La sierra de La Magdalena o Montes de la Peña es un cordal con un perfil inconfundible. Comienza en el Castro Grande y su característica aguja del Fraile y se alarga hasta el alto de Corosma, sobre el puerto del Cabrio, marcando unos límites vertiginosos al valle de Mena por el sur. Su principal cota es Peña Mayor, en el sector central del macizo, donde los escarpes alcanzar su mayor verticalidad.
HITOS
Peña Mayor: 1259 m. (UTM:30T 466525.81 E, 4713933.39 N)
Cómo llegar: Desde Bilbao, BI-636 hasta El Berrón, y C-6318 hasta el desvío a Siones.Desde Vitoria, N-622, A-68 y A-624 hasta Artziniega. YBU-550 y BU-554 hasta el desvío a Siones.
Cartografía: MTN 85-III (Villasante) y 85-IV (Sopeñano), 1:25.000, del IGN
Horario: 6h.30 (2h.00 al San Mamés y 3h.35 al Peña Mayor)
Distancia: 17.5 km.
Desnivel positivo: 1270 m.
Severidad del medio: 3
Dificultad orientación: 3
Dificultad del terreno: 4
Esfuerzo necesario: 3
Tipo recorrido: Circular
El cresterío y sus cumbres parecen inaccesibles desde el fondo del valle, pero no es así. La sierra está salpicada de portillos y collados que permiten auparse a las alturas. El más cómodo en el tramo de Peña Mayor es el portillo de Lérdano, al Oeste del Peñalba, otra de las cimas más destacadas del cordal. El descenso lo realizaremos por el portillo de La Magdalena, ancestral paso que une los valles de Losa y Mena. Aún así, conviene advertir que es una excursión exigente, con muchos tramos fuera de sendero una vez en la cresta, pasos de escalada de hasta segundo grado y desde luego desaconsejable con niebla o roca mojada.Aunque el acceso habitual al portillo de Lérdano desde Mena suele ser El Vigo y su cercano apeadero, en esta ocasión hemos querido aprovechar la oportunidad de conocer la iglesia románica de Santa María de Siones (s. XII y XIII), a la que la tradición vincula con la orden de los Templarios, y comenzar la excursión a sus pies. Desde la ermita, seguimos la pista que se dirige al este (izd.) y llega al cercano barrio de Casadilla. Allí tomamos el primer vial que sube a la derecha, que tras unos metros de cemento se convierte en un camino carretil que gana altura con comodidad a la sombra del arbolado. Desemboca en una pista por la que pasamos (dch.) bajo las vías del tren. Cruzamos una portilla de alambrada y seguimos hasta un primera bifurcación, donde continuamos por la izquierda. No tardamos en cruzar una amplia pista para seguir subiendo. Más adelante, el camino llanea y cuando gira (izd.) para empezar a descender la abandonamos para seguir un sendero que sigue llaneando hacia el Este y no tarda en salir a terreno abierto, en una zona de pastos. Mantenemos el rumbo hasta una alambrada (0h.35'). Delimita un camino por el que remontamos (dch.) hacia el hayedo. No tardamos en adentrarnos en él. Estamos ya en el sendero que nos llevará hasta el portillo de Lérdano. Está perfectamente definido y no ofrece dudas. Y si las hay, la profusión de hitos las solventa. La ascensión no ofrece tregua y conviene tomarla con tranquilidad. Más arriba pasamos junto a una pequeña plataforma (0h.55'). Son los restos de una carbonera (antes hemos visto otra). Una buena referencia ya que a partir de aquí el sendero se vuelve bastante más incómodo. Un último tramo herboso advierte que estamos ya cerca del portillo, inconfundible por la charca que lo preside (1h.35'), seca en esta época estival. Al Este (izd.) queda el Peñalba, a unos veinte minutos cresteando. Nuestro destino, sin embargo, está en la otra dirección.Tomamos una difusa senda que evita las dos primeras peñas por la derecha, cruza un pequeño collado y esquiva una tercera por el Sur (izd.), antes de auparnos a la cresta y seguir por ella hasta la cima del San Mamés, de cuyo buzón solo queda el pie metálico (2h.00'). Ante nosotros se muestra todo el sector occidental de la sierra y, en primer término, nuestros siguientes objetivos, Peña Hornilla y Peña Mayor. Descendemos al portillo de La Hoz, a nuestros pies, y nos alejamos de los cortados hasta situarnos en la base de una evidente cresta rocosa, por la que trepamos hasta la arista principal de Peña Hornilla, señalada con un simple hito (3h.00').Continuamos por la cresta, que se afila en su tramo final hasta el punto de hacer dudar sobre su transitabilidad, aunque justo sobre el el portillo de Campos se ensancha en una pequeña campa. Por su derecha, un sendero permite descender por terreno herboso al portillo.Afrontamos ya la ascensión a nuestro objetivo principal. Un sendero bordea los escarpes rocosos por la vertiente Sur (izd.) hasta un hito. A partir de aquí, sin perder de vista las marcas de piedra, la senda remonta hasta un pequeño collado cerca de la cima. Solo nos separa de ella una pequeña chimenea de apenas cuatro metros que superamos con una fácil trepada (I). La escarpada cumbre, formada por bloques de roca (3h.35'), está señalada con un viejo buzón del antiguo club de montaña de Iberduero (1963).Nos dirigimos ya hacia el portillo de La Magdalena, aunque aún nos queda un buen trecho de cresteo. Seguimos por la arista, muy incómoda en su primer tramo. Los bloques y las hayas dificultan la marcha, pero no hay que perder altura. Unas decenas de metros más allá, la arista se vuelve algo más amable y la recorremos. Ya sobre el portillo de Cuatro Picos, una placa de roca parece bloquearnos el paso, pero se sortea sin problemas por la izquierda siguiendo un sendero que nos lleva al collado y nos sitúa en la base de la arista del Peña Mayor Occidental. La recorremos sin encontrar hito alguno que señale esta cumbre subsidiaria hasta situarnos sobre el portillo Muga, del que nos separa unos farallones donde afrontaremos el tramo más técnico de la excursión, unos destrepes de hasta segundo grado.El objetivo es un sendero que vemos a la izquierda, en la base de la pared. En los primeros metros descendemos por la arista misma, aunque tras superar un par de chimeneas nos dejamos caer hacia la izquierda, por un terreno más herboso, hasta la senda, por la que llegamos al portillo de Muga (4h.45'). La Peña Portillejos se muestra inexpugnable desde esta vertiente, así que seguimos la trocha, que lo bordea por la izquierda. Superada esta primera peña, los tachamontes más irreductibles puedes auparse a la cresta y sumar una nueva cumbre. El resto no tiene más que seguir el sendero, que recorre a media ladera la vertiente meridional de la montaña hasta situarnos sobre un pinar dividido por un cortafuegos, por el que descendemos hasta la pista que lleva (izd.) al portillo de La Magdalena (5h.15'). Aquí confluimos con el GR-85 (Ruta de los Sentidos), por el que descendemos hacia el valle, primero por terreno abierto y luego por el hayedo. Rozamos Sopeñano y luego seguimos hasta Vallejuelo. Desde allí, ya por la carretera, alcanzamos Siones y la ermita (6h.30').