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En los confines orientales de Gipuzkoa, en la muga misma con navarra, dos evidentes cordales se unen en la doble cima de Unamuno/Leuneta: el guipuzcoano Adarra y el navarro Mandoegi. Son macizos modestos y muy humanizados, pero con una trascendencia etnográfica sobresaliente al acoger una de las estaciones megalíticas más importantes de Euskadi.
La ascensión habitual a Unamuno y Leuneta, separados apenas trescientos metros, parte del modesto núcleo rural navarro de Arano, que se eleva sobre el valle del Urumea. También se puede acceder desde Olloki, en el tramo guipuzcoano del valle del Leitzaran. Sin embargo, nuestra propuesta de hoy parte del barrio remoto barrio hernaniarra de Pagoaga. La excursión es más larga que las citas opciones pero permite recorrer un amplio tramo de la Gipuzkoako Bira (GR-121) y descubrir varios de los númerosos restos megalíticos que pueblan estas alturas.
La excursión parte desde el mismo núcleo de Pagoaga, junto al molino, donde unos paneles nos informan de la ruta que en buena parte seguiremos y de la estación megalítica. Al otro lado del río hay que seguir una pista asfaltada que sube hacia un agroturismo y luego continúa hasta los caseríos Igerola Berri e Igerola (0h.25"). En este último, acaba por fin el asfalto y un nuevo panel informa del recorrido.
Sin perder la pista principal, continuamos ganando altura a la sombra de los árboles, principalmente pinos. Más adelante alcanzamos una desvío (0h.50") que lleva al cromlech de Etzio. Suponen apenas quince minutos adicionales de caminata y permite conocer el primero de los vestigios prehistóricos que conoceremos durante la marcha.
De vuelta a la pista principal, en apenas cinco minutos alcanzamos un amplio collado en el que desembocan varias pistas (1h.10"). La que debemos seguir es la primera de la izquierda, que se dirige hacia el sureste, camino de la muga con Navarra. Un nuevo poste de señales nos avisa en una desvío que hay que seguirlo (izd.) si queremos alcanzar la muga, y más concretamente el mugarri de Garagartza (1h.35"), donde se unen Goizueta (Navarra), Hernani y Andoain (Gipuzkoa).
Estamos ya en la misma divisoria autonómica y solo nos queda seguirla hasta alcanzar Leuneta y Unamuno, cuya doble cima cierra inconfundible el cordal hacia el sur. El agradable paseo se ve amenizado por la media docena de cromlech, dólmenes y sepulturas que jalonan el alomado cresterío, inconfundible evidencia de la importancia de estas tierras para el vasco prehistórico. La caminata también permite apreciar la diferencia entre las diáfanas tierras navarras, cubiertas de pastos salpicados de pequeños bosquetes, y las guipuzcoanas, pobladas de explotaciones forestales.
Leuneta: 887 m. (UTM:30T 587793.00 E, 4780340.00 N) Puntuable para los Cien Montes.
Unamuno: 886 m. (UTM:30T 587793.00 E, 4780340.00 N)
Garagartza: 674 m. (UTM:30T 587714.00 E, 4782357.00 N)
Cómo llegar: AP-8 y N-1 hasta Hernani y GI-3410 hasta Pagoaga.
Cartografía: MTN 64-IV (Andoain) del IGN (1:25.000). Mapa "Adarra", de Imanol Goikoetxea.
Horario: 4h.00" (2h.10" de ascensión.)
Distancia: 16.3 km.
Desnivel positivo: 905 m.
Severidad del medio: 1
Dificultad orientación: 2
Dificultad del terreno: 2
Esfuerzo necesario: 3
Tipo recorrido: Ida y vuelta
Un último panel nos avisa del final de la estación megalítica del inicio de la cuesta final, corta pero dura, que lleva hasta Unamuno y su buzón en forma de caserío (2h.10"). Las vistas reconfortan el esfuerzo final. No hay más que seguir el cordal para alcanzar Leuneta sin ningún signo que indique la cima más allá de un pequeño promontorio de rocas (2h.15"). El descenso se realiza por la ruta de subida para completar una agradable excursión de cuatro horas.
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