Edición

Borrar
xxxx

Peña Lastra, balcón al pantano de Ordunte

Burgos. La ascensión al Peña Lastra es la excusa para conocer el embalse burgalés que abastece a Bilbao gracias a una concesión de Primo de Rivera

Viernes, 14 de Enero de 2022

Descargar Track

El embalse de Ordunte fue construido entre 1928 y 1934 con una capacidad de 22 millones de metros cúbicos para abastecer en exclusiva a la ciudad de Bilbao. Enclavado en el burgalés Valle de Mena, ofrece la curiosidad de recoger las aguas de dos cuencas distintas, la cantábrica a través del río Ordunte, tributario del Cadagua, y la mediterránea a través del río Cerneja, tributario del Trueba, que lo es a su vez del Ebro. El motivo por el que la titularidad y gestión corresponde a la capital vizcaína es porque el Ayuntamiento de Bilbao obtuvo una concesión a perpetuidad por parte del dictador Primo de Rivera.
Se encajona entre la sierra de Ordunte (N) y la más modesta de Lastra (S), cuya cota principal -del mismo nombre- se eleva sobre la gran mancha de agua como un balcón con vistas privilegiadas. Hoy uniremos ambos paisajes en una única excursión. Ascenderemos al Peña Lastra desde Ribota para bajar por la vertiente contraria hasta Ungo y completar el bonito paseo que rodea el embalse. De hecho, se trata de dos rutas complementarias. La ascensión al Lastra es un ruta montañera que hará disfrutar a los tatxamontes irredentos, mientras que la vuelta al pantano se trata de un paseo apto para todos los públicos.

HITOS

  • Peña Lastra: 719 m. (UTM:30T 476096.86 E, 4775435.99 N)

  • Cómo llegar: Desde Bilbao, BI-636 hasta Balmaseda y El Berrón, C-624 hasta Tarriba, donde está señalizado el desvío a Ribota. Desde Vitoria AP-68 hasta epaje de Llodio, A-624 (por Artziniega) hasta Balmaseda, BI-636 hasta Tarriba y desvío a Ribota.

  • Cartografía: MTN 86-II (Villasana de Mena), 1:25.000, del IGN.

  • Horario: 5h.15’ (1h.40’ de ascensión al Peña Lastra).
  • Distancia: 20.7 km.
  • Desnivel positivo: 750 m.
  • Severidad del medio: 2
  • Dificultad orientación: 3
  • Dificultad del terreno: 2
  • Esfuerzo necesario: 3
  • Tipo recorrido: Circular
Partimos de Ribota, pequeño núcleo que se asienta a los pies de la empinada vertiente norte del Lantra. Se puede aparcar junto a la iglesia. Cruzamos la carretera y subimos hasta las casas altas del pueblo. Rodeamos la última (izq) y salimos a un camino jalonado de coches abandonados que da un gran giro y se adentra en el bosque. Sorteamos un colchón que hace de puerta y seguimos por un sendero que con lluvia se convierte en torrentera. Más adelante parece cerrarse hasta salir a una vaguada por la que remontamos siguiendo el curso de su arroyo.
En la cabecera de la rambla, el sendero gira a la derecha (hito) y desemboca en una pequeña campa en mitad del bosque (0h.20’). La cruzamos y seguimos por un amplio camino que sigue ganando altura y nos lleva hasta las inmediaciones de una explotación ganadera. Justo en su puerta de acceso, cruzamos una alambrada y seguimos otro camino que se dirige hacia el sur. El objetivo es sortear la cresta del Lastra, que lo hace prácticamente inexpugnable desde su vertiente occidental. Obviando algunos desvíos, acabamos por desembocar (0h.50’) en una de las pistas de servicio que remonta hasta el puesto de vigilancia forestal existente cerca de la cima. Subimos hasta una bifurcación (1h.30’). El vial de la izquerda nos lleva al cordal cimero y la torre de vigilancia. Por un sendero próximo al acantilado alcanzamos en pocos minutos el buzón cimero, bajo dos encinas (1h.40’). Las vistas son excelentes, aunque se circunscriben al pantano y la sierra de Ordunte.
Volvemos a la bifurcación y bajamos por la otra pista hasta un nuevo cruce en un terreno adehesado. Hacia la izquierda, llegamos a una explotación agrícola cerrada a cal y canto (1h.55’). La rodeamos (dch) y subimos hasta el cordal bordeando unas campas. Cruzamos una puerta e iniciamos el descenso por la divisoria en el tramo más incómodo de la ruta por culpa de las aliagas y los espinos del camino, sobre todo en el primer tramo (recomendado pantalón largo). Rodeados de encinas y sin posibilidad de pérdida, la senda desemboca en un camino que, por la izquierda bordea una campa y baja hasta Ungo.
No alcanzaremos el pueblo. Al llegar al canal (2h.45’) lo seguiremos (izq) hasta su final en Cereceda. Junto a la torre de bombeo, bajamos a la pista que nos lleva (izq) hasta Partearroyo y Ayega. Cruzamos la carretera entre Nava y Ribota y por una pista alcanzamos la que rodea el pantano (3h.30’). Iniciamos aquí la vuelta al pantano en un bonito paseo en el que encontraremos acebos, madroños, pinos autóctonos, tejos, hayas, robles, encinas, acerones y enebros antes de regresar a Ribota (5h.15’),

 

 

Publicidad