Pagonabarra o Panabarra es la última cima de entidad de un ramal que se desprende del Ganekogorta y discurre paralelo al Nervión. Su techo está en el Pagolar, encima de Llodio. De altura modesta, destaca como cumbre solitaria sobre los extensos pinares que cubren la vertiente de Luiando. Es una cima de ascenso sencillo, con varios repechos duros en una zona solitaria de Álava.Pagonabarra y Pagolar son topónimos que incluyen la raíz "pago" : "fagus" o haya en latín. Este árbol prácticamente ha desaparecido de la zona. En el siglo XIX ya no era común. Lo cuenta Madoz en su Diccionario. «... comprende los terrenos de Panabarra, Urquetavaso, Hayo y Austio y los montes Requilum y Legorra poblados de robles, castaños, acebos y otacas».Luiaondo/Luyando es un pueblo de fácil acceso por tren (Renfe). La carretera a Miranda por el puerto de Orduña atravesaba la población. Ahora la autovía ha devuelto la calma a la villa, que se estira a la orilla del Nervión. En la Edad Media era conocida por el llamado "Árbol Malato", un roble que señalaba la frontera militar del Señorío de Bizkaia. El padre Henao cuenta que estaba «en un lugar próximo a la casa y ferrería de Padura y a la ermita o humilladero de Santo Domingo», hoy de Guzmán.En 1603, el árbol ya no existía. En la actualidad, un monumento y un roble de escaso porte ocupan el lugar del Malato.Iniciamos la marcha en la estación de RENFE. Cruzamos el Nervión por el puente Zubibarri hasta la antigua carretera nacional y seguimos por ella en dirección a Llodio. Dejamos atrás un bar, el frontón y el Árbol Malato hasta encontrar (izq.) el desvío hacia la autovía (0h.10"), después de haber pasado frente a un bar. De frente aparece la ermita de Sto. Domingo de Guzmán. Restaurada, se eleva en una zona recreativa junto a un arroyo.Allí mismo comienza una carretera bacheada (dch.) que sube en paralelo a la autovía. Gana altura hasta un cruce (letrero) y se transforma en una pista ancha de grava, flanqueada por el pinar, que ya con mayor pendiente conduce hasta la ermita de San Lorenzo (0h.30"). Hasta este punto se puede llegar en coche. Es un edificio macizo que se eleva en una campa cercada, plantada de robles.

También encontramos un caserío. Y ovejas, vacas y perros ladradores. De frente, cara a la montaña, la pista se estrecha. La grava deja paso al barro,a medida que se interna en un pinar crecido que oculta la perspectiva. Aparecen algunos desvíos que obvíamos. La pista sube de frente y al rato se refuerza en su dureza. Es un tramo pendiente, que sólo cede cuando el terreno se abre en un collado (1h.15"). Una tala reciente ha despejado la montaña y el Pagonabarra se atisba lejos (izd.), erizado de pinos.La pista se parte en dos ramales. Por la derecha sube y sigue hacia el Pagolar. Por la izquierda, baja hacia un hondonada. Hasta las recientes talas era un pinar clareado donde pastaban caballos. Vamos por ella. Pierde altura y, siempre por camino, comenzamos a subir. Recostado en la ladera aparece el caserío abandonado y corrales del paraje conocido como Panabarra de Arriba (1h.30"). Tiene aspecto de venta. Es un edificio grande, tapiado, que amenaza ruina. Tuvo pilona y fuente, ahora cegada.La pista sigue hasta un cruce (1h.33"). Por la derecha pierde altura hacia Okondo. Nuestra ruta nos introduce en el pinar (izquierda). Es una zona húmeda y embarrada. Cualquiera de los caminos que surcan la ladera sirve para ganar altura. A la derecha queda una primera altura sin buzón. Nuevo collado y un último repecho que nos deja en la cima del Paganobarra (2h.00").El alto está despejado. Unos robles crecen al borde de la peña. Un buzón y una Cruz de Gorbeia de tamaño reducido señalan el punto más alto, con vistas reducidas sobre Sierra Sálvada y el valle de Ayala. La vuelta a Luiaondo, por la ruta de subida.