El Alto de las Bordas Viejas es la cima más alevada de los llamados Altos de Goñi. Son una serie de cumbres poco prominentes, herbosas y desarboladas que dominan el valle navarro del mismo nombre. Cierra por el sureste los rasos de Sarasa y mira al San Donato de Beriain, techo de la sierra de Andia que, junto a Urbasa, forman desde 1997 el Parque Natural Urbasa-Andía.

La ruta comienza en Goñi, un pueblo de casas señoriales y pocos habitantes que se alcanza por el peligroso puerto de Arteta. Aparcamiento junto a la iglesia y la fuente. También hay ovejas y perros pastores. Caminamos hasta la vieja parroquia de San Ciriaco, ahora en estado de ruina y abandono. Es un edificio del románico tardío (siglos XII-XIII), de la época de Sancho VII el Fuerte.De allí parte la carretera de montaña parcialmente asfaltada que sube entre prados, bosquetes de robles y luego hayas hasta la ermita de San Miguel (0h.40), edificio antiguo y cuidado inmerso en un precioso hayedo. El Bordas Viejas permanece aún invisibles.Desde la ermita hay dos opciones para llegar a los altos. La primera es un camino empedrado (NO) que cruza una alambrada (portilla) y baja hasta una balsa artificial. Allí se orienta al N y por una cañada destrozada por el ganado supera el hayedo y alcanza el collado de Treku. Más interesante es subir directamente por el bosque. De la misma ermita sale un sendero algo difuso que se mete en el hayedo. Está marcado con señales antiguas de SL. Gana altura entre grandes hayas que sombrean la ruta, bojes, espinos y endrinos. Llega a las bordas Bastaguillerena y Obiarena (0h.55). Fueron grandes pero llevan años arruinadas.Ahora subimos por terreno donde afloran las calizas hasta un llano con una balsa y una nevera descuidada (1h.05). Aún conserva la nieve hasta avanzada la estación. Sendas de ganado nos llevan a la loma. Ya sólo queda caminar por los prados. Primero pasamos por la cima del Arrisandi (hito) y finalmente alcanzamos el Alto de las Bordas Viejas (1h.15), con vértice y dos buzones. El antiguo y uno nuevo, un enano colocado por la ikastola Paz de Ciganda de Pamplona. Dice Trekua, topónimo que corresponde a una altura menor sobre el collado del mismo nombre.Es una cima venteada y sin abrigo. Domina la meseta de Sarasa hasta Legunbe y la pista que cruza. La cima de Peñablanca, en medio, es reconocible por las rocas calizas. Detrás, San Donato de Beriain. Al Este se extiende Pamplona y bajo nuestros pies aparecen las bordas viejas. Arruinadas, apenas mantienen los muros de piedra derrumbados. Nos trasladan a otra época, cuando estos altos estuvieron poblados por pastores.Vamos hacia la Peñablaca. Bajamos por el pastizal salpicado de brezo hacia la pista. Ovejas y algún mastín que ladra en la lejanía. Pista. No hay un solo árbol. Por camino o buscando sendas superamos el fácil roquedo. Sólo resta patear el prado hasta el buzón (2h.05). Es de hierro macizo. Colocado por Boscos Berri de Salesianos de Pamplona. Es un excelente mirador del San Donato, del Bordas Viejas y de los interminables rasos y hayedos de Andia.Para el descenso bajamos de frente hasta la pista y remontamos por prado hasta la loma de los altos. A la derecha, abajo, se divisan las ruinas de la ermita de Santa Quiteria. Fue incendiada por los franceses durante la Guerra de la Independencia debido a que el guerrillero Espoz y Mina estableció en ella un polvorín. Reconstruida, se volvió a arruinar.Bajamos al collado de Trekua dólmen poco destacado y, por la ruta de subida o por la cañada, regresamos a la ermita de San Miguel (2h.55). Desde allí, la pista (no hay atajos) nos llevará de vuelta a Goñi (3h.20).