Leitzaran y Leitzalarrea son dos valles unidos por el kilómetro 0 de la Vía Verde de Plazaola y separados por el extremo meridional del macizo Adarra-Mandoegi, que en este tramo ejerce de muga natural entre Gipuzkoa y Navarra y donde se sitúa, precisamente su cota más elevada, el Urepel.

El objetivo de la excursión de hoy es adentrarnos en el valle de Leitzalarrea, topónimo que resulta bastante engañoso ya que actualmente está prácticamente cubierto por arbolado, y llegar al área recreativa de Ixkibar. Desde allí ascenderemos al Urepel y recorreremos una tramo delcordal para descender luego a la Vía Verde de Leitzaran y retornar por ella a Plazaola

La marcha comienza precisamente en la estación de Plazaola, el kilómetro 0 de la Vía Verde y el cargadero, a principios de siglo XX, del llamado ferrocarril de "Plazaola" o Tren-txiki, línea ferroviaria construida para transportar hasta Andoain el hierro extraído de las minas situadas, precisamente, en las entrañas del Urepel.

A Plazaola se llega por una pista desde el área recreativa Urtuko Zubieta, en la carretera que une Leitza con Berastegi. Es apta para todo tipo de vehículo, auqneu quien quiera realizarla a pie deberá sumar media hora de caminata al itinerario. Una vez en el "kilómetro 0" de la Vía Verde, hay que seguir las marcas de los senderos balizados PR-NA.285 (Lapurren Kaltzada) y GR-121 (Gipuzkoako Bira), que discurren por una pista que cruza un arroyo e inmediatamente gana altura con brío.

Más arriba, abandonamos el camino principal para seguir por un desvío a la izquierda las marcas del PR (poste de señales). Se trata de un bonito sendero que discurre junto al río y en el que pasaremos junto al canal de agua, las ruinas de una antigua central de Urkizu y cruzaremos un puente anteas de llegar a Ixkibar (1h.00"). El paraje acoge un área recreativa de Ixkibar, donde aún se pueden ver las huellas de unas antiguas instalaciones de lavado de mineral de unas minas cercanas de espatofluor.

En Ixkibar seguimos una pista que se adentra en una vaguada (N), aunque cogeremos el primer desvío a la derecha. En una amplia revuelta, el camino se aúpa al cordal, cruza un par de bosques y, convertido más arriba en sendero, remonta directamente hacia la cresta principal del macizo. A la que se une unos metros antes de alcanzar la cumbre del Urepel (2h.10"). La imponente panorámica que ofrece va desde el Txindoki y la sierra de Aralar o Aiako Harriak hasta el Larrún y los Pirineos.

Afrontamos ya la travesía por el cordal en dirección al Mandoegi. Descendemos primeros por un oscuro bosque hacia el collado Hirumugarrieta, donde la divisoria toma ya componente norte para ascender, saliendo de nuevo a terreno abierto más arriba, hasta la cima del Mandoegi (2h.45").

Retomamos la marcha por el cresterío hasta el Baratzazarreta (3h10"). Aquí el cordal se divide. Hacia el norte, la sierra principal se dirige hacia el Unamuno, donde se adentra en tierra guipuzcoanas camino del Adarra, mientras que por la derecha, un modesto alineamiento pierde altura progresivamente hacia el río Leitzaran. El camino desciende por el cordal hasta un collado, donde se deja caer, tras dibujar un paz de amplios zigzgas, a la Vía Verde (4h.10"). Una vez en el antiguo trazado del Tren-txiki, solo nos quedará recorrerlo durante seis kilómetros para retornar al punto de inicio de la marcha (5h.45"). En el trayecto podremos admirar esta gran obra de ingeniería de principios del siglo XX creada para facilitar la extracción del hierro de las minas de Plazaola y aprovechado, a partir de 1914, para la línea ferroviaria Pamplona-San Sebastián, que compatibilizaba ambos transportes (mineral y pasajeros), aunque la línea nunca fue rentable y en octubre de 1953, tras unas inundaciones que dejaron seriamente dañada la vía férrea y su infraestructura de puentes y túneles, fue clausurada.