La ermita de Nuestra Señora de Las Nieves destaca en lo alto de un picón calizo sobre el valle de Guriezo. Es la última prolongación del macizo Armañón/Los Jorrios que por la cima del Alto Guriezo terminan en Liendo. La patrona de la comarca del Asón-Agüera celebra su festividad el 5 de agosto. En esa fecha, los romeros suben a los altos a pie o en coche por diversos itinerarios. Las rutas de subida son muchas y variadas: Rasines, Liendo, Ampuero, Hoyomenor y el Puente de Guriezo, de donde sale la vía más directa.

Comienza en el río y lleva a la cima. Lo seguimos. El puente medieval de La Gándara cruza el Agüera, en otros tiempos salmonero. La carretera es estrecha y pendiente y lleva a la iglesia de San Sebastián (siglo XVII). Letreros. No hay más remedio que aparcar en el borde del asfalto.A pie llegamos hasta Landeral (0h.10), un abigarrado barrio ganadero. Los perros nos dan la bienvenida. En la última casa, un letrero indica 5 km/2h a Las Nieves. También hay una flecha roja. Es una pista cementada (dch.) que pasa junto a una fuente (con cazo) y una casa deshabitada y discurre entre grandes robles, cornejos, fresnos y algún manzano descuidado.El camino se endurece. Encontramos varias bifurcaciones. Debemos ir siempre por la principal, que sube. Cruza un eucaliptal, árbol de explotación que coloniza Guriezo. En la siguiente encrucijada (0h.35), un camino embarrado se dirige hacia el barranco de Castro Lucio, oscuro de encinas y replantado de eucaliptos. Lo desechamos. Por la izquierda, la ruta sube y alcanza un collado (0h.40) con cabañas. Se divisan Las Nieves y Cerredo, lejos, al otro lado del valle.Subimos por prados vallados, vemos ovejas y vacas. Los mastines ladran. La pista se endurece, pasa junto a otra cabaña deshabitada, cruza junto a un pinar y enlaza con la ruta que viene de Hoyomenor (1h.15). Collado. Amplio, con aparcamiento, al pie del Castro Lucio. También hay una cabaña cerrada. La carretera va hacia arriba. Un camino remonta de frente, entre el pinar crecido y una tapia, y sigue por una campa salpicada de endrinos y espinos. Un letrero indica 30 a la ermita. Es una subida sostenida que exige tomárselo con calma. Caballos, vacas y cabras pacen indiferentes. Asoma la ermita. Área recreativa de El Toril (1h.40), en el collado. Habilitada para la romería con un cobertizo y pista.La cumbre está cerca. Prado arriba, alcanzamos la desigual escalera de hierba y piedras desgastadas que siguen los romeros. A la derecha, una fuente mana con escaso caudal. La pista muere en lo alto, frente a la ermita (1h.50). El vértice geodésico se orienta al norte protegido del abismo por un muro. Se enfrenta a la roca llamada El Toril. Debajo está el Campo de la Virgen, de donde sube un camino a la ermita. Las vistas son magníficas. Abarcan el Asón-Agüera; montes de Carranza; Cerredo, Campoo y Castro Valnera; la costa oriental cántabra... En el lado opuesto, sobre la peña caliza, está la cruz. También un buzón montañero deteriorado y placas dedicadas a montañeros fallecidos.El edificio del santuario es macizo, humilde, antiguo. Ya se cita en el año 1356. Tenía ermitaño y se llamaba la Virgen de los Castros. La puerta se orienta al Sur. Está reformado varias veces, una de las últimas tras la Guerra civil. Una rendija permite ver y rezar a la Virgen y también echar limosna.La marcha nos ha llevado hasta los prados de montaña, en país celta erizado de menhires y túmulos sobre el valle de Guriezo. Bajamos por la ruta de subida. Una vez en el collado Castro Lucio es otra opción. A paso tranquilo, disfrutando del paisaje, volvemos a Landeral (3h.40).