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La vuelta al Txindoki

Larrunarri/Txindoki (1.342 m.)

Ascensión a la popular cumbre de Aralar por el desconocido barranco de Muitze y la majada del mismo nombre

Viernes, 14 de Marzo de 2014

El Larrunari o Txindoki es una de las cumbres más populares y emblemáticas de la montaña vasca. Su inconfundible y vertiginoso perfil y la condición de principal puerta de entrada a la sierra de Aralar desde su vertiente guipuzcoana le convierten en un objetivo obligatorio para todo montañero que se precie. Aunque hay que elegir bien el día de la ascensión debido a sus dificultades técnicas. Primero porque si la niebla cubre la montaña es fácil extraviarse en algunos tramos. Y segundo porque con el suelo mojado, las empinadas rampas que llevan a la cima desde el collado de Egurral, primero herbosas y luego cubiertas de rocas, se convierten en un pista de patinaje.
La ruta de ascenso más popular al Txindoki, al que, por cierto, la última revisión del Catálogo de Cima de Euskal Herria le ha privado de cuatro metros, parte del área recreativa y aparcamiento de Zamao, en el barrio abaltzisketarra de Larraitz, al norte de la montaña. Luego rodea su arista Oeste, esa que le da su fotogénico perfil hasta ser denominado el Cervino vasco, para remontar, ya por su vertiente Sur, hasta la majada de Zirigate por el barranco de Aitzola. Desde allí, el collado de Egurral está cerca, antes de afrontar las empinadas rampas finales.
Es un camino conocido de memoria por los montañeros vascos, como el del Gorbeia desde Pagomakurre, el del Anboto desde Urkiola o el del Aizkorri desde Arantzazu, en los que siempre encontraremos compañeros de ascensión. Existe, sin embargo, una opción con el mismo punto de salida y llegada en la que podemos disfrutar de una ruta mucho menos transitada y descubrir nuevos parajes. No es otra que bordear la montaña por la vertiente contraria, la Este, subiendo por el barranco y la majada de Muitze.
El primer tramo recorre el camino ya citado. Abandonamos Larraitz por la parte alta del aparcamiento y subimos por la pista de servicio del repetidor. Aprovechamos los atajos para acortar, aunque la tercera vez que salimos a la pista la seguimos ya hacia la izquierda hasta la antena (0h45"). A la izquierda del edificio, una evidente senda continúa hacia el Este, camino del barranco de Muitze, que no tarda en remontar por su margen izquierda tras girar hacia el Sur. El sendero se empina a la vez que nos acercamos a la cabecera del barranco, muy cerca ya de los altos pastos de Aralar. Antes, cruzaremos el arroyo Muitze (1h.20") en un precioso paraje para pasar a la otra margen, por la que seguimos subiendo pegados al cauce hasta los praderíos.
A la izquierda dejamos el Larraone, escolta oriental del Txindoki, que se eleva a nuestra derecha. Hacia sus alturas nos dirigimos siguiendo las trochas que remontan hasta la majada de Muitze, poco antes de alcanzar el collado Egurral (1h.40"). Confluimos aquí con la ruta tradicional de ascenso para afrontar el tramo final, empinado y más incómodo que difícil, sobre todo si el suelo está mojado.

HITOS

  • Larrunarri/Txindoki: 1342 m. (UTM:30T 574325.00 E, 4763727.00 N) Puntuable para los Cien Montes.

  • Cómo llegar: Desde Bilbao, AP-8 hasta Eibar, AP-1 hasta Bergara, GI-652 hasta Beasain, N-1 hasta Ordizia y GI-2133 (por Zaldibia) hasta Larraitz. Desde Vitoria, N-1 hasta Oridizia y mismo itinerario.

  • Cartografía: MTN 89-III (Ordizia), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 3h.45" (2h.10" de ascensión).
  • Distancia: 10.9 km.
  • Desnivel positivo: 950 m.
  • Severidad del medio: 3
  • Dificultad orientación: 2
  • Dificultad del terreno: 3
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Circular
Esquivando a modo de eslalon las vallas instaladas para evitar la erosión, remontamos el primer contrafuerte rocoso. Luego, el camino continúa ascendido por terreno más herboso, aunque más arriba, una vez pasamos a la otra vertiente de la montaña, de nuevo transitaremos sobre rocas los metros finales antes de alcanzar la escarpada cumbre (2h.10"). Las vista son de las que recompensan el esfuerzo, especialmente a Aralar, del que se confirma como el mejor mirador.
Tras disfrutar del paisaje, solo queda retornar a Larraitz. Como ya está explicado, la propuesta es hacerlo por la majada Zirigate y el barranco de Aitzola para completar una entretenida excursión circular a este emblema de la montaña vasca.

 

 

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