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Sierra de Ibio (Cantabria)

Ibio (798 m.)

La despejada loma del monte Ibio separa las cuencas de los ríos Besaya y Naja, en el corazón de Cantabria

Martes, 07 de Agosto de 2012

La Sierra de Ibio es una extensa loma pelada y coronada de antenas que destaca entre los valles de los ríos Besaya y Nansa. Por situación y comodidad de subida, es muy frecuentada por los aficionados a la montaña y a la BTT de Cantabria. Desde el alto, la vista alcanza los confines de la Comunidad, desde los Picos de Europa hasta los montes vascos; desde Castro Valnera, Campoo y Peña Sagra hasta Cabarga, Cerredo y el mar.El punto habitual de subida comienza en el Alto de San Cipriano o de La Moranca, en el pk.5 de la comarcal que une Riocorvo y Villanueva de la Peña. Aparcamos junto al restaurante que se ubica en el puerto. Unas marcas borrosas sobre un muro nos encaminan por la pista de cemento que sube entre prados y eucaliptos. Esperan 6,50 km de subida continuada, con pocos descansos y zonas embarradas.La ermita de San Cipriano (0h.04') se ubica en el paraje de Cohicillos, que se supone fue sagrado para los cántabros prerromanos. Lo prueban las dos estelas discoidales gigantes (1,90 m) que aparecieron empotradas en la pared del altar, cuando en la Guerra Civil demolieron las ruinas del templo, que databa del siglo X. Son de arenisca y tienen labrados símbolos astrales como crecientes lunares y el símbolo solar: una esvástica de cinco rayos. Se guardan en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.El día del santo -16 de septiembre- se celebra una romería que incluye la tradicional partida de bolos, el pregón y las verbenas. Unos metros más arriba hay una fuente con depósito donde los romeros deben beber tras recibir la bendición. Aquí termina el cemento y la pista se endurece y se embarra. Sube hasta el cruce con el camino que viene de Riocorvo (panel PR-C), a cielo abierto debido a las talas que han despejado el terreno.Continua la subida (derecha) y superamos una barrera que impide el paso del ganado. En una amplia lazada, nos situamos bajo el pinar de repoblación que cubre la parte inferior de la montaña. Para plantarlo la ladera fue aterrazada.

HITOS

  • Ibio: 798 m. (UTM:30T 407131.08 E, 4793654.08 N)

  • Cómo llegar: Alto de San Cipriano (Cartes), en CA-283 entre Riocorvo y Villanueva de la Peña.

  • Cartografía: MTN 58-I (Los Corrales de Buelna), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 3h.15'. (1h.50' de ascensión).
  • Distancia: 11.3 km.
  • Desnivel positivo: 797 m.
  • Severidad del medio: 1
  • Dificultad del terreno: 1
  • Esfuerzo necesario: 2
  • Tipo recorrido: Ida y vuelta
El camino amplio, ideal para caminar, penetra en una zona de sombra. Pasamos junto a una cabaña para el ganado en una amplia curva (0h.30') y también vemos una bocamina tapiada. La pista traza amplias lazadas entre el arbolado hasta que supera el bosque y sale a zona abierta. Las antenas aparecen sobre nosotros (derecha).Subimos por una braña cubierta de argoma, brezo y espinos donde pasta el ganado. También se aprecian los estragos de los repetidos incendios. En esta zona es frecuente ver corzos y cabras salvajes. Y cuentan que los lobos del Parque Saja-Besaya alargan hasta aquí sus correrías nocturnas.Una última tirada y pisamos el collado de las Peñas del Vidrio (1h.20'). Una caseta de television se eleva sobre las rocas. Sirve de mirador. Algo más abajo hay un bebedero y una vieja bocamina. La cumbre de Ibio se aprecia al final de la pista. Parece próxima, pero aún faltan 1,4 km para alcanzarla.Siempre por pista, con el barranco de Coo y los montes de Mozagro a la izquierda, encaramos el mar de casetas y antenas de Correcaballos, nombre de la antecima. Unos metros más arriba se encuentra el vértice geodésico de Ibio (1h.50'). Las vistas son excelentes. Es habitual encontrar montañeros y ciclistas en cualquier época del año.Desechamos la pista que desciende (oeste) hacia Herrera de Ibio y perdemos altura por la ruta de subida. Siempre queda la alternativa de atajar, pero no merece la pena. Tienen poca incidencia en el horario y se corre el riesgo de perder el sendero entre zarzas y argomas y terminar cubierto de arañazos. Vuelta al Alto de San Cipriano y al restaurante (3h.15'), que cierra en invierno.

 

 

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