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Estribaciones del Gorbeia

Kurutzegan (863 m.)

Lobantzu. En el extremo occidental de los montes de Arnó se eleva esta poco visitada cumbre colonizada por los pinos

Viernes, 21 de Febrero de 2020

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Los Montes de Arnó son un cordal perteneciente al macizo de Gorbeia que se desgaja hacia el oeste desde el collado de Austigarmin. Cierra el valle de Orozko por el sur y lo separa del de Baranbio, ya en tierras alavesas. Desde el Oderiaga, que se eleva hasta los casi 1.250 metros de altitud en su extremo oriental, el macizo pierde altura con suavidad hasta morir a los pies de Zubiaur, el núcleo principal de orozkotarra.
Son cumbres cubiertas de pastos donde el ganado pasta en libertad y en las que los númerosos restos megalíticos que guardan demuestran su importancia para nuestros antepasados. Destaca sobre todos ellos el menhir de Kurtzegan, el más alto de Euskal Herria con sus 5,40 metros de altura y siete toneladas de peso. Fue descubierto en 1987 por el etnólogo Félix Mugurutza y levantado en 2011 gracias a un espectacular exoesqueleto que une los dos trozos de que se compone. Su imponente silueta enmarcada en las paredes de Itxina se ha convertido ya en una de las imágenes icónicas del Parque Natural del Gorbeia.
La cumbre que cierra el cordal es la gran olvidada de este alineamiento. Probablemente por estar cubierta de pinos, lo que le resta interés. Es la que vamos a conocer en la excursión de hoy, en la que aprovecharemos para acercarnos hasta el megalito de Kurtzegan.
La caminata comienza en El mismo Zubiaur y hasta dejar los últimos caseríos discurre por asfalto. Enfilamos hacia la carretera que se dirige hacia el valle. Tras la rotonda, seguimos la carretera que lleva (dch.) a los barrios de Beraza, Garai y Sendegi y por la que enfilan también el GR-123 (Bizkaiko Bira) y el PR-BI.34 (Zubiaur-Lobantzu-Kurtzegan) nuestra permanente guía durante toda la excursión salvo en el tramo final de ascenso al Lobantzu.
Primero atravesamos el barrio de Beraza y luego llegamos al coqueto núcleo de Garai (0h.20’). Aquí seguimos por un camino cementado (izd.) que remonta hacia la sierra. Tras el desvío al último caserío, en un curva cerrada, atravesamos un paso canadiense y dejamos por fin atrás el cemento. Transitamos ahora por una pista forestal que, tras una nueva revuelta, se adentra en el pinar, donde un cartel no tarda en avisarnos de que entramos ya en terrenos del Parque Natural. Tras una curva junto a unos corrales (0h.50’), el camino llanea un rato antes de llega a otro cruce en el pinar, junto a varias bordas en ruinas. Subimos allí hacia la izquierda, aunque en el primer desvío seguimos a la derecha, hasta una curva en la que cambiamos de vertiente (1h.25’).

HITOS

  • Kurutzegan: 863 m. (UTM:30T 510727.00 E, 4769451.00 N)

  • Cómo llegar: AP-68 hasta la salida de Llodio. BI-2522 hasta Orozko.

  • Cartografía: MTN 86-II (Llodio) y 86-IV (Amurrio), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 4h.00’ (1h.50’ al Lobantzu y 2h.40’ al Kurutzegan).
  • Distancia: 15.0 km.
  • Desnivel positivo: 825 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Ida y vuelta
Aquí olvidaremos por un rato el PR y remontaremos directamene hacia el Lobantzu. En la curva misma parte (izq.) un camino, algo sucio por la falta de tránsito, que primero remonta el cordal y luego rodea la loma cimera hasta situarse en su vertienet sur. Obviamos un primer desvío y cogemos el segundo que remonta de nuevo hacia la divisoria. Un hito nos señala el punto donde abandonamos la pista para remontar (izd.) por el pinar hasta el vértice geodésico del Lobantzu. Un poco más allá está el buzón (1h.50’).
Continuamos por el cordal (E) dejándonos caer ligeramente (dch.) hasta confluir con la pista que hemos abandonado antes y luego con la principal del PR, en un cruce que señala también el cercano y secundario Ubizar. La pista principal nos lleva hasta el amplio collado de Kurtzegan (2h.15’), donde dejamos atrás el pinar y nos aupamos al despejado cordal herboso que se eleva ante nosotros. Más arriba, en una zona donde afloran las rocas, vemos una especialmente grande. Es el menhir de Larraluze tumbado pero sobresaliendo del suelo. Es un aperitivo del coloso Kurtzegan (2h.45’), situado en el collado posterior a la cima del mismo nombre, señalada con una estela.
Es hora volver a Orozko. Desde el menhir, bajamos por la pista que nos devuelve al collado Kurtzegan. Allí seguimos las señales del GR-123 (izq.), por el que descendemos hacia el valle pasando junto a Sendegi y confluyendo con la ruta de subida en Beraza, antes de retornar a Zubiaur (4h.00’).

 

 

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