimiento del río Baias. Hoy conoceremos ambos lugares camino de la Cruz partiendo del aparcamiento de Belaustegi, en Orozko.
La ruta por Basatxi es probablemente una de las más bellas e interesantes que se pueda realizar en Gorbeia. Tanto que merece la pena hacerla aunque no se continúe luego hasta la cumbre. Por la variedad de los paisajes por los que transita y los restos de la actividad humana que en tiempos preteritos portagonizaron pastores y carboneros. El recorrido es largo y solitario. A cambio, disfrutaremos del silencio de la Naturaleza en estado puro, solo roto por los cursos de agua y los animales que siempre nos acompañan sin dejarse ver.
La senda Basatxi conecta la vieja y hoy en ruinas txabola de Menoio con la protegida majada de Zastegi a través del hayedo al que da nombre. Era utilizada por los pastores para unir estos dos otrora importantes enclaves de Gorbeia, situados en vertientes opuestas de la montaña. Hoy en día, solo la transitan los montañeros. y las ancestrales txabolas que servían de cobijo a aquellos trabajadores del monte han sido sustituidas por refugios privados, como el de Gorostiano, que se eleva justo delante de los restos de la borda de Menoio.
HITOS
Gorbeia: 1482 m. (UTM:30T 517816.26 E, 4764609.28 N) Puntuable para los Cien Montes.
Cómo llegar: AP-68 hasta l salida 3(Llodio/Orozko); A/BI-2522 hasta Orozko; BI-3513 hasta Ibarra. Seguir desvío (dch) hacia Urigoiti hasta Usabel. Allí coger la pista que lleva al aparcamiento de Belaustegi.
Cartografía: MTN 87-III (San Juan), 1:25.000, del IGN.
Desde Belaustegi subimos por la pista hasta la majada de Austigarmin (0h.40’). La cruzamos y seguimos la pista que remonta hasta el collado de Ipargorta (1h.00’). Ofrece una de las mejores panoramicas de Gorbeia, que se puede mejorar si nos aupamos (izd) a la cercana cima del mismo nombre y su mesa de orientación.
Descendemos hacia las campas de Zastegi, aunque no llegaremos a ellas. El inconfundible cono calizo del Urratxa las protege. Al llegar a su altura dejamos la pista y enfilamos (dch) por una senda pegada a un viejo cercado de piedras que baja por la vaguada y se adentra en el hayedo. Nos lleva hasta una pequeña oquedad donde ya brotan las aguas subterráneas provenientes de Itxina.
Un poco más abajo, a la izquierda, descubrimos la gruta de Ubegi, más grande y con un caudal mayor (1h.25’). Estamos ante las fuentes del Baias, que aquí todavía es el arroyo Padrobaso. El Baias como tal comienza más abajo, en Arlobi, donde el Padrobaso se funde con el Larreakorta. En todo caso, las cristalinas aguas que brotan ante nosotros inician aquí su largo recorrido de 800 kilómetros hacia el Mediterráneo tras unirse al Ebro en Miranda.
Desde el nacedero seguimos el cauce del todavía arroyo por su margen izquierda. Un estrechamiento obliga a vadearlo, aunque pronto, a la altura de un mugarri, retornaremos a la orilla original. Por ella conectaremos con la senda que viene de Zastegi y seguiremos el agradable paseo disfrutando de los remansos, pozas y cascadas del Padrobaso en este tramo. En realidad transitamos ya por la senda original, aunque en la actualidad se considera que comienza un poco más abajo. En una zona donde el río discurre más tranquilo y el cañón se abre observamos un evidente sendero marcado con hitos que sube hacia la izquierda. Por si hay alguna duda, en una de sus primeras rocas aún se adivina el nombre ‘Basatxi’ y un flecha pintados en rojo (1h.40’).
Tanto los cairns como las marcas rojas serán a partir de ahora referencias imprescindibles para avanzar, primero por el tortuoso terreno que nos espera y luego por el frondoso hayedo. El sendero es evidente al principio y resulta fácil de seguir por un cómodo lapiaz. Sube un poco, llanea y luego baja para bordear una hoya. El sonido del río aún nos llega desde en el fondo del barranco. Tras rodear la cárcava llaneamos otro tramo hasta un paso entre las calizas.
Al otro lado se abre un lapiaz más extenso y tortuoso en el que nos sumergimos. Cruzamos un par de hoyas y continuamos por un pasillo entre las rocas. Pero no por mucho tiempo. Cuando divisamos ya su final tenemos que estar atentos a las marcas rojas, que giran noventa grados (izd) y remontan por el karst (1h.55’). Luego cruzamos un arroyo habitualmente seco y llegamos a la base de un espolón rocoso que recorremos por su base hacia la derecha.
Superado el obstáculo, nos metemos ya de lleno en el hayedo, donde nos recibe un gran ejemplar derribado por el ímpetu de los elementos. Solo queda seguir la senda dibujada en la hojarasca que alfombra el suelo del bosque. Y en caso de duda, la profusión de hitos y marcas rojas en los árboles la solventan. Por el camino veremos, arriba a la derecha, la mampostería levantada para nivelar una carbonera. Poco después cruzaremos por encima de otra. Casi al final, la senda se bifurca. Por la izquierda subimos hasta salir un centenar de metros más arriba del refugio de Gorostiano, mientras que hacia la derecha llegamos a la txabola de Menoio y el refugio (2h.40’).
El camino desde aquí es bien conocido. No hay más que seguir la pista que viene de Arlobi y remonta por el alomado cordal hasta la Cruz (3h.40’). La soledad de Basatxi ha alimentado nuestros sentidos, así que vamos a buscar otra opción lejos de la ruta habitual del collado Aldamiñospe para volver a Belaustegi por la vertiente norte de la montaña. Es un vallejo que cae ligeramente hacia la izquierda respecto a la ruta habitual hacia Egiriñao y separada de esta por un pequeño espolón rocoso. Bajamos sin sendero definido y aprovechando las trochas que lo surcan. La vaguada se estrecha al final y tras un paso entre rocas nos deja en la fuente de Egiriñao (4h.00’). A partir de aquí volvemos a caminar por terreno conocido. Cruzamos el hayedo de Egiriñao, bajamos entre refugios privados hasta Zastegi y allí cogemos la pista que nos devolverá, por el collado de Ipargorta y Austigarmin, al aparcamiento de Belaustegi (5h.30’).