Las Esquentas es la cima más alevada de la sierra transmierana de Peña Herrera o Las Esguinzas (se llama de las dos maneras). Se elevan entre los valles del Miera y el Pas-Pisueña, en la Cantabria oriental. Las alturas de esta sierra prelitoral (Las Esguinzas, Peña de los Lobos y La Esquenta) son calizas, diferenciadas y de acceso complicado debido a su posición dentro de un extenso karst. Desde sus casi 1.000 metros se domina un extenso panorama. Comprende al N, Peña Pelada, Peña Cabarga y la costa. Al E, Buciero, Mullir, Porracolina y Hornijo; al S, Castro Valnera; y al W, Alto Campoó, Peña Sagra y los Picos de Europa.La ruta de aproximación más directa es la que sube por Mirones y La Cárcoba, en Miera, hacia los Pozos de Noja. En concreto al Pozo de Abajo, una charca represada con el fin de producir electricidad para la central de Rubalcaba.La pista de grava (bastante bacheada) rodea las cimas y nos deja en las cabañas de la Cantolla, que se enfrentan a la depresión del Cuebo. Descarnada, continúa hacia el Somo de Noja. Frente a nosotros se elevan las paredes calcáreas de Esquinzas, izquierda; collado de Los Lobos, en centro; y el contrafuerte de La Esquenta, derecha.Aparecen fracturadas, surcadas de grietas y cubiertas de hierba. Impresionan. Por la derecha del Cuebo -una dolina que absorbe el agua- se adivina el antiguo camino que bajaba a Mirones.

Nuestra referencia es una cabaña reformada, rodeada de robles y fresnos. Se alcanza por un camino de grava. No hay que llegar a ella. Antes un sendero a la derecha sube hacia otra cabaña. Está oculta por el arbolado (0h.08") y arruinada. Bordeamos el edificio para empezar a ganar altura por una trocha de vacas. Imprecisa, discontinua y embarrada a tramos nos guiará a través de la garma, que aparece desarbolada, cuarteada y cubierta de hierba. Oculta hoyos, grietas y simas. En otras palabras, exige atención.La senda supera un primer resalte y otro segundo y se pega a la ladera de La Esquenta. Al rato (0h.25") comienza a subir (izq). Es la ruta que siguen vacas y ovejas en verano. Debería resultar fácil y sin embargo se complica a tramos. Exige firmeza en pies y manos para superar alguna canal antes de pisar los altos.En el extremo SW se distingue un poste de hierro sobre un hito de piedras. Es la cima secundaria, que se alcanza por la garma cubierta de hierba (o len). Desde el alto (964 m, X439671 Y4792414) se aaprecia la arista de La Esquenta, techo de Peña Herrera.Hacia allí nos dirigimos. La distancia es corta, pero el tramo es laborioso. La senda evita la cresta, para seguir los pasos de los animales. Salva las grietas y evita caídas y torceduras. No hay buzón. La cima (1h.05") ocupa un rellano herboso y venteado. Cuelga sobre La Peña de los Lobos. Más abajo se extiende el karst de La Cárcoba.Hay dos opciones para volver. Ambas complicadas. La primera es retornar por el camino de subida. La segunda es aventurarse por la ladera N, en dirección al Cuebo. Hacia allí vamos. Hay que perder altura por rellanos, siguiendo sendas de ganado. Varios resbalones después enlazamos con un camino en desuso al collado del Lobo (1h.30"). Baja paralelo a una valla y a una alambrada (electrificada). Nos lleva a las cabañas, la pista (2h.15") y al coche (2h.20").Se puede aprovechar la excursión para visitar la Cueva de Sopeña, ubicada en La Cárcoba. Estuvo ocupada entre el Solutrense y el Magdaleniense (18.000 a 15.000 a.c.).